30 septiembre 2006

Desde la barrera

Jerry Bruckheimer le ha cogido el gusto a la tele, y tampoco es de extrañar, porque sus series policíacas temáticas le van muy bien. Más o menos, todas tienen una mecánica similar; los protagonistas son un grupo de investigadores que trabajan en un área específica de la labor policial, de los que apenas conocemos nada fuera del trabajo (al menos, al principio), y los casos se muestran con profusión de técnicas inusuales para los dramas policiales al uso, tipo "Policías de Nueva York": hay cuidadas secuencias CGI, flashbacks y el ritmo de la trama es realmente rápido. La franquicia de "CSI", "Caso abierto" y "Sin rastro" se inscriben dentro de ese grupo, cada una centrada en lo suyo, ya sean el análisis de las pruebas de un crimen, la resolución de casos antiguos o la búsqueda de personas desaparecidas.
Ésta última ha conseguido hacerse con un estilo y una personalidad definida que la distinguen del resto, siguiendo en ese aspecto la senda de "CSI", y se permite capítulos un poco más experimentales, en el sentido de que vemos la historia desde un punto de vista diferente. Si llevamos ya cuatro temporadas viviendo los casos con el equipo de Jack Malone, viendo como trabajan en ellos y cómo algunos terminan afectándoles, en el segundo episodio que emitió Antena 3 el jueves nos dan la vuelta a la tortilla y pasamos a verlo todo desde el punto de vista de unos padres cuyo hijo ha desaparecido.
De esta forma, podemos apreciar cómo se ve a estos agentes del FBI desde la barrera (muy profesionales, algo distantes, hasta el punto de que su actitud resulta frustrante), y se centra todo en la angustia de los padres, en su lento proceso de desmoronamiento hasta la resolución final. En Todo sobre la tele se desarrolla todo esto algo más, pero no es la primera vez que la serie se permite algunas licencias. Al final de la tercera temporada, por ejemplo, se nos mostró todo un episodio dentro de la cabeza de un Jack Malone en pleno, y difícil, proceso de divorcio y sumido de lleno en una crisis personal. Lo curioso de "Sin rastro" es que termina haciendo algo parecido a "CSI", una radiografía de ciertas partes podridas de nuestra sociedad, en la que no se puede estar seguro nunca de si alguien es como parece ser, además de mostrar cómo los agentes invaden la intimidad de los sospechosos como elefantes en una cacharrería.
A todo esto, sus responsables han conseguido que un reparto de lo más variopinto dé realmente sensación de equipo y resulte perfectamente creíble, hasta el punto de que la incorporación de la agente Delgado hace chirríar un conjunto que funcionaba muy bien. Yo me atrevería a apuntar, como nota a mejorar, que el potencial del reparto no se ha exprimido todo lo que podría, ha habido algunos retazos, sobre todo entre Malone, Vivian Johnson y Samantha Spade (gran nombre, ¿eh?), pero no han terminado nunca de cuajar. De todos modos, resulta de lo más entretenida (a mí me bastó con eso para engancharme), y lo peor es que tengamos que sufrir los desvaríos de Antena 3 en su programación. Han empezado a emitir la cuarta temporada en el capítulo 8, creo, y a dos episodios por semana, ¿qué va a pasar cuándo se acabe, en un par de meses?

P.D.: Por cierto, merece la pena echar un vistazo a un par de trabajos en cine de algunos actores de "Sin rastro", como "Lantana", una peculiar película australiana protagonizada por Anthony LaPaglia y Barbara Hershey, y, por supuesto, "Secretos y mentiras", ese inclasificable y estupendo drama cómico de Mike Leigh en el que Marianne-Jean Baptiste daba todo un recital, sobre todo ante el torbellino de Brenda Blethyn. De hecho, Baptiste llegó a estar nominada al Oscar a la mejor secundaria. Y hasta compuso parte de la banda sonora de la siguiente película de Leigh, "Dos chicas de hoy".

29 septiembre 2006

La inflación del Buffyverso

¿Quién le iba a decir a Joss Whedon que aquel guión suyo que se convirtió en una olvidable película en 1992 terminaría siendo una de las series más influyentes en el mundillo televisivo de Hollywood? Porque lo que era una "singularidad" en el canal WB en 1997, ha terminado siendo un verdadero Big Bang, con una influencia tal vez poco conocida (y reconocida) en muchos de los responsables de la segunda edad dorada de la televisión estadounidense.
La última en reconocerlo es, sorpresa, Shonda Rhimes, la creadora de "Anatomía de Grey", que confiesa en este reportaje en The New York Times que, después de una temporada dedicada a escribir guiones de cine, se dio cuenta de que el verdadero desarrollo de personajes se daba en la tele, y cita "Buffy, la cazavampiros" como su serie preferida, hasta el punto de que no ha superado su fin.
No es la única, claro. J.J. Abrams y Damon Lindelof ya dejaron claro en su momento que el modelo que seguían para desarrollar "Perdidos" era el cuidado que se tenía en "Buffy" por los personajes, y los críticos aseguran que fue una serie decisiva para que empezaran a surgir programas protagonizados por mujeres fuertes y decididas, con sus contradicciones y sus fallos también ("Alias", por ejemplo). Aunque la serie que más debe a los chicos de Sunnydale es, por supuesto, "Verónica Mars", que mantiene los diálogos ingeniosos (sólo superados por "Las chicas Gilmore", diría yo) y cambia los vampiros y los monstruos por los casos que investigan Verónica y su padre. El legado de la Cazadora es tal, que incluso The New York Times le dedicó un editorial el día de la emisión de su último capítulo.
Ha influenciado a la resurrección de "Doctor Who" tras más de 15 años fuera de las televisiones británicas, con una ayudante muy buffyesca, si se me permite el palabro, y series como "Roswell", "Smallville" o "Galáctica" serían muy diferentes si la serie no hubiera existido, sobre todo en cuanto a la importancia de los papeles femeninos y que sus protagonistas se vean enfrentados a las responsabilidades que conlleva el poder (tema central del "Spider-Man" de Sam Raimi, por cierto). No es raro que Whedon hiciera mucho hincapié en ese tema, habiendo reconocido que la Patrulla X, y entre ellos Kitty Pryde, fue una de sus principales influencias a la hora de escribir la serie. Bueno, y "Expediente X" también.
Ahora, Whedon se encuentra inmerso en esa adaptación al cine de "Wonder Woman" que nunca termina de llegar. Él está escribiendo el guión, y el pasatiempo favorito en Hollywood es intentar averiguar quién será la protagonista. Si fuera por los rumores todas las actrices morenas de Hollywood tendrían posibilidades, aunque hay quien apunta que quizás Charisma Carpenter juegue con ventaja.
Y en cuanto a la herdera más directa de Buffy, Backup tiene jugosa información sobre la tercera temporada de "Verónica Mars", traída desde un suertudo de TVSquad que ha visto, en primicia, los dos primeros episodios. Parece que a todas las referencias de la cultura pop de la serie habrá que añadir que Verónica trabaje en la biblioteca de la universidad (¿andará Giles por ahí?) y ciertas referencias al taco preferido en Caprica y el resto de las once colonias.

