31 marzo 2009

El baúl de los recuerdos

Uno de los aspectos en los que hay que mentalizarse al enfrentarse a una serie con más de 10 años es en las pintas de los actores. La "Star Trek" original no puede negar que fue rodada en los 60, con esas minifaldas a lo Twiggy y esos peinados de "quinto Beatle". Las tramas de muchas de ellas pueden haber envejecido con mayor o menor dignidad (o mostrar claramente que son hijas de su tiempo, pero de eso ya hablaremos en otra ocasión), pero el look resiste peor el paso del tiempo, sobre todo en cualquier aspecto relacionado con el vestuario.

Por un comentario de Elena y mi próximo revisionado de "Twin Peaks", han empezado a surgir imágenes de esos modelazos que, en su época, causaban furor (o no tanto), y que ahora se califican piadosamente como vintage, por no colgarles a alguno directamente la etiqueta de hortera, algo que Don Johnson en "Corrupción en Miami" era ya en los 80 (los trajes brillantes de Phillip Michael Thomas también se las traían). Viendo la primera temporada de "Friends", por ejemplo, cuesta creer que el peinado de Rachel fuera de lo más solicitado en las peluquerías yanquis, y la cabellera más vigilada de la tele hasta que Keri Russell se cortó el pelo en "Felicity". No es tan impactante como los modelos de Cybill Shepherd y Bruce Willis en "Luz de luna", o los trajes que la pobre Scully tiene que soportar durante yo diría que prácticamente cuatro temporadas de "Expediente X". Vale que había que hacer parecer mayor a Gillian Anderson, pero aquello era un castigo.

Pero para tendencias extrañas de moda, el conjunto vestido-botas militares de Brenda Walsh. Tampoco "Sensación de vivir" podía negar que era de los 90. Es que hicieron mucho daño.

P.D.: Ya que el título de la entrada viene de esta canción de Karina, y que la ABC estrena su remake de "Cupid", alguien debería enviarle a Rob Thomas otra canción de Karina para que la usen en los títulos de crédito, "Las flechas del amor".

30 marzo 2009

El omnipresente Munch

En mi revisionado de la quinta temporada de "Expediente X", me he topado con uno de los personajes más utilizados de la historia de la televisión estadounidense: el detective John Munch. Interpretado por Richard Belzer, ostenta el récord en cuanto a apariciones en diferentes series (ocho) en cadenas distintas (cuatro), y en el caso de "Expediente X" es sólo un pequeño cameo interrogando a Byers en "The unsual suspects", un episodio que nos cuenta cómo los Pistoleros Solitarios conocieron a Mulder.

Nuestro amigo Munch "nació" en la serie "Homicidio", basada en un libro de David Simon, creador de "The Wire", que seguía a un grupo de policías de Baltimore. Su crossover con "Expediente X" no es el único que la serie hizo con otros programas, porque los tuvo hasta en tres ocasiones con "Ley y orden" y con "Chicago Hope". Tal vez por eso, cuando "Homicidio" terminó, en 1999, Munch se mudó a Nueva York y pasó a formar parte del elenco de "Ley y Orden: UVE", donde todavía forma una peculiar pareja con el personaje que interpreta Ice-T. Pero sus mudanzas no acabaron ahí, porque esa cara tan inconfundible se ha asomado por la serie policíaca de UPN, "The beat" (por la que andaba un joven Mark Ruffalo), por "Law & Order: Trial by jury" (la única de las franquicias que se estrelló estrepitosamente), uno de los últimos episodios de "The Wire" e, incluso, en "Arrested Development". Ahora se rumorea que podría saltar el Atlántico y aparecer en alguna de las franquicias europeas de la serie, bien "Paris Enquêtes Criminelles" o "Law & Order UK".

Casi todas estas apariciones se deben a los contactos entre los creadores de las series o a bromas privadas. No pueden llamarse más que cameos en bastantes ocasiones, como aquél que George Clooney y Noah Wyle hicieron en "Friends", haciendo de médicos, pero obviando los nombres de Ross y Carter, sus personajes en "Urgencias".

29 marzo 2009

Dios está en los detalles

"El buen dios está en los detalles". Es una frase que se atribuye a Gustave Flaubert y que luego hizo aún más conocida el arquitecto Mies Van Der Rohe. En ambos casos, se refiere a que es en esos detalles donde está la posibilidad de hacer algo diferente, donde se pueden encontrar nuevas oportunidades. Estos días me he dado un verdadero maratón de series de policías (incluyendo "Red Riding", que es otra cosa muy diferente, y de la que ya hablaremos cuando la termine), de las que me suena que ya dijimos que, en parte, son todas prácticamente iguales. Sólo son esos pequeños y elusivos detalles las que pueden "salvarlas" y diferenciarlas del resto del grupo o, al menos engancharte para que sigas viéndolas.

"Law & Order UK" está resultando un transplante bastante fiel de la "Ley y orden" original a las calles de Londres. Tiene sus alusiones locales (al West Ham United o al gobierno de Margaret Thatcher), pero viene a ser una digna heredera de la serie de la NBC. Le vendría bien un poco de personalidad propia, pero por ahora, no está mal. Apenas hay banda sonora, está rodada cámara en mano y, muchas veces, en la calle, y sí ha logrado que los tres policías sean mucho más entretenidos que los fiscales. De hecho, éstos están mejor cuando interaccionan de algún modo con los policías, incluyendo ligerísimas insinuaciones del personaje de Jamie Bamber al de Freema Agyeman. Pero en esta serie lo que importa es el caso y, aunque no lo parezca, cómo afecta a los acusados, a los testigos, incluso a veces a los propios implicados en su resolución. "Law & Order UK" sería el policía by the book, el que siempre sigue las reglas de esas clásicas parejas de investigadores en los que uno es serio y el otro excéntrico.

"Castle" intenta ser ese compañero peculiar, lo mismo que "El mentalista", pero falla justo en la parte en la que el procedimental de la CBS ha acertado; en los secundarios, y más concretamente, en el equipo que trabaja con la policía protagonista. Aunque ninguna de las dos puede evitar los deja vu hacia otras series. La relación entre Beckett y Castle quiere, y no puede, ser como la de Brennan y Booth en "Bones", y la niñera encontrada en la lavadora de hace dos semanas bien podría haber sido uno de esos asesinatos en sitios peculiares que se han convertido en la especialidad de "Life". Del mismo modo, el cadáver que cae del cielo en medio del desierto en el último capítulo de "El mentalista" era muy "CSI" (sólo que ellos encontraron un buceador encima de un árbol, pero tampoco vamos a ponernos quisquillosos). Éstos han conseguido que las interacciones entre los investigadores del CBI sean mucho más entretenidas que al principio, incluso la relación entre Jane y Lisbon es menos fría que antes (aunque Robin Tunney siga siendo muy sosa), y se han sacado la manga la situación más divertida de seguir; el "quiero y no puedo" (will-they-won't-they, dicen los yanquis) entre Rigsby y Van Pelt. Ahí está la TSNR de esta serie.

Respecto a "Castle", soy fan de su madre y de su hija, por muy arquetípicas que sean con sus papeles intercambiados, y Beckett sigue sin convencerme. Es una serie totalmente inocua, más divertida en estos siguientes episodios que en el piloto, pero por esa cualidad de 27% de Nathan Fillion. No acabo de ver la pareja que forman Fillion y Stana Katic y, como he dicho, sus dos compañeros a veces son demasiado cabezas-cuadradas hasta para ser policías. A Fillion le pasa un poco como le ocurría a Damian Lewis al principio de "Life", que él era toda la serie. Ahora, es inconcebible ver a Crews sin Reese (SPOILER: Otra que, como Olivia en "Fringe", acaba de ser scullyeada. No hay mejor manera de ocultar un embarazo que un secuestro, ¿eh?).

Dicho todo esto, tampoco es un secreto que, para mí, la mejor serie de policías actual es "The Closer", pero hasta el mes de junio no empezará la quinta temporada. Ésta sí que exprime bien ese "Dios está en los detalles".

P.D.: No he podido resistirme. La foto corresponde al coche que Patrick Jane conduce, un Citroën DS21, también conocido como "tiburón". Es coche de mal de James Bond, ¿o no?

Música de la semana: El último episodio de "Perdidos" nos enseñó a Oldham, el torturador residente de la Iniciativa Dharma en 1977. Su apellido, por cierto, puede referirse a un buen montón de cosas; desde músicos, a una ciudad industrial del norte de Inglaterra, un condado de Texas o una empresa de productos químicos. Hay quien cree que, no obstante, hace referencia a Will Oldham, más conocido como Bonnie "Prince" Billy, un actor y cantautor estadounidense. Pero no va a ser su música la que elijamos, sino "I can't give you anything but love", el standard de jazz, en versión de Billie Holliday, que Oldham escucha cuando Horace y su grupo le llevan a Sayid.

27 marzo 2009

Los cylones de Joss

ALERTA SPOILERS: Por si no habéis llegado a "Man on the street", el capítulo de "Dollhouse" que Joss Whedon dice que cambia la serie (o, en palabras de Alan Sepinwall, "que curará a los enfermos, dará de comer a los hambrientos y vestirá a los desnudos"), he de avisaros de que no sigáis a partir de este punto.

