30 diciembre 2011

La música del fin del mundo

Según los apocalípticos que creen que el final del calendario maya marca el final del mundo (cuando simplemente marca un cambio de era, y vuelta a contar desde el principio) y "Expediente X", que apuntaba que Mulder y Scully debían luchar en ese año contra una invasión extraterrestre, 2012 es el año de la llegada del Juicio Final. En realidad, lo único que va a acarrear esto es, probablemente, un renovado interés por las películas y series sobre el fin del mundo, como ocurrió en los años anteriores a 2000, y lo que sí dejó el otro día en la radio fue una simpática lista de canciones que hablan sobre el fin de los días, aunque sea un apocalipsis metafórico. ¿Y qué mejor que empezar el último fin de semana de 2011 con algunas de esas canciones?

- R.E.M.: "It's the end of the world"



Creo que hubo un capítulo de "Anatomía de Grey" que usó el título de esta canción, lo que era una costumbre de la serie para nombrar gran parte de sus episodios.

- U2: "Until the end of the world"



Este tema daba título a una película de Wim Wenders, de 1991, y hasta estaba incluida en su banda sonora. U2 ha colaborado otras veces con este director alemán, incluyendo la aportación de "Stay (Faraway, so close!)" para "Tan lejos, tan cerca", la continuación de "El cielo sobre Berlín".

- Skeeter Davis: "The end of the world"



Ésta es de las que hablan de un fin del mundo metafórico, y ha sido muy versionada desde su publicación original, en los 60. Metafórica es también una canción de The Cure con el mismo título.

- Muse: "Apocalypse please"



Por supuesto, si Muse usan como inspiración agujeros negros supermasivos, regiones de Marte y colisiones de estrellas de neutrones, ¿cómo no iban a utilizar también el fin del mundo?

- The Misfits: "Astro Zombies"



Lo más divertido de esta canción es que parece, si yo no estoy mal informada, que está inspirada por "The Astro-Zombies", una película de serie B de 1968 que iba sobre un científico de la CIA que se vengaba de la agencia "construyendo" monstruos con partes del cuerpo de víctimas de asesinato. Con esa sinopsis, suena a ser más trash que "El ataque de los tomates asesinos".

29 diciembre 2011

El seriéfilo

¿Qué es esto de ser un seriéfilo (o teléfilo, como creo que dicen en "ByTheWay", aunque ese término abarca más cosas)? ¿Qué implica en esta era de interconectividad instantánea, "piratería" y redes sociales? En realidad, ¿le importa a alguien fuera de los círculos interneteriles? En el blog "Spoiler Alert!" tienen una sección, "Filosofía seriéfila", en la que reflexionan sobre algunas de las circunstancias que rodean a aquella persona que es fan de las series de televisión y utiliza principalmente Internet para comentarlas (y para obtenerlas). A riesgo de que parezca que es mirarse demasiado el ombligo, estos comentarios resultan interesantes porque, como muy bien saben en "Fringe", el observador es una parte muy importante del sistema. O, al menos, por eso me resultan a mí interesantes, que puede ser que a vosotros no os lo parezca tanto. Pero claro, yo encuentro muy interesante este documental sobre cómo crece y se forma el cerebro de los bebés.

Entre los diferentes aspectos que se tratan en la "filosofía seriéfila" se habla del dilema de vernos todas las series que podamos o sólo las que nos interesen de verdad, los problemas que podemos tener a veces para recomendar algunas de ellas a la gente que nos pide opinión, lo curioso que es que estas charlas que solemos tener por Internet hayan saltado a la vida real (y con gente con la que no hablamos por Twitter) y la dificultad de evitar los spoilers si visitas según qué sitios (coincido con ellos en que Tumblr es un campo de minas. Menos mal que no tengo). Yo diría que tener curiosidad y paciencia son dos aspectos que no hay que despreciar, y luego está ese lado evangelizador que nos sale cuando descubrimos una serie que nos parece estupenda y que queremos que descubra mucha más gente. El reverso de esto sería que, en la segunda temporada y cuando se ha vuelto muy popular, nos salga la vena snob de que ya no es lo que era.

Cada seriéfilo es un mundo con sus filias, sus fobias y sus monotemas, y lo único cierto es que ninguno poseemos la verdad absoluta de nada. Y ahora que os confieso que he perdido el hilo de lo que iba a decir, voy a aprovechar para demostrar uno de los puntos anteriormente mencionados como parte de la idiosincrasia seriéfila (la monotemática) y os recomiendo que exploréis un poco en los vídeos relacionados con "Downton Abbey" que tiene PBS, la cadena que la emite en Estados Unidos. Hay desde una mesa redonda con los actores (en la que se maravillan de que la serie sea un éxito en España) y pequeños vídeos que resultan interesantes, aunque tenéis que bucear en YouTube para encontrarlos. En esa web hay, además, un curioso reportaje de un canal australiano sobre Highclere Castle que cuenta, por ejemplo, el papel de uno de sus dueños en el descubrimiento de la tumba de Tutankhamon. Luego, si en los vídeos relacionados de YouTube dais también con la parodia que Jennifer Saunders hizo de esta serie y de "Arriba y abajo" para Comic Relief, eso que os habréis ganado.