28 septiembre 2006

El señor Gasset

La imagen de Antonio Gasset cerrando las crónicas del festival de San Sebastián en el Telediario de la Primera es de lo mejor, no sólo por sus perlas, sino por esa imagen cuidadosamente desaliñada que da. De hecho, en la de esta noche parecía venir directamente de darse un baño en la playa de la Concha.
Por supuesto, lo mejor son sus frases demoledoras en "Días de cine", un programa cuya supervivencia en La 2 a cambios de día y hora (siempre de madrugada) es casi milagrosa. Para mí, el top de esas frases fue aquella delirante parrafarrada que le dedicó a su ex-mujer antes de un corte publicitario, pero ha habido muchas más. Como éstas:



O este greatest hits:

27 septiembre 2006

Yo también soy El Nota

Después de esa cumbre de la irreverencia y la locura total que es "Arizona Baby", los hermanos Coen habían hecho buenas películas (y algunas muy buenas, como "Barton Fink" o "Fargo"), pero sin llegar a esas cotas de excentricidad. Lo hicieron justo con la película que siguió a "Fargo", su mayor éxito comercial que les reportó, además, Oscars al mejor guión y a la mejor actriz (Frances McDormand, mujer en la vida real de Joel Coen, con lo que todo queda en casa), una completa locura tan pasada por ácido como su protagonista, El Nota (o Dude, en la versión original).
Lo mejor de "El gran Lebowski" no sólo es que sea una comedia divertida, alocada y llena de unos personajes como sólo los Coen pueden crear, sino que se ha convertido en un título de culto imprescindible, sobre todo en EE.UU., hasta el punto de que todos los años se celebran tres Lebowski Fests, festivales donde se ve la película, se beben cócteles White Russian y, por supuesto, se juega a los bolos, preferiblemente disfrazados del inimitable Jesús Quintana. El próximo se celebra este fin de semana en Louisville (Kentucky).
Cuando decía lo del culto iba muy en serio, porque aparte de estos festivales tan delirantes como la película, su huella se deja ver en lugares bastante insospechados. Rob Thomas, el creador de "Verónica Mars", es un fan confeso de "El gran Lebowski", hasta el punto de que su mujer ha llegado de disfrazarse la Diosa de los Bolos y él asegura que puede terminar citando todos los diálogos en la serie. De hecho, en un episodio de la segunda temporada, creo que Verónica y Duncan aparecen viendo el filme. Para empaparos más del fenómeno Lebowski, pasaos por el blog Pop Candy, y veréis.

26 septiembre 2006

¿Dónde están los espectadores?

O, como les gusta decir a los americanos cuando presentan una buena serie que no termina de enganchar a la audiencia, "el mejor drama que todavía no has visto". Hay muchos de éstos, sobre todo en los canales por cable, y cuando empieza una nueva temporada, las revistas siempre se lanzan a hablar de alguno de ellos. Esto de aquí es una pequeña lista de las que más veces suelen aparecer bajo esa categoría en los últimos tiempos, y que casi seguro que acabarán el año entre los 10 mejores programas de 2006 (salvo holocausto nuclear en esas complicadas terceras temporadas, pero lo que es haberlo, puede haberlo):
- Deadwood: Si mi memoria no falla, ésta terminó este verano en la HBO, después de unas negociaciones rocambolescas entre la cadena y el creador de la serie, David Milch. Por supuesto, es mucho más que una serie del Oeste; sólo por Al Swearengen merece la pena verla. En España la emite FOX.
- The Wire: Otra de la HBO que también supera ampliamente su género, el policial, en este caso. Va por la cuarta temporada, y en ninguna se ha optado por tramas sencillas o soluciones fáciles. Ni los narcos ni los policías son en blanco y negro, sino en infinitas tonalidades de gris. Aquí puede seguirse, de nuevo, por FOX.
- Galáctica: Como ya he hablado mucho de ella, no voy a añadir nada nuevo. ¿Será la tercera temporada la de su revelación definitiva ante el gran público? En España la emite SciFi.
- Verónica Mars: La mezcla entre Phillip Marlowe y "Sensación de vivir" con todo el potencial de convertirse en un éxito rotundo. Con tanto humor (y más agudo) como "Anatomía de Grey", misterios que se encadenan unos a otros (pero más accesibles) como en "Perdidos" y un personaje central fuerte y que engancha (pero menos amargado) como "House". ¿Por qué no despega? Gran misterio, al igual que intentar averiguar cuándo emitirá La 2 la segunda temporada.
- Weeds: La comedia negra que estrena hoy Canal + es de las últimas en llegar a esta lista. Tal vez sea demasiado negra y demasiado dramática, con unos personajes con más dobleces que las mujeres de Wisteria Lane, con las que se ha comparado a menudo. De hecho, su protagonista, Mary Louise Parker, les levantó limpiamente el Globo de Oro a las actrices "desesperadas" el año pasado.

Sólo son cinco, y excepto "Deadwood", todas están en emisión. Como sé que hay más, ¿cuáles incluiríais vosotros?

25 septiembre 2006

De cómo una serie consigue un culto


Una serie de culto tiene casi garantizada la "vida eterna" a través de sus fans. Si suele decirse que uno no muere realmente hasta que alguien deja de recordarte, una serie no se pierde en el limbo hasta que el último de sus seguidores deja de verla y de hablar de ella. Así es como "Star Trek", que conoció un efímero paso por televisión en su estreno en los 60, celebra ahora su 40º aniversario con un culto que goza de buena salud, incluso a pesar de que su última encarnación, "Enterprise", durara poco en el canal SciFi.
Dado que la semana que viene se estrenan las nuevas temporadas de series que podemos calificar sin ningún rubor de culto, y algunas, además, muy exitosas, en las revistas estadounidenses aparecen sendos reportajes sobre dos que representan dos caras de la misma moneda. Time analiza cómo "Perdidos", que podría haber sido una serie de culto con lo que eso implica (un grupo minoritario, pero fiel y ruidoso, de seguidores, buena acogida entre la crítica y escaso reconocimiento fuera de los circuitos de los "enterados"), se convirtió, además, en un fenómeno global que deja a "Expediente X" como un experimento de mediados de los 90, cuando Internet todavía no había liberado todo su poder.
Precisamente, la red, y el sabio empleo que los responsables creativos de la serie han hecho de ella, está detrás de ese salto hacia el culto masivo. De alguna manera, ha conseguido generar una base de hooligans de la serie y, a la vez, fidelizar a los fans que no llegan al nivel de verse todos los capítulos a cámara lenta para no perderse ninguna pista encubierta.
La otra serie que, ésta sí, es de culto con todas las de la ley (y por su audiencia minoritaria) es "Galáctica". Sin embargo, y como apunta Entertainment Weekly en este reportaje, puede encontrarse a punto de dar el salto hacia ese culto masivo, si bien no de las proporciones de "Perdidos", que los canales por cable no consiguen audiencias de 20 millones de espectadores para un sólo programa. La expectación que se ha ido creando en Internet (dónde si no) ante una tercera temporada que se antoja crucial, con unos webisodios que casi han llegado a los dos millones de descargas y diversas estrategias para atraer a nuevos espectadores, parece indicar que la serie puede estar a punto de entrar en las grandes ligas. Además, el canal apuesta fuerte por ella estrenando la nueva temporada en octubre, como las series importantes de las cadenas generalistas, y convirtiéndola en el plato fuerte del SciFi Friday que tan buen resultado dio el año pasado; ya no están las dos series de "Stargate" por delante, sino otro título de culto, "Doctor Who".
Tanto "Perdidos" como "Galáctica" parecen apostar por unas terceras temporadas más complejas, para paliar el bajón que suelen sufrir muchas series en ese tercer año: los primeros se centrarán en los Otros y en los experimentos de Dharma en la isla, además de su conexión con el mundo real, mientras los últimos se van a lanzar de lleno a unas tramas que incluyen terroristas suicidas, represión política y de libertades y, para "desengrasar", algunas posibles infidelidades matrimoniales. Como diría Starbuck, holy frak!.