Eso no son "muñecos", Joss. Eso son cylones. En lugar de morir y descargar su conciencia en otro cuerpo reciben directamente otras personalidades a lo Matrix, que luego les son borradas, pero básicamente viene a ser lo mismo. Eso, o un montón de zombies hipnotizados a lo "El mensajero del miedo" (que es una idea muy de la Guerra Fría), con sus agentes durmientes y su infinita capacidad para el engaño y la manipulación.

Es cierto que a "Dollhouse" le ha costado arrancar, Los primeros episodios se han dedicado a mostrarnos cómo son las misiones que Echo debe cumplir, con desigual resultado, y una vez se ha establecido el proceso y el funcionamiento básico de la organización, ya podemos empezar a saber algo más de ese misterioso Garganta Profunda que ayuda a Ballard y de su asistente en la Casa, que utiliza a la propia Echo para transmitirle mensajes al agente mediante pequeños "fallos" en su programación. Desde luego, no esperaba que la vecinita fuera una espía activada por control remoto (¿será Constantinopla la próxima palabra mágica?), así que esto cambia las cosas.

Ya tenemos también una conspiración global que, probablemente, va mucho más allá de estar al servicio de millonarios excéntricos (¿serán los muñecos como las vainas de "La invasión de los ladrones de cuerpos"?), y un Ballard todavía más Mulder que nunca, solo contra todo el mundo, obsesionado en la persecución de la Verdad, dispuesto a cualquier cosa por descubrir qué se trae entre manos la organización que controla las Casas de Muñecas. Y luego está Alpha, el que parece que es el misterio de esta primera temporada a cuyo ecuador ya hemos llegado. ¿Es él el que le ha mandado a Ballard la información sobre Caroline? ¿Tiene contacto con el topo dentro de la Casa? La señorita DeWitt da la sensación también de saber más de lo que aparenta.

La serie, desde luego, tiene muchos frentes abiertos: las misiones de Echo, la investigación de Ballard, el lento aprendizaje de los muñecos (aunque no debería ocurrir), la identidad y los propósitos de Alpha... Que todos los activos lleven por nombre una letra del alfabeto militar estándar de la OTAN no puede ser coincidencia.

26 marzo 2009

En segundo plano

¿Cuántas veces no habéis visto en una serie un personaje muy, muy secundario que os encanta, de ésos que roban limpiamente todas las escenas en las que salen? No me refiero a un Barney Stinson, sino más bien a un Miles de "Perdidos", que no aparece mucho, pero se sale cada vez que lo hace (debe tener las mejores borderías de la serie, con permiso de Sawyer). Estos personajes casi episódicos pueden ser simplemente una anotación a pie de página de la serie o, por el contrario, convertirse en un motivo añadido para ver el capítulo en el que salen.

- Caroline Julian ("Bones"): Es una lianta que chantajeó a Brennan para el famoso beso del muérdago, pero además es divertida, borde, directa, la mejor para meter en vereda a los cerebritos del Jeffersonian, cherie. Cada vez que aparece en "Bones", en mi casa sólo nos falta aplaudir. Con ella entraría el secundario que más estoy deseando volver a ver, el psicólogo de Booth en la segunda temporada, Gordon Wyatt (o lo que es lo mismo, Stephen Fry).

- Karen McClusky ("Mujeres desesperadas"): Sólo por aguantar a los niños de Lynnette se merece el cielo. Aunque los aguanta de esa manera especial suya, con mucha retranca y diciéndole a todo el mundo lo que no quiere oír. Tengo muy abandonadas a las marujas, pero vería un spin off protagonizado por la McClusky de cabeza.

- Sherman "Doc" Cottle ("Galáctica"): El House de la Flota Colonial, sarcástico, fumador empedernido incluso en las operaciones, leal y con sólidos principios y poco dado a impresionarse con nada ni nadie. Todas sus escenas con Roslin son sensacionales (sobre todo la última). Lo mejor de todo es que no sabemos su nombre de pila hasta casi el final de la serie. No es ningún secreto que yo quería que fuera el Quinto Cylon.

- Agente Pendrell ("Expediente X"): Con el revisionado de la cuarta temporada, he recordado a ese pelirrojo técnico de laboratorio del FBI que empieza a ayudar a Mulder y Scully a la mitad de la tercera entrega. Al pobre le gustaba Scully (otro como Frohike), lo que lleva a que Mulder se meta con él ("La agente Scully tiene una cita... Con un hombre muerto"). Los Pistoleros Solitarios son mis favoritos de largo, pero Pendrell gana puntos extra por salvarla la vida a Scully.

- Ranjit ("Cómo conocí a vuestra madre"): El taxista de Bangladesh más dispuesto a llevarte por toda Nueva York persiguiendo cualquier cosa extraña que se te ocurra. Sale muy poco para mi gusto. Queremos que Ranjit sea el chófer oficial de Barney.

- Eddie ("Frasier"): Sí, es un perro, uno que pone muy nervioso a Frasier porque se sienta muy quieto y lo mira fijamente, que se deprime si le esconden a su Barbie y que va con Martin a todas partes. En realidad, su puesto en esta lista está empatado con Marys, la ex-mujer de Niles, y tal vez el mejor personaje que nunca vemos de la televisión.

- Actor Secundario Bob ("Los Simpson"): Por muchos planes malvados que haga, mucha risa mefistofélica y mucho savoir fare que pretenda tener, en realidad el pobre Bob es una mente criminal de pacotilla, un payaso humillado por Krusty que sólo busca reconocimiento, y un tipo francamente divertido. Su doblador en EE.UU. era Kelsey Grammer.

25 marzo 2009

El rey del cameo

Alfred Hitchcock es, en este rincón bloguero, uno de los santos patrones (por si no os habíais dado cuenta), así que la asociación con él era inevitable en cuanto se habla de cierto aspecto muy concreto de los últimos cinco minutos de "Galáctica". Hitch tenía la costumbre de aparecer fugazmente en buena parte de sus películas. Empezando en "El enemigo de las rubias", en 1926, el director hizo cameos en 37 de sus películas, casi siempre al principio para no distraer al público, que adquirió también la costumbre de buscar a Hitchcock por todas partes y descuidar la trama.

Esos cameos son parte de la personalidad vacilona, y retorcida, que tenía este director. En algunos es, simplemente, un transeúnte, en otros se atreve a hacer pequeñas bromas privadas, y en casi todos hay algún componente simpático de su aparición, como llevar en muchos algún instrumento de cuerda. El de la foto de arriba corresponde a "La venta indiscreta", por ejemplo. Los más ingeniosos, claro, son aquéllos en los que había que justificar su presencia en un entorno aislado y, tal vez, el mejor sea el de "Náufragos", en el que su foto se ve en un anuncio de adelgazamiento de un periódico. Pero lo mejor es verlos en acción, con esa "Marcha funeral para una marioneta" de Charles Gounod. No están todos en el vídeo, pero no os perdáis tampoco el de "Topaz", y la mirada que le echa Cary Grant en el de "Atrapa a un ladrón".

24 marzo 2009

Penalties

1.- El guionista Peter Morgan se ha ganado el título de cronista más o menos oficial de la historia reciente británica, con alguna excursión al otro lado del Atlántico y casi siempre con la inestimable presencia en pantalla de Michael Sheen. Suyo fue el guión de "The deal", que exploraba la relación entre Tony Blair y Gordon Brown y cómo llegaron a un acuerdo para que Blair fuera el candidato laborista a las elecciones y, eventualmente, Primer Ministro. Escribió "El último rey de Escocia" y repitió con Stephen Frears, y Sheen como Blair, en "The Queen", guionizó las entrevistas que dieron pie a "Frost/Nixon" y ahora se atreve con el fútbol en "The Damned United", una película que cuenta los 44 días al frente del Leeds United de Brian Clough, un entrenador mítico en las islas. ¿Quién interpreta a Clough? Michael Sheen, por supuesto.

2.- Ya que hablamos de fútbol, la historia de la canción "You'll never walk alone", que el Liverpool y otros clubes, como el Celtic de Glasgow, utilizan como himno, es realmente curiosa. Escrita en 1945 originalmente para el musical "Carousel", de Richard Rodgers y Oscar Hammerstein, era la que cerraba el show y servía como confort de los personajes, envueltos en una trama bastante trágica de obreros en la Inglaterra de la Revolución Industrial. Se canta primero en un funeral y luego en una graduación, razón por la que, en Estados Unidos, empezó a cantarse en las graduaciones del instituto. Elvis Presley, Frank Sinatra y Judy Garland, entre muchos otros la han cantado. No fue adoptada por los hinchas del Liverpool hasta los 60, cuando el grupo Gerry & The Pacemakers la versionó y se hizo tan popular, que se ha convertido en el lema del club. De todos los partidos en los que se ha cantado, tal vez en pocos resultara tan emocionante como al principio del de Liga de Campeones que Celtic de Glasgow y Barcelona jugaron la noche del 11 de marzo de 2004.