P.D.: Si lo que queréis es, en realidad, convertiros en blogueros influyentes, en "Basura & TV" os dan unos fáciles consejos.

27 diciembre 2011

Los dúos de 2011

Nunca os fieis de mí cuando digo que ya no voy a hacer más listas de final de año. Son una peste porque invaden todas las webs durante las dos últimas semanas del año (y porque los comnentarios en ellas siempre acaban subidos de tono), pero en el fondo resulta divertido pensarlas y hacerlas. El año pasado retomé un pequeño recopilatorio sobre las parejas que más me habían entretenido en sus series, las que se convertían, muchas veces en uno de sus principales atractivos para verlas, al menos, in my opinion, y este año puede ser divertido intentarlo de nuevo. Como siempre, estos dúos no tienen por qué ser románticos (aunque alguno hay), y aunque voy a procurar no repetir los de 2010, no puedo prometerlo.

- Lady Mary y Matthew Crawley ("Downton Abbey")

 Los dos primos y su complicada relación de sentimientos reprimidos y cosas sin decir ha sido, sin duda, el corazón de la segunda temporada de "Downton Abbey" y, por supuesto, de su especial de Navidad. Lady Mary ha sido uno de los personajes que más ha crecido en la serie, y sus miradas y su lenguaje corporal expresaban muy a las claras lo que sus palabras nunca explicitaban. En el especial de Navidad, además, la entrada en escena de Sir Richard Carlisle deja grandes momentos.

- Carrie Mathison y Saul Berenson ("Homeland")

La dinámica de mentor y discípulo que llevan estos dos analistas de la CIA es más compleja y está más llena de recovecos de lo que parece a simple vista. Se puede decir que casi sólo confían el uno en el otro, incluso a pesar de que, a veces, desaprueben algunas de las cosas que hacen. El modo en el que Saul se preocupa por una Carrie más frágil de lo que aparenta, y cómo ésta depende de él, es uno de los toques más humanos de una serie que se preocupa por construir de forma sólida a sus personajes.

- Raylan Givens y Boyd Crowder ("Justified")

Que sus familias lleven generaciones enfrentadas, y que ellos se conozcan desde que eran adolescentes, carga de significado cualquier intercambio que tengan, y aunque muy pocas veces trabajan juntos, cuando lo hacen aún elevan más el nivel de "Justified". Boyd es, de por sí, uno de los secundarios más interesantes de la televisión actual, y la relación de amistad-rivalidad con Raylan permite que la serie nunca sea aburrida.

- Alex y Haley Dunphy ("Modern Family")

Alguna vez hemos comentado que los tres hijos de Phil y Claire Dunphy son las armas secretas de la serie, y desde que los guionistas descubrieron el gran dúo cómico que forman Alex y Haley, las dos hermanas son insuperables siempre que tienen que llevar a cabo algo juntas. Ese "un día, tus fans trabajarán para mis fans" que Alex le replica a su hermana mayor es, sin duda, una de las frases del año.

- Pete Lattimer y Myka Bering ("Warehouse 13")

La divertida relación que tienen estos dos agentes del Servicio Secreto es uno de los mayores atractivos para los seguidores de la serie. También hemos dicho en más de una ocasión que uno de los hallazgos de la serie es dejar que su química de amigos y compañeros de trabajo fluya sin forzar la tensión sexual no resuelta, y aunque en la tercera temporada se marcaron un capítulo casi para shippers, con el clásico despertar sin recordar lo que hicieron la noche anterior, el lado cómico y de colegas acaba ganando casi siempre.

- Tyrion y Bronn ("Juego de tronos")

Los one liners de Bronn y los recursos ingeniosos de Tyrion forman un dúo que roba el show cada vez que aparecen en pantalla juntos. En los libros ya son tremendos, pero en la serie han llegado a ganarse a pulso peticiones de spin-off en el que protagonicen una sitcom que un comentarista yanqui bautizó como "Un hombre y medio". Bronn será el músculo para el cerebro de Tyrion, pero él también sabe maquinar cuando le conviene.