22 septiembre 2006

Breve diccionario tele-friki urgente

Después de todas las palabras y abreviaturas nuevas que me he ido encontrando por ahí, creo que debo recopilarlas todas (o casi todas) para aclararme un poco, y sin un orden particular. Si falta alguna, no tenéis más que decirlo y se subsanará la omisión, en la medida de lo posible:
  • Cliffhanger: Final abrupto de un capítulo, que deja a los personajes en una situación complicada. Los cliffhangers de final de temporada son los más habituales.
  • Macguffin: Recurso narrativo que hace avanzar la acción y es importante para los personajes, pero que podría ser sustituido por cualquier otra cosa a mitad de la historia sin que ésta se resintiera.
  • Hoyay: Es un sobreentendido de una relación o atracción homosexual entre dos personajes que se suponen, y se presentan, como heterosexuales.
  • Shipper: Fan de la relación romántica entre dos personajes de una serie, que ve pruebas inequívocas de dicha atracción aunque ésta nunca se explicite.
  • Spin-off: Una nueva serie protagonizada por el personaje de otra serie, o con la misma temática que la serie original. Por ejemplo, "Frasier" y "Cheers" o la nueva "Caprica" y "Galáctica".

Si entramos en el terreno de las abreviaturas, la lista se puede hacer interminable, teniendo en cuenta lo que les gusta a los americanos abreviar las frases más usuales, pero me voy a quedar con unas perlas escogidas:

  • ASAP: As soon as possible. Tan pronto como sea posible (ya mismo, vamos).
  • BFF: Best friends forever. Mejores amigos para siempre (guay, tía, mola mazo...)
  • LOL: Laughing out loud. Riéndose a carcajadas (ésta tiene tela).
  • OMG: Oh, my God. Oh, Dios mío (con entonación Janice, si queréis).

20 septiembre 2006

Dante y Randall se hacen mayores

"Clerks II" es una secuela con todas las de la ley, porque retoma a los personajes en un punto posterior a donde estaban al final de la primera película y sólo la disfrutan los que vieron esa primera película. El nivel de auto-referencias es muy alto, desde las charlas frikis (impagable la parodia de "El Señor de los Anillos") a los chistes guarros sobre sexo y Jay y Bob de nuevo en su salsa, con loro y homenaje particular a "El silencio de los corderos" incluido. Hasta se utiliza la azotea del local, sólo que, en lugar de jugar al hockey, aquí se dan clases de baile al ritmo de los Jackson Five.
"Clerks II" no deja de ser una mirada al proceso de hacerse mayor, a las decisiones que se deben tomar entre lo que tú quieres hacer de verdad con tu vida y lo que se supone que tienes que hacer. Además, aparte de ver de nuevo a toda la tropa, se une una bocanada de aire fresco en la persona de Rosario Dawson, que hace pefectamente evidente para el espectador por qué algunos personajes están colados por ella.

P.D.: Blogger ha decidido hacerme la vida imposible con las fotos, y no hay manera de subir ninguna. Intentaré controlarme...

MacGuffin aterriza en "¡Vaya Tele!"

Habéis leido bien, los chicos de ¡Vaya Tele! han tenido la amabilidad de invitarme a participar en su más que recomendable blog, y yo he aceptado el reto sin pensármelo dos veces.
Así que, a partir de hoy mismo, podéis leerme allí también (si queréis, claro). Intentaré que la temática en uno y otro sitio no se pise mucho, porque no os preocupéis, que MacGuffin no se va a quedar abandonado cual Andrew Van de Kamp en una gasolinera.
Ah, sólo una cosa más antes de que se me olvide. No vais encontrar a MacGuffin firmando las entradas, si no a mí en persona (aunque suene un poco egocéntrico). Sólo tenéis que buscar a una chica (la única del blog, creo, por el momento) con un peculiar apellido catalán-valenciano de raíz alemana, o eso tengo entendido.

18 septiembre 2006

Los shippers

Se admiten todo tipo de burlas, chanzas y cachondeos contra MacGuffin porque hasta hace poco no tenía ni la más remota idea de lo que era un shipper. Resulta que éste es un fan de una serie, película o cualquier otra obra de ficción que ve pruebas, indicios que apuntan a que entre dos personajes de dicha obra hay una atracción, una relación, sentimental, por supuesto. De hecho, se supone que el término shipping proviene, precisamente, de relationship.
Lo que podría parecer un mero pasatiempo adolescente, en realidad es uno de los motivos de que en la red se produzcan los más intensos debates en relación a una serie o película (si no me creéis, este artículo de Wikipedia cuenta algunos de los ejemplos más sonados), y da pie a innumerables piezas de fanfiction. Los pioneros en esto fueron Mulder y Scully, los protagonistas de "Expediente X", cuya atracción era evidente desde el mismo episodio piloto (esa escenita en el motel con las picaduras...).
Para shippings actuales (de las obsesiones de MacGuffin y de las que recuerde aparte), que incluyen relaciones consumadas pero de lo más tormentoso (de las de hoy te quiero y mañana te odio), tenemos los dúos Grissom-Sara ("CSI"), Lorelai-Luke ("Las chicas Gilmore"), House-Cameron y no olvidemos ese House-Wilson , incluso hay quien se atreve con House-Cuddy ("House"), Meredith-Derek, oficialmente conocidos como MerDer ("Anatomía de Grey"), Logan-Verónica, con esa abreviatura evidente de LoVe ("Verónica Mars"), Apolo-Starbuck ("Galáctica"), Buffy-Spike, por variar del Buffy-Ángel ("Buffy, la cazavampiros"), Michael-Sarah ("Prison Break"), Jack-Samantha ("Sin rastro"), Jack-Samantha ("Stargate SG-1")... Y no puedo dejar pasar, entre todas las que se me olvidan, la más evidente relación lésbica de la tele reciente porque, ¿alguien dudaba de que Xena y Gabrielle estaban enrolladas?

Actualización: Me he dejado en el tintero el triángulo amoroso que divide a los shippers de "Perdidos", y con el que los guionistas están jugando a conciencia: Jack-Kate y Kate-Sawyer. Vaya con la fugitiva...