3.- El final de "Galáctica" va a seguir coleando aún bastante tiempo, pero no vamos a ponernos ahora a diseccionarlo plano por plano. Si yo no recuerdo mal, creo que ya os hablé alguna vez del videoblog de David Eick, unos pequeños segmentos para la web oficial de Sci Fi que documentaban algunos aspectos de la realización de la serie desde la segunda temporada. De los últimos, es especialmente curioso el de la primera lectura con los actores del guión del último episodio, porque al final hasta Ron Moore derrama alguna que otra lágrima. Hay algunos bastante interesantes y otros llenos de tontunas francamente divertidas, como uno de la tercera temporada, que no soy capaz de volver a encontrar, en el que James Callis se dedica a imitar a Edward James Olmos y Mary McDonnell. O cualquiera que involucre a Alessandro Juliani.

23 marzo 2009

Telón

ALERTA SPOILERS: Ha llegado el momento de decir adiós a "Galáctica". Creo que no hace falta añadir mucho más.

"Galáctica" siempre fue una serie de personajes. Sabiendo esto, el final es perfectamente comprensible porque ofrece un cierre a esos personajes, con los que hemos pasado cuatro años huyendo de los cylones, intentando sostener una civilización y evitando que caiga en la barbarie, enamorándonos, engañándonos unos a otros, sacrificándonos, traicionándonos, preguntándonos qué nos hace ser humanos, qué haríamos si toda nuestra vida, nuestras esperanzas, nuestro futuro nos fuera arrebatado de golpe y sólo tuviéramos a un puñado de supervivientes variopintos como nosotros, y una vieja nave de combate, para ayudarnos a sobrevivir. Oh, eso no es todo. También tenemos un sueño, un ideal: la Tierra.

Ese largo epílogo en la Tierra prehistórica es como toda la parte final de "El retorno del rey" una vez que Frodo y Sam están de vuelta en la Comarca, y se acerca la fecha en la que los elfos partirán de los Puertos Grises y dejarán la Tierra Media para siempre, si bien "Galáctica" ofrece una sorprendente nota de esperanza. Los personajes necesitan despedirse, necesitan encontrar su redención. Baltar necesita redescubrir sus orígenes para reconquistar el amor de Seis, por ejemplo, y Roslin y Adama necesitan su tiempo juntos para poder despedirse, para afrontar la muerte en ese vuelo en raptor que tanto me recordó al final de "Blade Runner" (como las tomas nocturnas de Caprica en los flashbacks). Aunque ha habido acción a raudales, todo el final está impulsado por la emoción, por los viajes personales de todos esos personajes, algo a lo que contribuyen las miradas a su vida previa al ataque. Ya sólo el adiós de Roslin a Cottle es suficiente para ponerte un nudo en la garganta. Y el diálogo final entre Kara y Adama, de nuevo ése "¿Qué escucha, Starbuck? - Nada más que la lluvia"...

Claro que hay hilos sueltos. Kara puede muy bien ser un espíritu divino (la paloma en casa de Lee es demasiado evidente) que necesitaba morir y resucitar para cumplir su misión y alcanzar la paz, y los Seis y Baltar en la cabeza de los personajes reales pueden ser perfectamente mensajeros de esa entidad superior e inasible de la que Baltar habla en el CIC de Galáctica, y con la que consigue convencer a Cavil para que cese su ataque. Que esa entidad sea Dios, o no, es algo que queda a nuestro juicio. Hay mucha iconografía cristiana (y católica) en ese aspecto de la serie. Pero si nunca nos ha predicado y nos ha dicho lo que debíamos pensar, no iba "Galáctica" a hacerlo en su último episodio.

La escena final de los Baltar y Seis "angelicales" caminando por Times Square (leyendo una revista por encima del hombro de Ron Moore) entronca los eventos de la serie con nuestro mundo, nos recuerda que siempre ha estado hablando de nosotros, ya fuera del 11-s, de la invasión estadounidense de Irak, de la "guerra contra el terror", de la deshumanización de los que consideramos el enemigo, de nuestra capacidad para lo bueno y para lo malo y el convencimiento de que son nuestras decisiones, como dice Boomer, las que importan, las que pueden contribuir a romper el ciclo que llevó a la destrucción de Kobol, de las Colonias y de la Tierra primigenia. Además, esa escena ha permitido que la serie acabara con la versión de Jimi Hendrix de "All along the watchtower", lo que otorga puntos extra.

Hay mucho que comentar de este final, pero no hay tanto espacio para hacerlo, o esto se convertirá en un libro: el abordaje, al mejor estilo de las batallas navales, de la Colonia cylon; Kara introduciendo las notas de "All along the watchtower" como coordenadas para el último salto de Galáctica (y esa toma de la nave sobre los cráteres de la Luna); la intersección de la visión de la ópera con la llegada de Hera al CIC; las despedidas de Roslin, Adama, Lee y Kara (y la de Kara y Anders); Romo Lampkin y Hoshi como nuevos presidente y almirante; la última escena de Adama en la montaña, con la banda sonora de "The shape of things to come"; el último paseo de Tigh y Ellen...

Sé que hay mucha división entre los fans, y que hay aspectos, como la naturaleza de Starbuck, que se debatirán durante mucho tiempo. Desde mi punto de vista, una vez que alcanzan esa Tierra radioactiva, a mitad de la cuarta temporada no hay mucha más trama que avanzar, y lo que queda es ver cómo todos esos personajes lidian con su situación, con su evolución personal, cómo se enfrentan al final. Desde esa óptica, a mí me han convencido. Y sospecho que el final de "Perdidos" va a ir encaminado por una línea no muy diferente del de "Galáctica". Adiós, vieja dama. Descansa en paz.

22 marzo 2009

El molde de William Munny

"Sin perdón" es, sin duda, la cima de la obra como director de Clint Eastwood. Un western que presenta una nueva cara del típico pistolero solitario que llega a un pueblo a impartir justicia (no muy diferente del Predicador de "El jinete pálido"), una cara que conocemos (o intuimos) en William Munny, el despiadado matón retirado por amor que vuelve a desempolvar sus armas y su fiereza por una cuestión de justicia, por dinero y porque su mujer ha muerto. Pero Munny es hiératico e impenetrable, es el único tipo al que nunca llegamos a conocer bien, aunque sospechamos que algo hay debajo de su reputación de "notorio ladrón y asesino" para que su mujer se casara con él. Tal vez los dos textos con los que empieza y termina la película nos digan más de Munny entre líneas que cualquier otra cosa.

El caso es que el Walt Kowalski de "Gran Torino" me recordó en más de una ocasión a William Munny. Y no sólo porque los dos decidan perseguir un acto de justicia que, en otras condiciones, igual no habrían hecho porque habrían sido ellos los que atemorizaban al barrio. El paralelismo entre la viudedad de los dos y la larga sombra que su mujer arroja es muy evidente, del mismo modo que sabemos que, aunque quisieran, nunca podrán escapar del peso de sus acciones pasadas.

"Gran Torino" puede ser la última vez que Eastwood se ponga delante de las cámaras. Detrás de ellas, ya está rodando "The human factor", en la que seguramente seguirá demostrando su clasicismo y su directa manera de contar una historia, sin aspavientos innecesarios, yendo al grano y sirviéndose de una sencillez mucho más complicada de lograr de lo que parece. "Gran Torino" es así. Con una historia en apariencia obvia, es el modo de contarla lo que la hace diferente. No hay banda sonora que puntúe los momentos dramáticos o más divertidos, bastantes personajes son diferentes de lo que parecen a simple vista (el cura, por ejemplo), no se predica el mensaje de la película, tú puedes entender lo que quieras de ella.

Música de la semana: Primero, una curiosidad, la canción "Gran Torino" no sólo incluye al propio Eastwood susurrando los primeros versos antes de que empiece a cantar Jamie Cullum, sino que en su composición también participa su hijo Kyle, responsable en esta ocasión de la música de la película junto a Michael Stevens. Y como selección musical, nos vamos a quedar con ese "Dirty Harry" de Gorillaz que refiere al personaje más famoso que Eastwood ha interpretado. "Vamos, alégrame el día".

20 marzo 2009

El memorial de Galáctica (y IV)

ALERTA SPOILERS: Como el recordatorio a "Galáctica" llega a la cuarta temporada, tal vez pueda haber spoilers para los que no vayáis al día con ella.

Éste es el final del camino. Esta noche, "Galáctica" se despide (esperemos que "con estilo", como dice Adama) de la parrilla, porque lo de la película "The plan" es una precuela, y no la continuación del viaje. La segunda parte de "Daybreak" cierra cinco años en los que hemos seguido a la Flota Colonial en su huida de los cylones, y en los que hemos aprendido a comprender mejor a los supuestos "villanos" de la serie. Descontando las dos partes del último capítulo, éstos son los cinco episodios con los que yo me quedo de una temporada menos trepidante en cuanto a acción (en general), pero que nos ha ofrecido un retrato inmejorable de todos sus personajes (cualquier escena con Saul Tigh y su "amazing acting eye" hacía el capítulo, directamente, un 27% mejor. Además de que Michael Hogan y Tricia Helfer también harían entretenida incluso la lectura de la Agenda de la Comunicación).