- Walter Bishop y Olivia Dunham ("Fringe")

Tenía que incluirlos de nuevo este año porque, con el cambio que la serie ha introducido en la cuarta temporada, la relación entre Walter y Olivia ha sido una de las cosas más interesantes de ver. No quiero añadir mucho más porque ya he hablado sobre el tema, pero tenía que dejarlos compartiendo un batido porque ninguno de los dos puede dormir.

- El Doctor y River Song ("Doctor Who")


Líneas temporales desordenadas que se entrecruzan aparte, el Doctor y River siempre aportan a la serie un toque pícaro y divertido y, en la sexta temporada, hasta cierto aire épico. River acabó ganando más peso que Amy y Rory en los últimos capítulos, y pensar que podemos estar bastante tiempo sin verla de nuevo en acción es aún peor que esperar casi un año para ver la séptima temporada.

- Robin Scherbatsky y Barney Stinson ("Cómo conocí a vuestra madre")

La clave de esta séptima temporada de la serie (y de parte del final de la sexta) está en el mayor protagonismo que le han dado a Robin y a su evolución como personaje. Su relación con Barney está proveyendo a la comedia de su esqueleto en estos nuevos capítulos.

26 diciembre 2011

La excepción de USA

La cadena USA bien puede ser una de las que ha tenido más éxito construyéndose una imagen de marca a través de sus series. Todas son veraniegas, con un simpático sentido del humor (algunas buscando más abiertamente la comedia que otras), basadas en torno a personajes con personalidades muy marcadas y, en general, entretenimientos más bien ligeros y divertidos. Rara es la que no gira alrededor de una pareja con gran química en pantalla, ya sean Gabriel Macht y Patrick J. Adams en "Suits", James Roday y Dulé Hill en "Psych" o Tim DeKay y Matt Bomer en "White Collar", o hasta Mary McCormack y Fred Weller en "In plain sight", y aunque no es raro que algunas tengan sus subtramas dramáticas, el tono liviano y estival es el que sigue predominando.

Sin embargo, curiosamente, la más exitosa de todas es la que, siguiendo la misma fórmula, se sale un poco del molde, y esa es "Burn notice". Alguna vez hemos comentado que, originalmente, Matt Nix tenía en mente una serie un poco más oscura, en la que se exploraba de un modo más realista cuál era la situación de Michael Westen una vez lo "quemaran", lo echaran de la CIA y lo pusieran en la lista negra, y a veces, esos riesgos y ese lado menos soleado termina aflorando en la serie más ochentera y divertida que emite USA. Incluso su sentido del humor es un poco diferente (es lo que Jeffrey Donovan describe como "paródicamente auto-consciente"), más sarcástico que el de "White Collar" por ejemplo.

¿Y de qué va "Bun notice"? De un espía expulsado por la CIA por razones desconocidas para él, que acaba en Miami sin dinero, sin ningún registro de que alguna vez trabajara para el gobierno, vigilado por el FBI y por otros espías de los que se ganó su enemistad, y contando con la única ayuda de una ex terrorista del IRA con la que estuvo liado, un amigo suyo que fue SEAL de la Marina y de su madre, a la que hace años que no ve y con la que tiene una relación llena de altibajos. Para ganarse la vida, Westen va ayudando a gente con problemas en el mejor estilo de "MacGyver" o "El equipo A", mientras al mismo tiempo intenta averiguar quiénes lo despidieron y por qué para intentar volver a trabajar para la CIA. A lo largo de las cinco temporadas que lleva en antena (y ya está renovada para una sexta), los objetivos de Michael a largo plazo, y la consiguiente trama serializada sobre su despido, han ido cambiando, y eso se ha ido entrecruzando con los casos semanales de la gente a la que Michael ayuda.

El arco serializado es lo que aporta ese toquecito un poco más serio a "Burn notice", pues Westen tiene en su interior un lado oscuro que casi siempre logra controlar y guarda no pocos esqueletos en su armario de cuando trabajaba como operativo encubierto sobre el terreno. Además, como hemos dicho, Matt Nix no deja que la persecución de quienes expulsaron a Michael se estanque y la mantiene siempre evolucionando, aunque nunca es tan interesante como cuando apela directamente a los demonios de su protagonista. Eso es lo que la hace destacar del resto de series de USA, pero no podemos obviar que "Burn notice" es, simplemente, muy entretenida, y que es la dinámica entre sus personajes lo que termina resultando ser su principal atractivo.

P.D. podcastero: "Yo disparé a J.R." vuelve por Navidad, como el turrón, y lo hace con una entrega que podéis escuchar y descargar en el blog, y en la que contamos con la participación especial de Mauro, de "Basura & TV", en el apartado dedicado a "Homeland". Os dejo el menú del día.