17 septiembre 2006

El mal del segundo disco


(ALERTA SPOILERS: Dado que vamos a hablar de segundas temporadas, tal vez haya spoilers de alguna que todavía no se haya emitido en España, así que leed bajo vuestra propia responsabilidad)

Los grupos musicales que tienen un enorme éxito con su primer disco, en el que los críticos los encumbran como la mejor banda de los historia del rock, luego se las ven y se las desean para conseguir que el segundo álbum esté a la altura de las expectativas, lo que suele ser bastante difícil. Ahí tenemos a The Strokes, por ejemplo, o a otros grupos que terminaron hundidos por la presión y ni siquiera publicaron ese segundo trabajo, quedándose en genuinos one-hit wonders (léase, Elastica o un caso un poco más peculiar, The Fugees, que desaparecieron en la cresta de la ola parece que regresan después de 10 años).
Las series de televisión tampoco pueden escaparse de esa "maldición". Ya se sabe que lo difícil no es llegar, sino mantenerse en la cima. La 2ª temporada de "Prison Break", por ejemplo, tiene ante sí el difícil reto de mantener las virtudes que la convirtieron el año pasado en la serie revelación. El problema es que algunas de esas virtudes venían dadas por el escenario, por el mundo cerrado de la cárcel, con sus propias reglas del juego. Una vez que los hermanos están fuera, la fuerza que venía dada por el escenario se pierde. Sin embargo, en los capítulos emitidos hasta ahora, las cosas siguen pasando a toda velocidad, los personajes siguen estando todos en el alambre (y tanto, aquí tampoco tiembla el pulso a la hora de matar a los protagonistas) y se ha añadido un elemento más que, de momento, a mí me está resultando muy interesante. El agente del FBI encargado de atrapar a los presos fugados tiene algunos puntos oscuros en su pasado, aunque un poco típicos, que pueden dar mucho juego más adelante. Claro, que William Fichtner no puede dar vida a personajes que no tengan un lado oscuro. Ahí está ese sheriff de "Invasión", por ejemplo.
Si aún es muy pronto para juzgar cómo será esta 2ª temporada de "Prison Break", hay otras de las que tenemos suficientes elementos de juicio para opinar si estuvieron o no a la altura. El caso de "Perdidos", que estamos empezando a ver en TVE, queda bastante claro, aunque no la benefició nada el desorganizado sistema de emisión que siguió la ABC. A pesar de notarse cierto estancamiento, en los últimos cinco o seis capítulos la temporada da un acelerón espectacular, mucho más interesante que el final de la primera, un poco frustrante. Frustrante también resultó la 2ª tanda de "Mujeres desesperadas", algo que reconoció su creador Marc Cherry. Apenas se salvaron Gabrielle y Bree, que se convirtió en la protagonista principal de la serie (al fina y al cabo, es un trasunto de la madre de Cherry), pero se notaba una falta de imaginación alarmante.
Precisamente, imaginación es lo que no les falta a los responsables de otras series para afrontar la reválida del segundo año. Incluso se las apañan para que el show se supere temporada tras temporada. "Expediente X" fue haciendo eso año tras año hasta la cuarta temporada, cuando el fenómeno era demasiado grande para que pudiera manejarse bien, se fue perdiendo frescura y la serie empezó a tomarse demasiado en serio. Pero el 2º y el 3º año fueron mucho mejores que el primero. En "Verónica Mars" optaron por otra solución, que era el más difícil todavía: más misterios más enrevesados, más dificultades para Verónica y, también, la posibilidad de que mostrara un lado más amable que en la primera temporada. El reto se superó con holgura, finalizando en un último capítulo que, en solo 45 minutos, solucionaba todos los cabos sueltos de la 2ª temporada ( y los que todavía coleaban de la 1ª) y aún tenía tiempo de terminar con un cliffhanger. Algo parecido hicieron los chicos de "Galáctica", que se las arreglaron para encaminar la serie por caminos más oscuros e inquietantes y allanar la senda para una 3ª temporada que promete ser devastadora, con ese aire a lo campo de concentración nazi que puede verse en los tráilers.
Habrá quien diga que las series más complejas lo tienen más fácil para aprobar el examen del 2º año, pero puede resultar un hándicap. "The Wire" lo va haciendo muy bien por el momento, incluso "House", aunque siempre corren el riesgo de pasarse de la raya porque la complejidad está toda en su protagonista. Cuando Cuatro la retome, tendremos ocasión de comprobar qué derroteros sigue de cara a la 3ª temporada.

Actualización: La diva de E!, Kristin Veitch, deja en su columna un buen montón de pistas de por dónde irán las nuevas temporadas de muchas series, de "Anatomía de Grey" a "Prison Break", "OC", "Perdidos", "CSI", "24", "Galáctica", "House", "Mujeres desesperadas"... No hay muchos spoilers, pero alguno nos podemos encontrar.

16 septiembre 2006

En pretemporada

En Hollywood también hay pretemporada, como en el fútbol, sólo que el "premio" aquí no es la Liga o la Liga de Campeones, sino el Oscar. Se suele considerar que la temporada de premios que culmina en el Teatro Kodak de Los Ángeles en febrero o marzo empieza alá por finales de noviembre o principios de diciembre, cuando las asociaciones de críticos cinematográficos desperdigadas por todo EE.UU. empiezan a hacer públicas sus listas con los mejores del año. Sin embargo, y desde hace unos pocos años, en septiembre se da el pistoletazo de salida a la pretemporada, el momento en el que las películas con posibilidades de llegar a las ternas de candidatos a los Oscar empiezan a presentarse a los críticos antes del estreno comercial, y para eso no hay nada mejor que un festival de cine.
Venecia era un buen sitio para hacerlo hasta que irrumpió Toronto, un festival de categoría A (los que proyectan películas no estrenadas en ninguna otra parte, como Cannes, Berlín, San Sebastián y Venecia) que aprovecha su cercanía geográfica con Hollywood para que los estudios lo utilicen como primera piedra de toque para sus títulos con aroma de Oscar. Este año, por ejemplo, han desembarcado allí "Todos los hombres del rey"; lo último de Anthony Minghella, "Breaking and Entering"; se ha podido ver algo de "Sicko", la última andanada de Michael Moore contra el gobierno estadounidense; la reunión de Ridley Scott y Russell Crowe en "A good year", y también ha habido espacio para producciones españolas como "Alatriste", "El laberinto del fauno" o "Ficción" de Cesc Gay.
En apenas unas semanas coinciden Venecia, Toronto, San Sebastián (que todos los años tiene unos carteles cinéfilos que a mí me encantan) y el nuevo festival de Roma. Y sólo para empezar. En cuanto entremos en diciembre, la temporada de premios no se ceñirá sólo al cine, sino que también entrará la tele. Los sindicatos de actores, directores, productores y guionistas son, por ejemplo, unos galardones muy considerados dentro de la industria ("Perdidos" se llevó unos cuantos de éstos el año pasado), los Globos de Oro van ganando más adeptos ante la falta de coherencia de los Emmy y después tenemos al American Film Institute, que elige a las 10 mejores películas y 10 mejores programas de televisión del año, y no siempre se decanta por las opciones más fáciles, por decirlo de alguna manera. El año pasado, por ejemplo, además de las inevitables "Brokeback Mountain", "Truman Capote" y "Crash", incluyó en su lista a "Buenas noches y buena suerte", "Una historia de Brooklyn", "Munich", "King Kong", "Virgen a los 40", "Una historia de violencia" y "Syriana". En cuanto a la tele, incluyeron a favoritos de años anteriores como "Deadwood" y "Perdidos", pero también se atrevieron a reconocer a series muy marcadas por el mundo post 11-S (y, en general, olvidadas por los premios), como "24", "Galáctica" "Rescue me" y "Sleeper Cell", y las acompañaron de "House", "Verónica Mars" y "Anatomía de Grey".
Por cierto, y ya que estamos hablando de series, en ninguna de mis múltiples entradas sobre "Galáctica" me acordé de comentar que la serie ha ganado un premio Peabody (para que nos entendamos, una suerte de Ondas a la americana, con más tradición), todo un hito para la ciencia ficción.