Cuarta temporada (Emisión en EE.UU.: Entre el 4 de abril de 2008 y el 20 de marzo de 2009)

- 4x01 "He that believeth in me": Sólo por continuar sin esfuerzo la trama donde se wuedó al final de la tercera temporada, y por una de las batallas espaciales que mejor han lucido en la serie, merece entrar en la lista. Además, el clima de desconfianza hacia la nueva Starbuck es digno de mención.

- 4x09 "The hub": Para los shippers de Roslin y Adama, el momento "Te quiero - Ya era hora" es el punto culminante del capítulo. Pero no hay que despreciar la destrucción del centro de resurrección cylon, presentado como si fuera un funeral, y no el momento victorioso que debería ser para los humanos.

- 4x10 "Revelations": Este capítulo es más que el sensacional plano secuencia que lo cierra, pero es justo esa toma de todos los personajes principales en esa playa radioactiva uno de los momentos que más se van a recordar de la serie, y un ejemplo de buena parte de sus virtudes y de lo que la diferencia del resto de la ficción estadounidense actual.

- 4x13-14 "The oath"-"Blood on the scales": El motín y el intento de golpe de estado de Gaeta y Zarek nos ofrecen otro punto de vista de las acciones que Roslin y Adama llevan a cabo, y ofrece una trama repleta de tensión, de la Starbuck Rambo con la que tan bien nos lo pasábamos al principio y un interesante estudio del pobre Felix "Smythers" Gaeta (completado con los webisodios "The face of the enemy"). Además, por supuesto, de ese "iré a por todos vosotros" de Roslin.

- 4x18 "Islanded in a stream of stars": La emoción de tener que despedirnos de la Estrella de Combate Galáctica se hace palpable con ese plano final de Tigh y Adama, sentados en el sofá del camarote del almirante, brindando a la salud de esa "vieja chica" que los ha mantenido con vida a lo largo de cuatro años, que es su familia y que ya no puede soportar el tramo final del viaje.

Con esta cuarta entrega, "Galáctica" ha saltado cualquier barrera puesta por su género y ha aparecido en los medios de comunicación más variopintos (echad un ojo a la lista de los 10 mejores capítulos para Alan Sepinwall y a la elegía que le dedica "The Guardian"). Periódicos serios, revistas de televisión, tesis académicas y hasta las Naciones Unidas han recordado el legado de la serie, sus propias dificultades para ponerse en marcha, sus buenos guiones, las todavía mejores interpretaciones de sus actores y la perfecta unión de la realización y los efectos especiales. Los grandes premios televisivos (léase, Globos de Oro y Emmys) se le siguen resistiendo, pero eso no quita para que vayamos a echarla mucho de menos cuando el telón se cierre y escuchemos por última vez esos tambores militares en sus créditos finales.

P.D.: Sólo un favor por vuestra parte. Nada de spoilers del final en los comentarios. Ya habrá una entrada dedicada exclusivamente a él (con un poco de suerte, el lunes). So say we all.

18 marzo 2009

Breves encuentros

1.- La segunda temporada de "Último aviso" (no sé si llamarla así o seguir con "Burn notice") ha resultado una de las cosas más entretenidas y con las que mejor me lo he pasado de la temporada. Han seguido explotando su lado "MacGyver" y "El equipo A" y mezclándolo con ese peculiar humor que es marca de la casa de Bruce Campbell, y han añadido dos malos a la altura de los recursos de Michael, e interpretados, curiosamente, por dos actores lanzados por series de ciencia ficción. El agente Víctor, loco y pasado de vueltas, corre a cargo de Michael Shanks (casi irreconocible sin el uniforme y las gafas que llevaba en "Stargate SG-1"), y la misteriosa y amenazadora Carla se beneficia de las artes para el engaño de Tricia Helfer (la Seis de "Galáctica"). Sin embargo, aunque se haya mejorado mucho en la estructura del caso de la semana-arco continuado sobre la investigación de quién despidió a Michael, lo que ha elevado esta temporada ha sido el dúo Sam-Fiona, dispuesto a lo que sea por ayudar a Michael y, a la vez, compitiendo por ver quién le resulta más útil, y tremendamente divertidos cuando actúan juntos. A simple vista no deberían, pero Gabrielle Anwar y Bruce Campbell funcionan juntos a la perfección.

2.- El canal Sci Fi ha anunciado que, en verano, va a darse un lavado de cara y a lanzar una estrategia de marketing que lo acerque a un público más amplio, intentando saltar la barrera de la ciencia ficción. Para empezar, a partir del mes de julio se llamará Syfy y continuará promocionando que, en su parrilla, hay hueco para una mayor variedad de programas fantásticos, de aventuras, thrillers o de terror. Supongo que las películas originales de los sábados (¡¡horror!!) se han obviado piadosamente en toda esta estrategia. De momento, el canal estrenará, como novedades, "Warehouse 13", "Stargate Universe", "Alice" (miniserie que reimagina "Alicia en el País de las Maravillas" en la línea de "Tin Man") y, por supuesto, "Caprica", que no se verá hasta principios del año que viene. "The plan", lo último de "Galáctica" que veremos nunca, se estrenará probablemente en noviembre. Por cierto, los Emmy han eliminado los comités de expertos en el proceso de seleccionar a los nominados, así que las escasas opciones de "Galáctica" de entrar en las categorías importantes aún han disminuido más.

3.- Por cierto, que se puede decir que la campaña por arañar esas nominaciones a los Emmy ya ha empezado, con Showtime enviando los primeros DVDs a los académicos. Además, el año pasado les facilitó la posibilidad de ver algunas de sus series en Internet, y hay quien piensa que eso fue fundamental para colar a "Dexter" entre las nominadas a mejor drama. De todos modos, uno de los temas de discusión preferidos entre los emmyrólogos (palabro que acabo de inventarme) es si "Urgencias" volverá a estar presente en estos premios, después de haber sido una de las ganadoras principales en sus primeras temporadas. De hecho, tiene unas impresionantes 122 nominaciones, incluidas siete candidaturas consecutivas a mejor drama, premio que ganó en la 2ª temporada. De sus actores, sólo Julianna Margulies ganó un Emmy, en la primera temporada a la mejor secundaria, y hay quien rumorea que tal vez Angela Bassett logre una nominación por su trabajo en los últimos episodios.

4.- Es sorprendente pero, en las dos últimas semanas, parece que en los medios yanquis que hablan sobre televisión sólo ha habido dos temas: el final de "Galáctica" y la posibilidad, o no, de que Brennan y Booth se líen finalmente en "Bones", y si ese hecho acabaría con la serie, o no. En el blog "Obsessed with Bones" (cuyo nombre no engaña a nadie) se recoge una peculiar comparación entre la inevitable "Luz de luna" (que efectivamente perdió su encanto en cuanto David y Maddie se dejaron de cháchara y pasaron a la acción) y los personajes de Nick y Norah Charles, el matrimonio de detectives creado por Dashiell Hammett que protagoniza "La cena de los acusados" y otras tres películas más. En ese blog apuestan más por una línea similar a la que siguen William Powell y Myrna Loy en esas cuatro cintas, salvando las distancias, claro. Los dos se dedican a lanzar todo tipo de diálogos ingeniosos, borderías y sarcasmos varios sin dejar de investigar el caso en cuestión y sin evitar mostrar que para algo están casados (no penséis nada sucio, que la primera película, muy recomendable, es de 1934). Son muy divertidos, y tienen mucha clase. Y como curiosidad, un tierno Dean Stockwell de 11 años interpretó al hijo de Nick y Norah en la última de sus películas, "Song of the thin man".

17 marzo 2009

La fe y la ciencia

AVISO: El revival de "Expediente X" se detiene en la cuarta temporada. Como de costumbre, tened en cuenta que, siendo esto un revisionado y habiendo terminado la serie hace ya siete años, seguramente se dejarán caer cosas de temporadas posteriores. Sólo por si acaso.

¿Es todo un gran engaño? ¿Está Mulder siendo utilizado? ¿Es éste el fin de los expedientes X? Esa última pregunta siempre planeó sobre todos los finales de temporada (o casi todos), pero el de la cuarta deja una extraña sensación no ya por el nuevo amago de hacernos creer que Mulder está muerto (esta vez no en un vagón en llamas en medio del desierto, sino de un disparo en la cabeza, hecho por él mismo), sino por otras dos cuestiones que se dejan en el aire: la revelación de que, tal vez, la Conspiración que Mulder intenta desvelar no sea más que un gran montaje, y el cáncer inoperable y posiblemente terminal de Scully.

