22 marzo 2007

Cambia algo para que todo siga igual

Con esto de elegir a los mejores personajes de la televisión, hay un aspecto que no comentamos y que, últimamente, es la enseña de algunas de estas nuevas series de éxito: la evolución de los personajes. Hemos señalado algún caso de un personaje que vemos cambiar, aunque sea muy sutilmente, a lo largo de los capítulos, pero, por lo general, los protagonistas de una serie no evolucionan. Son el ancla sobre la que gira todo, así que se mantienen esencialmente inalterables, a no ser que se quiera dar un giro a la dirección que lleva la serie (en "Galáctica", de esto saben un rato). Lógicamente, estos cambios conllevan un riesgo, y han de medirse bien. Si Scully empieza a creer en marcianos, por ejemplo, "Expediente X" ya va de capa caída.
Valga también este comentario para esos amagos de evolución (clásicos, por cierto) que vimos el martes pasado en "House", con el cierre de la subtrama del detective Tritter. Parece que va a ser tónica general en los episodios que quedan; hacernos creer que House se vuelve más humano para al final volver a ser el borde adicto a la Vicodina de siempre.

¿Cómo conjugar una serie de larga duración con unos personajes casi inalterables? Puedes hacer que las situaciones que los rodean sean diferentes (que Chandler y Mónica se casen, por ejemplo, o que Daphne descubra que a Niles siempre le ha gustado). Una telecomedia tiene mucho de fórmula, así que este recurso es muy habitual. Los dramas pueden optar por esa frase tan manida de "renovarse o morir", y teniendo en cuenta que, desde hace ya unos años, los personajes en televisión son más interesantes que en algunas películas porque son más complejos y los vemos ir evolucionando a lo largo de los episodios, este camino se ha convertido en más habitual de lo que era antes. Lo que no quiere decir que en series como "Canción triste de Hill Street" los personajes se mantuvieran siempre igual. Ésta fue una de las pioneras en el desarrollo de los protagonistas como se entiende actualmente.

De todos modos, y como decíamos, siempre tendrás algo que se mantendrá inamovible, ya sea la trama o a algún protagonista. Y las cosas pueden cambiar mucho de una temporada a otra. En una serie como "Héroes", si en la primera temporada los personajes van descubriendo sus poderes y aprendiendo a vivir con ellos, es normal que muchos de ellos la terminen siendo diferentes. El truco está en seguir haciendo eso sin traicionar los principios del programa una vez que las presentaciones han terminado.

7 comentarios:

Álex dijo...

Una de las mejores series que supo hacer evolucionar a sus personajes sin que estos perdiesen su esencia fue Buffy.
Si a lo largo de las temporadas no cambian, termino por cansarme. Me pasó con Expediente X, que a lo largo de los años los personajes seguían casi igual después de todo lo que habían visto y vivido. No me resultaba para nada creíble.

jazzman dijo...

Está claro que como comentas lo mejor es cambiar de forma paulatina y sin traicionar a lo que fueron al principio. El caso de Mónica y Chandler es muy claro, su situación cambió pero ellos como personas no, bueno, Chandler "dejó" de fumar ;-)

El caso House me llamó mucho la atención, justo cuando creía que íbamos a ver un nuevo House, otra vez a lo mismo. Por lo menos ahora está subordinado aún más a su jefa y eso va a dar mucho juego, su posición en el hospital ha cambiado, aunque el siga igual.

Héroes veo que es la serie que más cambios tendrá, y eso hace que al principio te guste un personaje pero por su evolución te deje de gustar. Es lo que me ha pasado con Mohinder, su evolución no me gusta nada.

Saludos!

Unknown dijo...

Uff, con Héroes yo estoy un poco cardo y a muchos de sus personajes los querría asesinar. Nikki me pareció muy interesante al principio, pero ahora es una petarda.

Adriii dijo...

Es bueno que los personajes evolucionen con la trama.. eso es lo humano no??

pero hay ciertos personajes que no estan echos para evolucionar.. Joey no podía evolucionar, haría que la serie no fuese lo mismo...

En cuanto a house.. la verdad es que se veía a la legua que el tio estaba de farol.. house es uno de esos personajes que no pueden cambiar.. mas que nada porque las cuatro patas de la mesa que sostiene la serie las tiene él y a la gente le gusta por como es.. si house empezara a ser mas humano o mas bueno la gente no se lo creería, eso lo primero, y la serie perdería su encanto...

Fernando dijo...

Adriana tiene razón. ¿Os imagináis a House llorando como una nenaza? Aunque por lo menos eso daría para una promoción ¡House llora! al estilo de la de ¡Garbo ríe que se hizo para Ninotschka.

Unknown dijo...

¡Qué bueno, kingo, qué bueno! :-)

Anónimo dijo...

Bueno, entre "llorar como una nenaza" y demostrar que tiene sentimientos hay una cierta distancia. Sobre todo, porque yo al menos estoy convencida de que House sí que tiene sentimientos (su amistad con Wilson para empezar, y algunos rasgos de generosidad que ha demostrado en algunos capítulos, especialmente, cuando nadie se iba a enterar y/o cuando el personaje que tenía enfrente se había ganado su respeto. Por ejemplo, recuerdo el caso de un niño al que miente haciéndole creer que ha sido él quien lo ha entregado a los Servicios Sociales, para que siga creyendo en su madre, la verdadera "culpable". O en un capítulo reciente, con el curioso personaje de la enana que los tenía tan bien puestos) Que House intente mostrarse ante todos como una roca, imperturbable y cabrón, significa sólo que no exterioriza lo que le pasa ni aunque lo maten, no que no le "pasen" cosas por dentro.
Por lo demás, totalmente de acuerdo en que gran parte del valor de una serie estriba en unos personajes interesantes, es decir, complejos y en evolución. El caso de Buffy es sorprendente porque presentó personajes magníficos, mucho más de lo que se podía esperar de sus premisas de partida. Y Joey... pues también de acuerdo. Es un tipo simpático y sin complicaciones. Si cambiara (si pudiera cambiar), los planteamientos de su serie se vendrían abajo. Igual que con el resto de sus compañeros de Friends, que pueden establecer relaciones distintas, pero en esencia, siguen siendo los mismos: Ross inseguro; Rachel, caprichosa; Mónica, maniática, Phoebe, fantasiosa...