15 septiembre 2006

Frikismo planetario

Es tan encantadoramente friki que no me puedo resistir. A través de Microsiervos y Space leo que el planeta enano culpable del descenso de categoría de Plutón, conocido extraoficialmente con el apelativo cariñoso de Xena, ya tiene nombre oficial. La Unión Astronómica Internacional lo ha llamado Eris, que era la diosa griega de la discordia. Su satélite, al que sus descubridores habían apodado Gabrielle, ha recibido el nombre oficial de Disnomia, hija de Eris y que personificaba el desorden civil y la falta de leyes. Resulta curioso que la traducción inglesa de este término griego sea lawlessness. ¿Y cómo se llamaba la actriz que daba vida a Xena? Lucy Lawless. Lo dicho, friki y con sentido del humor.

14 septiembre 2006

De ciencia-ficción

Quizás habréis visto los carteles publicitarios, sobre todo en marquesinas de paradas de autobús, con los que SciFi anuncia su aterrizaje en España. Son todo fotos de actividades cotidianas (pasar el aspirador, coger un avión) con un toque diferente, respondiendo al lema de la campaña, "Por un mundo scifi" (si no recuerdo mal).
La misma tónica se repite en las cortinillas que el canal emite en los cortes publicitarios, algunas con cierta mala leche, pero todas con mucho encanto y siguiendo el mismo lema "If" (si). Aquí os dejo algunas, para que os hagáis una idea, como esta caja con sorpresa...



O esta nueva manera de librarte de las multitudes...



Y para terminar, este anuncio realmente original.



Actualización: SciFi ha empezado también a anunciarse por la tele. He visto un anuncio (el del teletransporte en el aeropuerto) en Cuatro, en los cortes publicitarios de "Médium", serie que patrocina, por cierto, mediante una peculiar mujer-puerco espín-espanta-pesados.

13 septiembre 2006

El P2P salvó a la estrella de la tele

Este verano me he ganado a pulso aún más fama de friki al ir recomendando a mis amistades las series que iba viendo (y no en la tele, precisamente). El resultado es que algunos se liquidaron en dos semanas las segundas temporadas de "House" y "Medium" y todo "Perdidos", los 47 capítulos, enganché a otros a "Prison Break" y a más de uno le entró la curiosidad por ver "La Víbora Negra". Mientras en la tele en abierto todo era revival de concursos y programas de refrito tipo zapping, mi ordenador echaba humo entre las series que me dejaban y las que llegaban del ciberespacio.
Es innegable que, al menos en este territorio, las redes P2P están jugando un importante papel que las productoras parecen vigilar muy de cerca, y no para demandar a sus usuarios, precisamente. Este verano, por ejemplo, Warner anunció que en junio saldría a la venta la primera temporada de "One Tree Hill", una serie-culebrón juvenil de éxito en EE.UU. cuyos derechos de emisión en España tiene TVE. Lo gracioso del asunto es que el pack en DVD iba a empezar a venderse antes de que La 2 hubiera emitido un solo capítulo (al final, lo hizo). Sin embargo, los internautas españoles habían construido una activa base de fans. ¿Cómo? A través del P2P.
Para caso totalmente de estudio, el de "Galáctica". Según se puede leer en Cinco Reyes, la primera temporada empezó a emitirse antes en el Reino Unido (a través de Sky One) que en EE.UU. Sin embargo, los internautas del otro lado del charco fueron viéndola vía P2P y generando un montón de entusiasmo y expectación ante la futura emisión en su país. El boca-oreja fue tan sonado, que cuando SciFi Channel empezó a emitirla, batió récords de audiencia en el canal. En este artículo de Ignacio Escolar se explica el fenómeno muy bien, poniendo además un ejemplo patrio de un programa que se ve más a través de los cortes en YouTube (los Testimonios deben ser de lo más visto) que en Paramount Comedy o en Localia: "La hora Chanante".

12 septiembre 2006

Colgando del acantilado

El título podría ser una tradución muy al pie de la letra de cliffhanger, ese término que hace referencia a los finales abiertos, con emoción, en los que no se solucionan los conflictos de la trama y la suerte de los personajes queda en el aire. Es una manera de crear anticipación ante la siguiente entrega de la historia, y esto lo hacían muy bien los escritores de folletines del siglo XIX, que al publicarse por entregas en las revistas semanales, tenían que echar mano de este recurso para enganchar a los lectores. Así se publicaron las aventuras de Sherlock Holmes, por ejemplo, en el semanario londinense "The Strand" entre 1891 y 1927.
En la tele, un cliffhanger es un recurso bastante habitual para terminar una temporada. En EE.UU., el clásico es aquél famoso de "Dallas", y siguiendo su estela ha habido muchos, muchísimos más. Siempre se suele dejar a algún personaje, preferiblemente protagonista, "colgando del acantilado", pero últimamente, con el auge de las series muy seriales (valga la redundancia), casi es una tradición. Además, a ser posible debe ser un golpe de efecto impactante (o en la jerga yanqui, shocker), que nos deje a nosotros, pobres espectadores, con el alma en vilo. Algunos ejemplos que se me vienen ahora a la cabeza y realmente hicieron que quisiera matar a los guionistas por dejarnos así, como el final de la 2ª temporada de "Expediente X", los de la primera temporada de "Prison Break" y "Galáctica" (que, encima, era un capítulo doble), el de la segunda de "Perdidos" (otro doble, y mucho más cliffhanger que el de la primera), el de la segunda de "Verónica Mars" (¡¡esa maleta!!)... Aparte, por supuesto, de ese gran cliffhanger cinematográfico de "El Imperio contraataca" que nos hizo odiar intensamente aquella cosa extraña llamada carbonita.
Ah, y antes de que se me olvide, la foto es de una película de Sylvester Stallone cuyo título original era precisamente ése, "Cliffhanger". En España se llamó "Máximo riesgo", creo, y la coprotagonista era Janine Turner en sus buenos tiempos de "Doctor en Alaska".

11 septiembre 2006

Cinco años después

Hoy es 11 de septiembre, con todo lo que esa fecha implica. Además, se cumplen cinco años de los atentados contra las Torres Gemelas, en Nueva York, y el Pentágono, en Washington, y por todas proliferan los documentales, reportajes y especiales sobre la fecha. En casi todos se dedica una buena parte a ver cómo ha cambiado el mundo desde entonces, y no sólo en las medidas de seguridad de los aeropuertos.
Al hilo de un libro que se publica esta semana precisamente sobre ese mundo post 11-S, en el que el profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca, Miguel Ángel Huerta, analiza cómo ha reflejado el cine estadounidense los cambios provocados por el 11-S ("Celuloide en llamas. El cine estadounidense tras el 11-S"), y con "United 93" en cartelera y "World Trade Center" a punto de llegar, tampoco podemos olvidarnos de las series estadounidenses que más se han identificado con el 11-S no tanto por contarlo directamente, sino porque su temática, su atmósfera o su evolución está muy ligada a cómo es nuestro mundo tras esa mañana de martes de 2001:
  • Rescue me: Para muchos críticos estadounidenses, esta serie es uno de los mejores homenajes que se han hecho a las víctimas y, sobre todo, a la ciudad de Nueva York. La peripecia vital del bombero Tommy Gavin está marcada por el 11-S, y toda su vida, su rabia y sus problemas están tamizadas a través de ese momento.
  • 24: Lógicamente, una serie cuyo protagonista trabaja en una agencia de lucha antiterrorista tenía que lidiar con las consecuencias del 11-S, sobre todo en el aspecto de hasta qué punto se puede llegar para perseguir una amenaza a la seguridad nacional. En otras series, como "Sin rastro", quedan muy claras las nuevas prerrogativas de los agentes federales, que pueden solicitar todo tipo de registros y datos sin necesidad de pruebas contundentes y, a veces, sin pasar por un juez.
  • The Path to 9/11: Esta miniserie de ficción de la ABC sobre los años anteriores al ataque ha levantado muchas ampollas desde antes de su estreno, porque se consideraba que casi culpaba a las acciones de la Administración Clinton respecto a Al-Qaeda de allanar el camino hacia el 11-S.
  • The Unit: La serie de David Mamet, emitida por la CBS, lidia con otras de las consecuencias de ese día, las guerras de Afganistán e Irak, a través de los soldados de una unidad del ejército.