La enfermedad de Scully tiene perfecta lógica después de los hallazgos sobre otras abducidas que ella hace en la tercera temporada, y fue una de las principales razones de que Gillian Anderson se llevara el único Emmy importante que ganó la serie (que, sin embargo, tiene el récord de tres Globos de Oro seguidos al mejor drama. Anderson hizo pleno ganando el Globo y el premio del Sindicato de Actores). Además, es una evolución del tono más oscuro y serio que adopta la temporada desde el principio, desde ese malsano "Home", con unos cuantos casos más gore de lo habitual y otros que apuntan directamente a los temores e inseguridades de Scully y a la obsesión de Mulder por averiguar qué ocurrió con su hermana. En ese último frente, "Paper hearts" y "Demons" son dos ejemplos muy sólidos.

En esta cuarta temporada, al hablar de Scully, hay que referirse a otro ejemplo de programación creativa de Fox. En la exploración de la relación entre los dos agentes que se lleva a cabo en estos episodios, Glen Morgan y James Wong escribieron uno que lidiaba directamente con la insatisfacción y la sensación de estar atrapada de Scully, cómo su lealtad hacia Mulder entra en conflicto con sus ganas de llevar una vida independiente de él. Ese capítulo era "Never again", y en el orden de emisión original, tendría que haber sido el inmediatamente anterior a "Leonard Betts". Sin embargo, Fox emitía ese año (1997) la Super Bowl y quería que "Expediente X" (que había pasado a emitirse los domingos) ocupara el horario posterior con, precisamente, ese episodio, así que el orden de emisión de "Never again" fue alterado. Al final de "Leonard Betts", el enfermero que se alimenta de tumores cancerígenos nos desvela que Scully tiene cáncer al decirle aquello de "perdone, pero tiene algo que yo necesito", por lo que parece que los eventos de "Never again" están motivados por el diagnóstico de esa enfermedad, cuando no es así.

El cáncer, claro, sirvió para dotar de más capas la relación entre Mulder y Scully, especialmente en la manera en la que nos muestran cómo se preocupan el uno por el otro, pero cómo esos sentimientos nunca se expresan (la consumación de su relación tres temporadas más adelante, de hecho, pasa fuera de cámara). También sirvió para sellar definitivamente la alianza de los dos con Skinner, que vende su alma al Fumador por una cura que no llega (habrá que esperar al principio de la quinta temporada), y para servirse de un recurso sutil y elegante para mostrarnos el avance de la enfermedad en Scully: primero, con el "diagnóstico" de Betts y, después, en "Elegy" con esos fantasmas que sólo pueden ver quienes están a punto de morir.

Sobre la relación (y el shipping, si queréis) entre Mulder y Scully a partir de esta temporada habría para escribir un libro. Está claro que su lazo es más fuerte que al principio (parte de "The field where I died" parece probarlo), pero sigue habiendo muchas cosas por resolver, y por hablar, entre los dos. Como curiosidad, en "Memento Mori" llegó a rodarse un beso, que no estaba en el guión, entre Mulder y Scully, beso que se eliminó rápidamente porque, según Chris Carter, pretendían "engañar" a los fans con él en la película (en ella, por cierto, Mulder y Scully sí se besan en el pasillo, pero sólo como una broma de Duchovny y Anderson para las tomas eliminadas). También hay algunos shippers que interpretan la evidente incomodidad de Mulder en "Kaddish", sobre todo ante el especial anillo matrimonial, a la idea de terminar perdiendo a Scully, como le ocurre a la protagonista del episodio con su marido.

Como digo, hay mucha tela que cortar en esta temporada. La Conspiración empieza a enredarse de manera definitiva con el doble juego de Marita Covarrubias (que nunca me gustó, por cierto), las abejas asesinas y los clones de Samantha Mulder. De todos esos episodios mitológicos, los mejores, para mí, son los del regreso de Max Fennig, el peculiar abducido de la primera temporada, incluso aunque en ellos perdamos al agente Pendrell. Lo que sí quedó muy claro es que la serie era el mayor éxito de Fox, la serie con más audiencia, audiencia que tocaría techo en la quinta entrega.

Destacados: La cuarta temporada se emitió entre el 4 octubre de 1996 y el 18 de mayo de 1997. Los mejores capítulos, para mi gusto, son el ya mencionado "Home", "Unruhe" y su lobotomizador en serie, "Paper hearts" (en el que un psicópata hace creer a Mulder que raptó y asesinó a su hermana), el dúo "Leonard Betts" (con Paul McCrane antes de ser el doctor Romano)-"Memento Mori" (aunque no se emitieran seguidos), "Tempus fugit" y "Max", "Demons" y, por supuesto, "Small potatoes", el único episodio humorístico de la temporada y que consigue unir todos los elementos que hacían destacar la serie de la misma manera que "El descanso final de Clyde Bruckman" lo hace en la tercera entrega. Ese hombre en apariencia anodino (interpretado por Darin Morgan) que puede adoptar la forma de otros hombres y seducir a sus mujeres deja un buen montón de gags y un final especial para los shippers. Lo que puede dar de sí una botella de vino.

P.D.: Ésta ha sido la primera temporada que he visto en versión original, y aunque el doblaje español de Mulder y Scully está logrado, es inevitable que se pierdan muchas de las sutilezas que imprimen Duchovny y Anderson sólo con la modulación de sus voces. Y sólo como curiosidad, Scully ya estableció en su tesis de graduación lo mismo que Daniel Faraday sostiene en "Perdidos": el futuro no se puede cambiar.

Actualización: Porque Crítico lo ha pedido, el título de la entrada viene de aquí.

16 marzo 2009

El memorial de Galáctica (III)

AVISO: Tercera temporada de "Galáctica". Éstos son mis cinco favoritos.

Hasta este punto, yo había visto la miniserie y las dos primeras temporadas a lo largo del verano de 2006. Semejante maratón sirvió para que empezara a seguir la serie, semana a semana, con la tercera temporada, una que Sci Fi (o SyFy, como va a llamarse a partir de ahora) decidió volver a estrenar en otoño y darle un empujón promocional que la llevó a las portadas de "Entertainment Weekly" y "TV Guide", que empezaron a darle la misma cobertura que le conceden a "Perdidos", por ejemplo. Las expectativas en estos 20 capítulos eran muy altas, y el nivel general terminó siendo bastante irregular, con un tramo intermedio en el que se dedicaron, con suerte desigual a explorar diversos aspectos de la vida cotidiana de la Flota. Pero en todos ellos flota siempre el fantasma del año transcurrido en Nueva Caprica, que cambia por completo las dinámicas entre los personajes.

Tercera temporada (Emisión en EE.UU.: Entre el 6 de octubre de 2006 y el 25 de marzo de 2007)

- 3x01-02 "Occupation-Precipice": No es exactamente trampa porque se emitieron en su momento como un capítulo doble que abría la temporada, adentrándola en territorios bastante más oscuros de los que habíamos visto antes. La ocupación cylon de Nueva Caprica y sus reminiscencias de Irak y de los campos de concentración nazis consiguieron una nominación al Emmy al mejor guión de drama.

- 3x04 "Exodus, part II": Sólo ese salto de Galáctica sobre la atmósfera de Nueva Caprica, esa genuina maniobra del "loco Iván" con la que Adama marca la operación de rescate de todos los que se quedaron en el planeta, es uno de los momentos más clásicos de la serie. Para rematar el capítulo, vemos el fin de la tortura psicológica a la que Leoben somete a Kara, y la ejecución de Ellen a manos de Tigh por "colaborar" con los cylones. Irónico, ¿no?

- 3x09 "Unfinished business": Yo soy de la corriente que piensa que éste es uno de los mejores episodios hechos nunca en la serie. Montado, en palabras de Ron Moore, como si fuera "un poema de amor orquestado líricamente" (especialmente la versión extendida, con 25 minutos extras, editada para el DVD), utiliza un torneo de boxeo para mostrarnos qué pasó en ese año "perdido" en Nueva Caprica, desde el "cigarrito de la risa" de Adama y Roslin a las confesiones al viento de Lee y Kara.

- 3x17 "Maelstrom": El "destino especial" de Kara Thrace se pone en marcha en este episodio en el que sabemos más sobre porqué Starbuck es como es (su madre, Socrata, tiene parte de la culpa), y en el que compartimos el dolor (y la estupefacción) de Lee y Adama cuando el viper de Kara se estrella contra la nebulosa. También fue el punto de partida de un divertídisimo foro de "Television without pity", llamado ahora "El memorial de Kara Thrace (?) de cosas que Skippy ya no tiene permitido hacer abordo de la Estrella de Combate de Galáctica".

-3x20 "Crossroads, part II": El juicio por traición a Baltar (por cierto, es genial que su padre se llame Julius y él, Gaius. ¿Tendrá un hermano que sea César?), el descubrimiento de cuatro de los Cinco Cylones Finales por culpa de "All along the watchtower", la llegada en masa de los cylones listos para aniquilar la Flota, Roslin, Athena y Seis compartiendo la visión de la ópera... Ah, sí, y el regreso de Starbuck de entre los muertos. Y un largo año por delante hasta la cuarta temporada.