Para terminar, dos series que no tratan directamente del 11-S o sus consecuencias, pero que serían muy diferentes si ese día no hubiera sucedido nada, "Perdidos" y "Galáctica, estrella de combate". En la primera, la influencia del 11-S estaba mucho más clara en la primera temporada, ilustrada a través de las reacciones de algunos pasajeros ante Sayid. En la segunda, su adscripción a la ciencia ficción le permite hablar del miedo, la venganza, el recorte de libertades, la búsqueda de una esperanza para salir adelante de un modo mucho más libre que si fuera una serie contemporánea. Aun así, no se ha librado de cierta controversia por tratar esos temas, incluso algunos críticos se han llegado a preguntar si no podrían equipararse los cylons a los yihadistas.

10 septiembre 2006

Las verdaderas intenciones de Dharma

Lo primero es lo primero. Esto es un spoiler sobre "Perdidos" del tamaño del Halcón Milenario, sobre todo para quienes no hayáis visto aún la 2ª temporada, así que ya sabéis lo que tenéis que hacer.
Dicho esto, vía Chica de la tele y Microsiervos he visto este vídeo que recoge los 70 pequeños fragmentos que los jugadores de The Lost Experience en Norteamérica han podido ir viendo a lo largo del verano. Se revela el significado de los números (4 8 15 16 23 42) y lo que estaba (¿o está?) haciendo Dharma Initiative en la isla. A mí me recuerda mucho a un cómic del que ya hablamos por aquí hace algún tiempo. Juzgad vosotros mismos.



P.D.: Siguiendo con las tomas falsas, aquí os dejo unas cuantas de "Verónica Mars", además de una visita al set de rodaje, con Kristen Bell como anfitriona.

09 septiembre 2006

Ella es demoledora

El atracón de "Galáctica" (y de información sobre la serie) que me estoy dando este fin de semana ha hecho que me llamara mucho la atención que de los cinco personajes principales de la serie original (el presidente, el comandante Adama, Apolo, Starbuck y Boomer), tres sean mujeres en la nueva versión, y mujeres de armas tomar en general: la presidente Roslin tiene mucho poder y no se arruga en enfrentarse a Adama o a quien haga falta para defender sus posiciones; Starbuck es toda una tipa dura a la que no conviene tener como enemiga (el físico de la actriz, que antes fue nadadora, ayuda perfectamente a dar esa impresión) y la "sorpresita" de Boomer es impagable. A todo esto, hemos de añadir a Número Seis (homenaje, por cierto, de los guionistas a "El prisionero"), para mí, el verdadero hallazgo de la serie, totalmente en la línea de los replicantes de "Blade Runner" (en la que Edward James Olmos era un policía que los perseguía), que aunque se saben mejores y más avanzados que los humanos, y no dejan de ser androides, en realidad desearían ser humanos. Es como una mezcla entre los personajes de Daryl Hannah, Rutger Hauer y Sean Young todos a la vez, lo que resulta ser muy interesante, y tiene el aspecto, y la voz, de las clásicas rubias de Hitchcock, con todo lo que eso implica.
Que el universo de "Galáctica" esté dominado por las mujeres no es casualidad. En estos vídeos de la página del SciFi Channel se va explicando a la perfección las razones de esa decisión, y viendo el panorama televisivo actual, tampoco resulta tan extraño. Si en las series que no se adscriben a ningún género han tomado el control (ahí tenemos "Mujeres desesperadas" y "Weeds"), en la de un género tan marcado "para tíos" como la ciencia ficción tenía que suceder esto también. Ya no son novias, amigas o hermanas de algún protagonista para aparecer en la serie. Son personajes principales porque sí. El cine todavía tiene que aprender bastante de estas series que, además, se están convirtiendo en el refugio de buenas actrices que ya pasan de largo de los 30, o han entrado directamente en los 40, edad en la que los papeles importantes de las películas se olvidan de ellas. ¿Dónde estaría gente Marcia Cross, Mary McDonnell o Marg Helgenberger si no?

08 septiembre 2006

Veneno en la taquilla

El buzz, que dicen los gringos, la expectación ante algo transmitida de boca en boca, es algo muy fácil de crear, pero difícil de mantener. Las majors de Hollywood saben hacerlo muy bien, anunciando los grandes proyectos a bombo y platillo años antes de que empiecen a rodarse, ofreciendo información con cuentas gotas, pero constantemente, a lo largo de todo ese tiempo hasta el momento del estreno final. Luego, si la película tiene los ingredientes suficientes para enganchar al público, ese buzz lleva a mucha gente a las salas el primer fin de semana y, con suerte, aguantas el tirón y ya tienes un taquillazo.
Esto suele crearse a través de las televisiones, las revistas especializadas, las convenciones de cómics... Hasta que "El proyecto de la bruja de Blair" introdujo el poder de Internet.
Así que llegamos al verano de 2006, y nos encontramos con "Serpientes en el avión", una película de serie B protagonizada por Samuel L. Jackson que desde el verano de 2005 era un verdadero fenómeno entre los bloggers americanos. En un país en el que las bitácoras cada vez adquieren más visibilidad (están empezando a jugar un papel importante en las elecciones), en el que quien no tenga un perfil en MySpace casi no existe, que los internautas se interesaran por una película en la que unos mafiosos soltaban serpientes en un avión para matar a un testigo protegido del FBI significaba que ahí había una oportunidad potencial de negocio.
La película iba a llamarse en un principio "Venom" (veneno de origen animal), pero el estudio, New Line, y el director pensaron que, ya que era un verdadero fenómeno en Internet, los internautas podían opinar sobre el título y sobre el guión. Así que el film terminó llamándose "Serpientes en el avión" (lo que ya avisa, desde un principio, de su falta de pretensiones más allá del entretenimiento), y algunas escenas volvieron a rodarse añadiendo más sexo, más sustos y más acción, cambiando la calificación de PG-13 a R. Incluso llegó a añadirse una nueva frase al diálogo de Samuel L. Jackson, acuñada por uno de esos fans ciberespaciales, y que se convirtió en toda una imagen de marca para una película sin estrenar que nadie había visto aún: "¡Quiero esas putas serpientes fuera de este puto avión!".
La bola de nieve cada vez era mayor según se acercaba la fecha de estreno y, de hecho, en su primer fin de semana recaudó unos estimables 15,3 millones de dólares. Estimables, pero bastante lejos de lo que todo ese buzz interneteril hacía suponer a los jefazos de New Line. Al siguiente fin de semana, la recaudación cayó en más de la mitad, y empezaron las críticas. No hacia la película, sino hacia el estudio por haberse tomado tan en serio las bromas, parodias y la charla incesante de los fans y haberse negado a pasar el film a los críticos, lo que, no nos engañemos, emite muy malas señales al espectador, que con semejante título ya piensa de antemano que va a ser una castaña.
El caso es que, probablemente, "Serpientes en el avión" no funcione mal, teniendo en cuenta lo que es, serie B sin demasiadas expectativas, y algunos críticos han sabido valorarla en su justa medida. Quienes al final saldrán escaldados serán los de New Line, por haber creído que podían repetir la jugada de la bruja de Blair cuando aquel caso era algo diferente (para empezar, Sundance fue el verdadero trampolín de todo) y, como bien dicen en este artículo de The Washington Post, aquello fue en 1999. Por cierto, la película se verá por aquí el 29 de septiembre.

P.D.: Sí, señores, Nathan Fillion ("Firefly") y Katee Sackhoff ("Galáctica") son los protagonistas de la secuela de "White Noise", que se estrenará en EE.UU. a principios del año que viene. ¿A quién se le ocurriría semejante idea?

07 septiembre 2006

La fuga

La segunda temporada de "Perdidos" aterriza por fin el próximo miércoles en la Primera. La tercera temporada empieza en EE.UU. el 4 de octubre. Ésta es una de las promos emitidas por la ABC. ¿Qué están haciendo Jack, Kate y Sawyer al final? Hummmm.

Los subtítulos

El colmo del frikismo podría ser buscar por todas partes la versión original subtitulada de una película o una serie que te ha encantado sólo por escuchar las voces originales de los actores. Es lo que tiene que en España todo se doble. Recuerdo la sorpresa que me llevé un año que estuve una semana de vacaciones en Portugal, porque allí las películas y series extranjeras se emiten en versión original con subtítulos (así vi un capítulo de "Frasier" y ese "clásico" de las películas de Antena 3 del sábado por la tarde, "Atomic train"). Y la descacharrante sorpresa que sufrí el verano pasado en Varsovia, al descubrir que en la televisión polaca el doblaje se hace tipo los documentales de naturaleza; con un tío de lo más soso que habla encima de los diálogos originales.
Acostumbrados al doblaje, luego las voces de los actores nos sorprenden. Buena parte del reparto de "Friends" tiene voz de pito, los dobladores de "Los Simpson" son casi idénticos a los estadounidenses y no, aunque Hugh Laurie sea británico, el acento no lo delata en "House" porque habla con acento americano (fácilmente distinguible; parece que tengan una patata caliente en la boca). Eso sí, ves una entrevista de Rowan Atkinson y sorprende que ese señor con esa voz tan grave y tan educada sea luego el payaso de Mr. Bean.
El doblaje también fastidia algunas películas. Por ejemplo, esa pequeña joya que es "Las mujeres de verdad tienen curvas", donde el inglés, el español y el spanglish se mezclan con total naturalidad. O "Anita no pierde el tren", en la que sus personajes saltan del catalán al castellano sin trauma ninguno. Esos saltos idiomáticos nos cuentan también como viven los personajes, y si los perdemos, perdemos una parte de la película.

P.D.: Buscando por ahí he encontrado esta foto, que se merece un "Agudeza visual", sobre todo para los seguidores de series de culto poco (o nada) vistas en la tele en abierto española. ¿Sabríais decir quiénes son estos dos, en qué series se han hecho conocidos y cuál es el motivo de que compartan este plano?


06 septiembre 2006

Antes de los cylons

A principios de octubre empieza la tercera temporada de "Galáctica" y, vía Day Zero, he encontrado unas divertidas recreaciones de sus personajes principales. Dado que es una de las nuevas "obsesiones" de MacGuffin, justo es dedicarle más que unas curiosidades, una pequeña sesión de fotos de anteriores trabajos de algunos de sus protagonistas.

Éste es un clásico para empezar: Edward James Olmos como el teniente Castillo de "Corrupción en Miami".

Mary McDonnell puede presumir de haber estado nominada al Oscar (a la mejor secundaria). Fue en 1991, por "Bailando con lobos". Volvió a estar nominada dos años mas tarde por su estupendo trabajo en "Passion fish", de John Sayles.

El de la derecha es James Callis, que antes de ser el doctor Gaius Baltar fue uno de los amigos de Renée Zellweger en "El diario de Bridget Jones".

Y éste es Jamie Bamber, que también dio vida a un soldado, pero de la Segunda Guerra Mundial, en "Hermanos de sangre".

Sólo me ha faltado por encontrar una foto de la única que de verdad es una cylon, Tricia Helfer, en el impactante episodio final de la segunda temporada de "CSI", "The hunger artist", donde era una modelo que se automutilaba hasta morir.

05 septiembre 2006

El estilo de Miami

La noche del lunes sigue siendo para "CSI", aunque los chicos de Grissom se pasen a AXN para el invierno y hasta primavera no vuelvan a Telecinco. Horatio y Mack vuelven a la carga y, tras los episodios de ayer, se hace evidente que la más firme heredera del estilo de "Corrupción en Miami" es "CSI: Miami"; esos planos ralentizados, esa fotografía que te hace sentir el calor de Florida, esas tomas de la ciudad...
Yo cada vez soporto menos a Horatio, así que ya sólo veo trozos sueltos de su serie (porque es suya con todas las de la ley) esperando a que empiece "CSI:NY", que es la que más me gusta de las dos. Y eso que de las tres franquicias es la que tiene menos personalidad, pero resulta una serie entretenida con algunos toques de esos diálogos irónicos marca de la casa de Las Vegas, y le tengo cierto cariño al dúo Mack-Stella. Además, los casos son directamente para Mulder y Scully, bastante más raritos, a veces, que a los que se enfrenta el propio Grissom (y eso que ellos tuvieron un buceador encima de un árbol en medio del desierto). Eso sí, aquí gana más peso el lado más policial, un poco en detrimento del procesado de las pruebas. Pero pueden presumir de tener a su propio aprendiz de Grissom, el doctor Hawkes, una Espasa ambulante que, además, sigue los pasos de Gregg Sanders y empieza a trabajar sobre el terreno.
Y en esta segunda temporada hay una nueva incorporación, la detective Lindsay Monroe, interpretada por Anna Belknapp, a la que también vimos en "Medical Investigation". Parece que va a ocupar el hueco dejado por algún personaje...
Por cierto, y en el apartado de curiosidades, Melina Kanakaredes (Stella Bonasera) también pasó por "Policías de Nueva York", como David Caruso y la efímera Kim Delaney, y antes de empezar "CSI: NY" fue Sally Bowles en la producción de "Cabaret" montada originalmente por Sam Mendes. Y ella no es de los neoyorquinos del reparto, para eso ya están Carmine Giovinazzo (Danny), Vanessa Ferlito (Aiden) y Eddie Cahill (Flack).