Aunque "Galáctica" entró en el mainstream (más o menos) con esta tercera temporada, lo cierto es que sus audiencias cada vez eran más escasas. Es probable que no corriera riesgo de ser cancelada porque había puesto a Sci Fi en el mapa y le había dado credibilidad, pero seguramente algo tuvo que pesar esa circunstancia en el anuncio de David Eick y Ron Moore, hecho ese verano, de que la serie finalizaría en la siguiente temporada.

15 marzo 2009

Nunca es para siempre

En el reportaje que la revista "TV Guide" dedica al final de "Galáctica", Ron Moore explica sus razones para terminar la serie en la cuarta temporada, y no concederle un par de ellas más. Dice que su experiencia en "Star Trek: La nueva generación" le hizo ver que mantener una serie durante demasiado tiempo sólo trae complicaciones. Recuerda que en la séptima y última temporada estaban todos agotados creativamente, sacándose de la manga historias que se sostenían con alfileres, por lo que le dieron a la serie un final que no se merecía. En muchos sentidos, "Galáctica" ha significado para Moore una manera de hacer cosas que en "Star Trek" no podía llevar a cabo, y una de ellas ha sido terminar la serie antes de que se les acabe la inspiración.

Damon Lindelof también expresó algo similar cuando consiguieron que la ABC fijara una fecha para el final de "Perdidos", aunque él puso como ejemplo "Expediente X" y su sensación de que duró dos temporadas más de lo debido. De hecho, y si mi memoria no falla, la séptima iba a ser la última, aprovechando que David Duchovny abandonaba el barco, y Chris Carter obró en consecuencia cerrando por fin la trama de la abducción de Samantha Mulder y algún que otro hilo suelto, y haciendo que Mulder y Scully consumaran de una puñetera vez su relación. Pero Fox no estaba lista para dejar escapar la serie, y así se llegó a una novena campaña y a un capítulo final que deja una sensación realmente extraña, y no sólo porque se deje un cabo fundamental por atar. Casi viene a ser la misma que produce ver a Verónica caminando sola bajo la lluvia al final de "Verónica Mars", y eso que fue cancelada.

Las telecomedias pueden permitirse finales más optimistas que el de "Los Soprano", o el de "The Wire" (me da miedo llegar a ése). Aunque del último tramo de "Frasier", lo que yo más recuerdo no es tanto su último capítulo, como el momento en el que Daphne descubre por fin que Niles ha mantenido en secreto durante años que está enamorado de ella. Nunca le cuentes a Frasier nada susceptible de que a él se le escape mientras le dan un masaje. Pero es que esa serie duró la friolera de 11 temporadas, sólo una más que "Friends", y unas cuatro menos que "Urgencias", de la que hace mucho que yo no veo ningún episodio, pero por los viejos tiempos voy a ver los últimos episodios, sobre todo si hacen recordatorios a algunas de sus primeras temporadas como el del último regreso del doctor Carter al County General (¿Os acordáis de Lucy?).

No es sencillo acabar una serie. Hay que dar un cierre a las historias de tus personajes, y no sólo a la trama principal, y no todo el mundo empieza una serie con el final ya en la cabeza, como hizo J. Michael Straczinsky con "Babylon 5". Si es corta, es más fácil. La "Life on Mars" original son 16 episodios, y la cierran de una manera definitiva que, en su momento, generó cierta controversia, pero que yo creo que no deja lugar a dudas sobre lo que le pasaba a Sam Tyler. También el repaso histórico de "Black Adder" llega a un final definitivo, y agridulce, en cuanto llegamos a la Primera Guerra Mundial, después de cuatro cortas temporadas.

¿Cómo acabarán "CSI" cuando llegue el momento? ¿Tendrá el final de "Perdidos" la misma sensación que está dejando el de "Galáctica", teniendo en cuenta que son los personajes los que mueven las dos? ¿Arrasará una bomba todo el Seattle Grace para darle carpetazo a "Anatomía de Grey"? ¿Terminará "House" con House y Cuddy dándose una oportunidad? ¿O con House sufriendo una sobredosis definitiva de lo que tome en ese momento para calmar el dolor? ¿De verdad conoceremos a la Madre antes del final de "Cómo conocí a vuestra madre"? ¿Será posible imaginarse una parrilla televisiva sin "Los Simpson"?

Música de la semana: Por poco no me he quedado con la versión de Nat "King" Cole (y su español particular) de "Aquellos ojos verdes", bolero que ambienta los nuevos anuncios de El Corte Inglés, que sonaba insistentemente en "Deseando amar" y que Cuatro utilizó en una de sus primeras cortinillas (aquélla del carlino que se quedaba mirando fijamente la cámara). Pero su lugar lo va a ocupar "Stuck to you", una pegadiza canción de Nikka Costa que cierra el episodio de esta semana de "Bones". Y con un vídeo en el que ella parece Janis Joplin.

14 marzo 2009

Asesinato, escribió él

Nathan Fillion es de esos actores que harían entretenida de ver hasta la lectura del Diccionario Panhispánico de Dudas. También acarrera una fama de series killer que no le viene nada bien a "Castle", la serie que la ABC estrenó esta semana y cuyo piloto deja una sensación de dejà vú que ni siquiera el encanto de Fillion puede mitigar. ¿Un escritor que colabora con la policía resolviendo casos? Jessica Fletcher lo hizo antes. ¿Un primer caso en el que los asesinatos son iguales que los de los libros de un famoso escritor? Historia antigua. Sin ir más lejos, en la segunda temporada de "Bones" hubo uno así (con reminiscencias de "Extraños en un tren"). ¿Una pareja de investigadores que no pueden ser más diferentes entre sí, pero que están obligados a trabajar juntos? Como diría Barney Stinson, please. Y ya, la guinda del pastel. ¿Él, excéntrico, y ella, seria y profesional? Crews y Reese en "Life" son mejores (aunque casi no los vea nadie).

Lo de la chispa de la tensión sexual no resuelta no se puede planear, a no ser que "Castle" encuentre de repente su "Hielo", el capítulo de la primera temporada de "Expediente X" en el que la atracción entre Mulder y Scully se hace por primera vez no ya evidente, sino que puede hasta tocarse. No tiene por qué ser un problema. Entre Crews y Reese no hay TSNR, pero tienen química. No todos pueden ser como Brennan y Booth. ¿Cómo podemos saber que entre esos dos personajes existe esa chispa? Cuando por separado pierden parte de la gracia que tienen juntos. En "Castle", la detective Beckett está demasiado encorsetada en el papel de la policía seria y by the book, que dicen los yanquis, hasta el punto de que Castle es más divertido con su hija y su madre (que es Susan Sullivan; postrémonos todos ante Maggie Channing, que muere porque se le engancha el anillo en el sumidero de la piscina). La descripción que House hace de Cameron al principio de "House" ("las mujeres hermosas sólo estudian medicina si tienen tantos problemas como belleza") se podría aplicar a la disección que Castle hace de Beckett casi al milímetro. Sí, hay algunos detallitos simpáticos entre ellos aquí y allá, pero de momento no funcionan tan bien juntos. Ya pueden irse buscando unos casos tan bien hilados como los de "The Closer".

Hay margen de mejora, claro. Hasta en "El mentalista", donde la falta de química entre Robin Tunney y Simon Baker es evidente, el tema es más entretenido al potenciar la relación de Patrick Jane con el resto de policías del grupo. A esa serie le pasa como a "Castle". Lisbon es demasiado seria y lo que es peor, demasiado evidentemente seria. El retrato que Sarah Shahi hace de Reese es mucho más sutil, y si bien es cierto que al principio puede dejar un poco frío, va ganando enteros con el paso de los capítulos. Lisbon sigue igual que al principio, y habrá que ver si a Beckett le pasa lo mismo o si toma el camino de Reese, o de Scully, otra mujer profesional con gran control de sus emociones, que va evolucionando y dejando ver lo que hay debajo de esa fachada poco a poco.

El caso es que ser original en un policíaco no es fácil. "Law & Order: UK", por poner un ejemplo, tiene además el agravante de pertenecer a una franquicia tan establecida y conocida como "Ley y orden", pero he de decir que no está mal. Optan por un acercamiento sobrio, casi sin banda sonora, mostrando cómo los acusados se derrumban en el banquillo durante el juicio, con una iluminación fría y empezando a sacar provecho de los escenarios urbanos que Londres puede proporcionar. Los policías resultan entretenidos de ver.

P.D.: Ya que Nick Castle está modelado según esos escritores de novela criminal que son best-sellers en EE.UU., ha sido un punto verlo jugando al póker con dos de ellos, James Patterson y Stephen J. Cannell (cuyo detective se llama, por cierto, Shane Scully). De los dos sólo he leído un libro de Patterson, "La hora de la araña", durante la época en la que me leí un montón de los libros protagonizados por Kay Scarpetta. La forense de Patricia Cornwell me gustaba más.

13 marzo 2009

El memorial de Galáctica (II)

AVISO: Segunda parada en nuestro recordatorio de "Galáctica". La primera podéis leerla aquí.