04 septiembre 2006

Lucas contraataca

Nuestro querido George Lucas ha decidido seguir exprimiendo su particular gallina de los huevos de oro, y aquí tenemos la trilogía original de "La guerra de las galaxias" de nuevo en DVD, sólo que esta vez cada película se vende en una edición de dos discos, uno con la versión retocada y restaurada que se reestrenó en 1997 y otro con las películas tal y como se proyectaron originalmente en los cines, lo que, hasta ahora, sólo había estado disponible en VHS, y de eso hace mucho, mucho tiempo.
Yo descubrí las películas así, en una caja azul editada creo que en 1990. No sé cuántas veces las he visto (tampoco sé las veces que he visto "La carrera del siglo"), y de verdad que el frikismo de MacGuffin tiene su origen en esos visionados incuantificables. Por supuesto, me sé algunos diálogos (no en los idiomas raros, eso ya es enfermedad, je, je), y también fui a ver ( y el día del estreno) la nueva trilogía, aun sabiendo que ni se acercaría al nivel de las originales. Prefiero a Han Solo antes que a James T. Kirk, que me lleva una pinta de chulo-playa un poco peligrosa, la verdad, y mi preferida es "El Imperio contraataca", una segunda parte que no sólo mantenía el sentido de la aventura y la imaginación de la primera, sino que la superaba con una trama y un final de órdago a la grande. Además, para una fan de los diálogos rápidos y punzantes de las comedias y películas noir de las 30 y los 40 como yo, los intercambios de "golpes" entre Han y Leia son un verdadero festín, donde se nota la mano no sólo de Lawrence Kasdan, sino, y sobre todo, de Leigh Brackett, primera autora del guión de este episodio V que falleció poco después de escribir esa primera versión, sobre la que trabajó Kasdan para darle su configuración final.
Guionista de la época dorada de Hollywood, que participó en el libreto de el "El sueño eterno" junto a William Faulkner y Jules Furthman, con el que trabajaría de nuevo en "Río Bravo", y una escritora de ciencia ficción que también sería guionista de algunos episodios de "La hora de Alfred Hitchcock", su mano queda visible en diálogos como éste entre Han y Leia, que explica muy bien lo que venimos intuyendo desde el principio:
HAN: Vamos, admítelo. A veces piensas que tengo razón.
LEIA: Ocasionalmente... Quizás... Cuando no te comportas como un sinvergüenza.
HAN: ¿Sinvergüenza? ¿Sinvergüenza? Me gusta cómo suena...
LEIA: Para.
HAN: ¿Que pare qué?
LEIA: Para... Mis manos están sucias.
HAN: Mis manos también están sucias. ¿De qué tienes miedo?
LEIA: ¿Miedo?
HAN: Estás temblando.
LEIA: No estoy temblando.
HAN: Te gusto porque soy un sinvergüenza. No hay suficuentes sinvergüenzas en tu vida.
LEIA: Resulta que me gustan los hombres decentes.
HAN: Soy un hombre decente.
A lo que Leia apenas responde "no lo eres" antes de que Han le plante un beso. Junto con el "Te quiero - Lo sé" improvisado por Harrison Ford, y ese gran "Házlo o no lo hagas, pero no lo intentes" de Yoda ("Yo soy tu padre" merece una mención aparte), queda claro por qué algunas segundas partes sí son buenas.


03 septiembre 2006

Las sombras del imperio

El imperio español en el siglo XVII era un gigante con pies de barro, un gigante que se extendía por América, Europa y parte de Asia, pero cuyos habitantes eran pobres de necesidad y sus gobernantes se repartían el oro americano entre ellos, viviendo en su burbuja. Con este telón de fondo, no es de extrañar que la figura del capitán Alatriste sea trágica, que su empeño por salir adelante esté teñido del convencimiento de que, si no muere en la guerra, un día, en un callejón, otro espadachín a sueldo terminará con su vida.
Adentrándose más en las sombras que en las luces, "Alatriste" es una película de aventuras con algo más, un algo más que no es fácil de definir y que viene dado por los escenarios, por esa fotografía sacada directamente de los cuadros de Velázquez y por ese Viggo Mortensen que es la viva imagen del héroe cansado (incluso con ese raro acento que va y viene), que logra que, nada más empezar la película, ya no veas al actor, ni a Aragorn (que por cierto, no es tan lejano a esta película como pudiera parecer), sino a Diego Alatriste. No creo que pueda separarse ya su cara y su planta del capitán de Arturo Pérez Reverte.
Por lo demás, estoy convencida de que a los fans de los libros les va a decepcionar (siempre pasa, por más que se insista en que cine y literatura son dos cosas diferentes), pero es una buena película, con unos actores muy creíbles (lo de Juan Echanove y Javier Cámara es de premio, pues parecen de verdad salidos directamente del Museo del Prado), una buena ambientación y unas escenas de acción realmente muy logradas y muy cinematográficas, con algunas notas a lo "Apocalypse Now" y un duelo de western entre Malatesta (vaya tambiém con Enrico Lo Verso) y Alatriste.

P.D.: Por cierto, que el estreno en León fue verdaderamente multitudinario, y Viggo Mortensen parecía genuinamente emocionado y agradecido por las muestras de cariño que le dedicaba toda la gente (y había mucha) que lo esperó durante más de tres horas a las puertas del cine Emperador. Claro, que Viggo se ha convertido en el mejor embajador que León podía encontrarse (Díaz Yanes suspira resignado cada vez que akguien se lo menciona), con lo que no es de extrañar que el ayuntamiento lo haya hecho hijo adoptivo. En el estreno saludaba al público con el mismo pañuelo que usa Alatriste en la película y que, cosas del azar, es del mismo color que la bandera de León. Si queréis ver un poco cómo fue todo, en YouTube hay un vídeo que lo muestra bastante bien.

01 septiembre 2006

Por una bofetada

He de reconocer que nunca me gustó Glenn Ford, uno de los últimos representantes de la época dorada de Hollywood, que falleció hace un par de días, y cuyo nombre estará para siempre ligado a la bofetada que le dio a Rita Hayworth en "Gilda". No terminaba de convencerme, y eso que fue un estimable actor en películas de cine negro, como la propia "Gilda". Sin embargo, en el otro género que le dio fama, los westerns, yo no le veía la gracia. Tal vez porque el que le dio más notoriedad, "Cimarrón", me parece excesivamente largo y un pelín aburrido.
Qué se le va a hacer, no pueden gustarte todos los actores del cine clásico. Tampoco puedo soportar a Charles Boyer, que me parece demasiado afectado, pero eso no quita para que "Luz que agoniza" sea una de mis películas favoritas, y que él sea un malo muy acertado. Y Jennifer Jones tampoco es santo de mi devoción; de esas actrices guapas y misteriosas, prefiero a Gene Tierney. También Laurence Olivier me resulta a veces demasiado histriónico y pedante, en plan "soy el mejor actor del mundo, y lo sé", pero su mujer durante cierto tiempo, Vivien Leigh, me parece una actriz con gran magnetismo, aunque la pobre fuera bastante inestable mentalmente.
A veces pasa que, cuando nos hablan de un actor o una película clásicos, verdaderos tótems de la historia del cine, damos por sentado que son buenos y nos deben encantar, cuando no tiene porqué ser así. A mucha gente no le gusta "Casablanca" (a mí me encanta, qué le vamos a hacer), y "Ciudadano Kane" se le hace pesada (de Orson Welles, yo prefiero "Sed de mal"), o de "Lo que el viento se llevó" sólo les gusta la primera parte, hasta el incendio de Atlanta (es que luego Escarlata puede resultar bastante pesadita). Quizás porque hemos oído hablar tanto de ellas que, cuando por fin las ves, a veces te llevas un chasco.
Sin embargo, hay otras películas de esas décadas doradas de Hollywood con las que los críticos dan menos la matraca y que son verdaderas delicias. Así, a bote pronto, se me ocurren "La cena de los acusados", un whodunit humorístico y con mucha clase con una pareja protagonista sensacional (William Powell y Myrna Loy) y basado en un libro de Dashiell Hammett; "La escalera de caracol", una intriga absorbente y muy bien llevada por Robert Siodmak, aunque su protagonista me cargue un poco; "Mamá nos complica la vida", una comedia divertida y sutil con una Kay Kendall tremenda y, de entre todas las películas de aventuras de época que se hicieron en los 50, yo me quedo con "El halcón y la flecha". Donde esté Burt Lancaster, que se quite Errol Flynn.