2005 fue el año en el que "Galáctica" empezó a salir del nicho de los frikis y a alcanzar los primeros parabienes de los medios serios, como si dijéramos. La situación política de la Flota adquiere mucha relevancia y mucha complejidad, y una visita inesperada obliga a los personajes a replantearse bastantes cosas. La línea entre buenos y malos empieza aquí a difuminarse, a hacerse más permeable, el área en el que los personajes se mueven adquiere nuevas tonalidades de gris. Y la temporada, que tiene algunos de los peores episosios de la serie, como "Black market", da un giro inesperado y definitivo en su tramo final, con otro cliffhanger de los de quedarse con los ojos como platos. Y una larga espera de siete meses hasta el principio de la tercera temporada (incluyendo un parón de cinco meses en medio de la subtrama de Pegasus).

Segunda temporada (Emisión de EE.UU.: Del 15 de julio de 2005 al 10 de marzo de 2006)

- 2x02 "Valley of darkness": Adama agoniza, Tigh está al mando y lo único que se le ocurre es establecer la ley marcial, al mismo tiempo que los cylones abordan Galáctica, la patrulla en Kobol atraviesa momentos difíciles y, oh sí, Helo ve el famoso mandala en el piso de Starbuck. Pasan muchas cosas en los tres frentes con los que arranca esta temporada.

- 2x07 "Home, part II": El descubrimiento en Kobol de lo que parece el mapa para ir a la Tierra se une a la primera aparición de la visión de la ópera, aunque sólo sea en la versión abreviada en la que Baltar y Seis ven una niña en una cuna. La Flota ya tiene un destino concreto.

- 2x10-12 "Pegasus"-"Resurrection ship I y II": Es trampa, lo sé, porque son tres episodios al precio de uno, pero el arco de la Pegasus y la almirante Cain no puede separarse así como así. El descubrimiento de la brutalidad de su tripulación, el juego del gato y el ratón entre Cain y Adama que los lleva al borde de la guerra civil, Gina, el Pájaro Negro... Es una de las mejores subtramas que la serie hizo nunca, y por eso se ganó una nueva visita en "Razor".

- 2x18 "Downloaded": El primer vistazo al interior del mundo cylon, a cómo funciona el proceso de descarga en otro cuerpo resulta sumamente interesante. Es uno de los episodios que más hace porque comprendamos a los "malos" del show, y el primero en el que se muestran las dudas de Seis y Boomer sobre el plan cylon.

- 2x20 "Lay down your burdens, part II": Roslin intenta amañar las elecciones para que Baltar no salga elegido, Starbuck intenta rescatar a Sam en Caprica, Baltar intenta comprender a Gina y, de repente, encuentran un planeta habitable en el que pueden establecerse. Y todo eso es sólo la preparación de ese salto de un año adelante en el tiempo que, muy probablemente, fue lo más arriesgado que intentaron hacer en estas cuatro temporadas.

Debo otorgar una mención especial a esa pequeña película bélica reconcentrada de "Scar" (otro vistazo a las grietas de la armadura de Kara) y al conjunto de los cinco episodios iniciales de la temporada, que aúnan tensión, pequeños momentos entre los personajes, acción y comentario social. Y hasta una pequeña declaración de amor (o dos, si queremos, y las dos conciernen a Kara).

Como hemos dicho, la primera mitad de esta segunda temporada significó el principio del reconocimiento más serio para "Galáctica". La revista "Time" la nombró la mejor serie de 2005 y ganó un premio Peabody. Muchos críticos decían que era "el mejor drama que nadie estaba viendo", pero aún faltaba un año para que las "biblias" del entretenimiento en USAmerica decidieran que la serie jugaba en la misma división que "Perdidos" y "Los Soprano".

12 marzo 2009

La falsa moneda

Prácticamente desde que se estrenó en España, la blogosfera teléfila no ha dejado de suspirar por que Cuatro le quitara los derechos de "Perdidos" a TVE. Estrenar el piloto de esa serie después de la primera final de Roland Garros ganada por Rafa Nadal era, cuantitativamente, una buena oportunidad, pero sospecho que el público que se queda viendo la tele un domingo de junio a media tarde no es el mismo que podría sintonizar después la serie los miércoles por la noche. "Perdidos" no ha tenido demasiada suerte en la cadena pública. Al pasar a La 2 ya no tenía, en un principio, las mismas presiones por lograr una gran audiencia que en La 1, pero lo que a "Mujeres desesperadas" le funcionó, no ha servido para los losties (añadiendo a esto el retraso en que lleguen las nuevas temporadas y los parones obligados por eventos deportivos varios, primero el fútbol y luego la Euroliga de baloncesto).

El traspaso de la serie ha tenido unas repercusiones interneteriles tales, que parecía que estábamos de nuevo ante el fichaje de Pau Gasol por parte de los Lakers. Pero si en ese caso la llegada de Gasol convertía a los angelinos en aspirantes directos al anillo de campeón de la NBA (que acabaron perdiendo con los Celtics), el equilibrio de poder en el panorama catódico español no va a cambiar mucho por la mudanza de una serie minoritaria en nuestro país de la tele pública a una cadena con una audiencia menor y necesitada de recuperar la imagen de "la elección de las buenas series" con la que había nacido. Cuatro emitirá todo "Perdidos" desde el principio, así que esto es más una maniobra de imagen de cara a los blogueros que otra cosa. Quien quiera seguir la serie, lo lleva haciendo cinco años sin necesidad de esperar a Fox (hasta que ésta no la estrena, nadie puede hacerlo en abierto).

Lo que quizás debería llevarnos a que nos planteemos si de verdad "Perdidos" tuvo alguna vez posibilidad de éxito en España. Es cierto que la promoción nunca ha sido el fuerte de TVE, mientras que es una de las mejores cosas de Cuatro (han aprendido bien de Canal+), pero sospecho que incluso aunque ellos hubieran tenido la oportunidad de recomprarle la serie a TVE en su segunda temporada, el modo en el que se programan las series extranjeras en España hace que cualquier programa medianamente serializado, y que requiera del nivel de atención que requiere "Perdidos", está condenado a acabar peleando por un nicho de espectadores "de culto", y no por desbancar a "Los Serrano" y "Los hombres de Paco" de turno.

Imaginaos "Perdidos" programado del mismo modo que se programan "CSI" y "House", con un episodio nuevo y dos repetidos de temporadas diferentes, con una espera entre temporadas que acaba dejando los parones que Sci Fi ha hecho de "Galáctica" a la altura del betún (excepto en el caso de "House"), y cortando las temporadas por donde los programadores tienen a bien. Así, o te buscas las lentejas por medios no convencionales o tiras de packs en DVD y dejas de ver la tele al modo tradicional, o abandonas la serie.

09 marzo 2009

El memorial de Galáctica (I)

AVISO: Por si no teníais suficiente con mi "brasa" con mi revisionado de "Expediente X", vamos a celebrar la jubilación de la Estrella de Combate Galáctica como se merece. Recordando algunos de sus mejores momentos.

Al igual que a los transbordadores espaciales de la NASA, a la nave Galáctica le ha llegado también la hora de la jubilación. Su retiro va a ser menos pausado que el de los shuttles (una válvula de combustible defectuosa no es nada comparada con un agujero en el casco causado por el salto a la hipervelocidad de una de tus naves) y también va a llegar antes (el 20 de marzo frente a mayo de 2010). Teniendo en cuenta la cantidad de tiempo y espacio en este blog que "Galáctica" ha consumido, creo que debería despedirla con estilo, como pretende hacer Adama. Hasta que la serie eche el cierre definitivo dentro de dos semanas, habrá cuatro entradas sobre mis cinco episodios favoritos de cada una de las cuatro temporadas, sin contar la miniserie ni el triple capítulo final (ya hice algo similar con "Verónica Mars"). Animaos a proponer los vuestros.

Primera temporada (Emisión en EE.UU.: Del 18 de octubre de 2004 al 24 de enero de 2005)

- 1x01 "33": Es, sin duda, uno de los mejores capítulos de toda la serie. Abre la primera temporada mostrando a la Flota perseguida por los cylones sin descanso. Cada vez que huyen de ellos, las tostadoras aparecen otra vez a los 33 minutos así que, cuando comienza el episodio, todo el mundo lleva cinco días sin dormir. La tensión de la huida y las difíciles decisiones que todos han de tomar muestran perfectamente el tono de la serie.

- 1x02 "Water": La programación cylon de Boomer empieza a entrar en funcionamiento, al principio sin que ella se dé cuenta. Su reacción al ver la palabra "cylon" escrita en el espejo de su taquilla lo dice todo sobre su estado de confusión. Su sabotaje de las reservas de agua de Galáctica es sólo el principio.

- 1x04 "Act of contrition": La primera fractura en la armadura de Starbuck que nos permiten ver. Su culpa reprimida por la muerte de Zak Adama es sólo uno de los demonios que intenta exorcizar cada vez que sale en su viper a pelear contra los cylones. Su derribo en una luna inhóspita nos muestra, además, lo mucho que Adama y Lee se preocupan por ella, quizás hasta demasiado.

-1x11 "Colonial Day": Uno de los ejemplos de porqué "Galáctica" ha sido comparada a menudo con "El ala oeste de la Casa Blanca". Las manipulaciones políticas, las maniobras en la sombra para acceder al poder y el nivel de corrupción al que alguien está dispuesto a llegar para alcanzar una buena posición política se muestran en todo su "esplendor" con los primeros pasos de Tom Zarek en su reconversión de terrorista a representante del pueblo (o de la Flota, en este caso).

-1x13 "Kobol's last gleaming II": En realidad, éste y su primera parte son un único capítulo dividido en dos, pero este cierre de temporada merece su inclusión por el disparo de Boomer a Adama en el CIC, uno de los mejores cliffhangers de los últimos años en la tele yanqui. Pero es que, además, tenemos la desobediencia de Roslin y el principio de un golpe militar por parte de Adama, a Starbuck volando a Caprica para tomar la Flecha de Apolo y el hallazgo de Kobol, el planeta originario de la humanidad.

Hay más que merecen estar destacados, claro, sobre todo porque la consistencia de esta primera temporada es difícil de igualar y, de hecho, "Galáctica" no ha vuelto a conseguirla, incluso entregando más adelante grandes tramas. El look semidocumental y realista y el tratamiento de los personajes la hacían de entre el resto de series, pero el otoño de 2004 estuvo lleno de estrenos importantes, y exitosos, en EE.UU., así que "Galáctica" pasó un poco desapercibida para los grandes medios.

08 marzo 2009

Las series de la semana (IV)

1.- La VI Muestra Sci Fi de cine fantástico ha terminado hoy en Madrid. El viernes, unos cuantos blogueros galactiqueros pudimos ver "Sometimes a great notion", el episodio de "Galáctica" que arrancaba esta última tanda de 10 episodios, en pantalla grande. Por un problema técnico, el formato era un poco raro (estaba un poco cinemascopeado, si me entendeis), pero lo que sí se puede decir es que la música sonaba espectacularmente bien en una sala de cine. Bear McCreary se va superando en cada episodio, y en su blog va contando los pormenores de la composición de la música para cada uno de los últimos capítulos, por si os interesa (el de "Someone to watch over me" es realmente curioso). Antes de ese episodio, vimos unos cuantos cortos que habían resultado premiados en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, en Cannes y en Sitges. Los tres últimos fueron realmente curiosos: "I love Sarah Jane" y su amor adolescente en medio de una plaga zombie (y con Mia Wasikowska, la "gimnasta" que tantos elogios levantó en "En terapia"); "Next Floor" y su estética a lo "Delicatessen" y el divertido humor negro de "Spider". Como colofón, al final de la proyección se sorteó una copia limitada del cuadro de la Primera Guerra Cylon que Adama tiene colgado en su camarote de Galáctica. Lástima que ninguno de nosotros pudiera echarle las zarpas encima.

2.- ALERTA SPOILERS DE PERDIDOS: Ver la espalda de la estatua de los cuatro dedos ha levantado una enorme polvareda en Internet. Ese aspecto egipcio y el colgante de Paul, un ankh, apuntan hacia los mitos egipcios de la vida eterna y el Nilo como proveedor de vida. Pero Anubis, el dios al que más se parece esa estatua por detrás, es el protector de los muertos. Hay otras teorías sobre la estatua aquí y aquí (ésa es mi favorita. ¡Besa mi brillante culo metálico!). ¿Comentario sobre el episodio? Elizabeth Mitchell y Josh Holloway también son grandes.

3.- ALERTA SPOILERS DE GALÁCTICA: No voy a añadir nada que Maureen Ryan y Alan Sepinwall no hayan dicho ya. El final promete división radical de opiniones (pitos y palmas, que dirían los taurinos), y si en "Perdidos" el reparto raya casi siempre a un buen nivel, lo de los actores de "Galáctica" (todos) en estos últimos episodios se sale directamente de la tabla. La lástima es que les va a resultar difícil encontrar otro trabajo que los pruebe como éste, sobre todo a ellas. Como dice Ryan, "después del 20 de marzo, no volveré a ver a Olmos (que dirigió el episodio) y Michael Hogan juntos como Tigh y Adama nunca más. Necesito un trago".

4.- Últimamente en "House", Trece me cae algo mejor, pero Foreman me sigue pareciendo un tostón. La exploración de un House sin dolor resultó interesante (y sirvió para añadirle la última característica de Sherlock Holmes que aún no le habían colocado, una muy específica sobre su drogadicción), y el trío que forma él con Cuddy y Wilson sigue funcionando como un reloj.

5.- Odio Megaupload. ¿Lo he dicho antes? Si conseguir "Bleak House" fue un rollo, lo de "Little Dorrit" va a ser toda una carrera de obstáculos. Sólo la he visto empezar y, aunque los créditos son del mismo elegante estilo que los de "Bleak House", ésta parece que va a tirar por una realización algo más convencional. Que tu protagonista nazca en una prisión para morosos ya quiere decir algo, ¿no?

Música de la semana: Es definitivo. Adiós a "Héroes". No he logrado pasar del primer capítulo del cuarto volumen, "Fugitivos", y si capítulos sueltos de la primera temporada de "Bones" que no había visto, "Law & Order: UK" y la cuarta de "Expediente X" acaban por delante de la serie de la NBC, no es buena señal ("Memento Mori", por ejemplo, es superior a todos los capítulos de "Héroes" emitidos hasta ahora, y por mucho). Así que esta canción de Wilco que sonó muy brevemente en uno de los episodios del volumen "Villanos", "Glad it's over", va a ser nuestra elección. Por fin me he librado de ellos.

07 marzo 2009

Casi famosos (XVII)

Ya hemos llegado al número de la última misión Apolo a la Luna, pero no penséis que la casifamosez se acaba, porque todos los días surge una nueva estrella con trabajos peculiares a su espalda, trabajos por los que no se hizo conocida, pero que contribuyeron a situarla donde ahora está.

Antes de convertirse en la hermanastra de Dexter Morgan (y de casarse con Michael C. Hall), Jennifer Carpenter estudió en la famosa escuela neoyorquina Juilliard y protagonizó "El exorcismo de Emily Rose", una cinta que contaba con dos pesos pesados al frente del reparto, como Laura Linney y Tom Wilkinson, y que tuvo, en general, unas críticas bastante decentes. A Carpenter debe irle el terror, porque también está al frente de "Quarantine", el remake yanqui de "Rec".

No es ningún secreto que yo quería que el doctor Cottle, que tiene las mejores salidas de toda "Galáctica", fuera el quinto cylon. A cambio, no hace mucho me encontré de nuevo a Donnelly Rhodes en "Expediente X". Si en la primera temporada era un ranchero atacado por un hombre lobo, en la cuarta da vida a un general del ejército estadounidense que recluta al Fumador para el asesinato de Kennedy, y que fuma Morley, por cierto. Rhodes estuvo a punto de ser el coronel Tigh en "Galáctica". Menos mal que lo recuperaron para su médico pragmático, fumador empedernido y sarcástico.

Tyler Labine había interpretado a unos cuantos colgaos como Sock antes de "Reaper", pero quizás ninguno tan peculiar como el que interpretó en dos capítulos de la tercera temporada de "Expediente X". En "La guerra de los coprófagos" se dedica a fumar estiércol (en serio) mientras uno de sus colegas alucina y cree que tiene cucarachas bajo la piel, y en "Quagmire" intenta ligar con una chica chupando un sapo y contándole las "propiedades alucinógenas" de su piel, al mismo tiempo que a otro de sus colegas se lo come Big Blue. Mejor no salir con él de borrachera, ¿eh?

La adaptación de "Orgullo y prejuicio" que Joe Wright dirigió en 2005 le valió a Keira Knightley una nominación al Oscar (la primera de su carrera, creo), y nos presentó as unas hermanas Bennett con unas cuantas actrices que luego hemos visto aparecer en otras cosas. Empezando por la izquierda tenemos a Jena Malone, que en realidad ya se había hecho conocida unos cuantas años antes con "Donnie Darko"; Carey Mulligan, la acompañante que todos los fans quieren para "Doctor Who"; la propia Knightley, Rosamund Pike, que venía de ser chica Bond en "Muere otro día", y Talulah Riley, que aún no se ha hecho muy conocida, pero a la que los fans de "Doctor Who" igual recordáis como la pobre señorita Evangelista de "Silence in the Library" y "Forest of the dead", el doble capítulo de Steven Moffat en la cuarta temporada.

En el piloto de "Sobrenatural" no sólo sale Jeffrey Dean Morgan como el padre de Sam y Dean, sino que hay otras dos chicas que ahora reconocemos rápidamente, pero no tanto en 2005. Arriba está Adrienne Palicki (de Toledo, pero el de Ohio), más tarde Tyra Collette en "Friday Night Lights", y la de abajo es Sarah Shahi (o Aahoo Jahansouz, según su partida de nacimiento y según IMDB, claro), a punto de dar el salto a "L", que empezaría a hacerla conocida, y bastante antes de "Life". Ella fue el primer fantasma de "Sobrenatural". Ah, y para los que seais fans de "L", su Carmen de la Pica volverá para el último episodio de la serie.