- 0': Lo más destacado de los Globos de Oro y las renovaciones y cancelaciones de HBO.
- 9': El piloto de "Luck".
- 21': "Homeland" (con spoilers).
- 46': "Terra Nova"
- 59': "The Good Wife"

25 diciembre 2011

Personajes con suerte

En este último año ha vuelto la eterna discusión sobre si lo que importa en una serie es más la trama o lo son los personajes. Los finales de temporada de "The Killing" y, muy especialmente, "Homeland" y toda la segunda entrega de "The Walking Dead" han visto a sus seguidores dividirse en los que quieren saber cómo va a continuar la historia y los que prefieren ver evolucionar a los personajes (hasta concediendo que, en la serie de los zombies de AMC, ese aspecto siguen sin tenerlo demasiado bien hilado). De hecho, si leeis los comentarios en los blogs estadounidenses sobre "Homeland", creeréis estar viviendo en un fallo en Matrix y que estáis leyendo, de nuevo, las discusiones sobre el final de "Perdidos": quienes estaban pendientes sólo de la trama creyeron estar siendo engañados; los que se fijaban más en los personajes salieron bastante satisfechos.

La última entrega del podcast "Firewall & Iceberg" trata exactamente esa dicotomía al hablar sobre el final de "Homeland" y también lo compara con el de "The Killing", sobre todo porque es una comparación que traen a colación los comentaristas a los que no les gustaron ninguno de los dos. Ya sabéis que yo no creo que el final del remake de "Forbrydelsen" fuera tan horrible y que me hartan los críticos yanquies que lo usan casi como paradigma de todo lo que está mal en el mundo, pero en este caso es interesante porque justo ejemplifica ese dilema que hemos expuesto antes, y del que podemos estar hablando hasta la saciedad sin llegar a ninguna conclusión.


Más que los personajes, es el mundo en el que se mueven lo que puede llamar más la atención del piloto de "Luck", la nueva serie de David Milch para HBO que, además, tiene detrás un catálogo de nombres realmente impresionante, con Michael Mann como director de ese primer episodio (y productor ejecutivo junto con el laureado guionista Eric Roth) y Dustin Hoffman, Dennis Farina o Nick Nolte delante de las cámaras. La trama que nos presentan, de momento, está en su infancia, como si dijéramos, con un hipódromo que busca modos de no entrar en crisis, cuatro apostadores en busca de un golpe de suerte, los jockeys y los entrenadores de los caballos y Ace Bernstein, un tipo que acaba de salir de la cárcel y que no parece acercarse al hipódromo por el mero amor a las carreras.

Lo más destacado del piloto es el modo en el que Mann rueda justo las carreras y a los caballos, intentando mostrarnos por qué toda esa gente adora ese mundo y metiéndonos de lleno en el subidón de adrenalina de los jinetes y las monturas dentro de los cajones antes de la competición, hasta transmitiéndonos los breves instantes de miedo del caballo al entrar en dichos cajones y antes de salir corriendo. Habrá que esperar un par de capítulos más para que podamos hacernos con el ambiente y el entorno por el que se mueven los personajes de "Luck", que no se estrena hasta el 26 de enero, creo recordar. De momento, sólo nos hemos acercado a la puerta de entrada. Nos falta empezar a apostar.

Música de la semana: Ya que hablamos de "Luck", ésta es otra serie que ha optado por una canción de Massive Attack para sus títulos de crédito. Si en "House" suena "Teardrop" y en "Luther", "Paradise circus", en "Luck" la elegida es "Splitting the atom".

23 diciembre 2011

Antología del terror

AVISO: Como pasaba el otro día con las noticias sobre "Doctor Who", aunque no creo que esta entrada pueda considerarse espoileante, sí es posible que haya quien no quiera saber cuáles son los planes de Ryan Murphy para la segunda temporada de "American Horror Story". Lo dejo a vuestro criterio.

Es bastante común que, con determinadas series, surjan las dudas de cómo van a poder continuar su historia más allá de la primera temporada. Este año hemos visto esos interrogantes con dos de los estrenos de los que más se ha hablado en otoño, "Homeland" y "American Horror Story", y la conversación era mucho más palpable con la segunda, y no sólo porque detrás de ella se encuentran Ryan Murphy y Brad Falchuk. Murphy tiene tras de sí una tradición de series que entran como un vendaval en la parrilla durante su primera entrega, en la que queman historia como si las fueran a cancelar en el décimo capítulo, y en las siguientes temporadas se dedican a dar vueltas sobre sí mismas y a incrementar todavía más las incoherencias y las locuras que el avance rápido por la trama disimulaba en la temporada inaugural.

Yo no he visto de "American Horror Story" nada más que su piloto, pero por lo que he ido leyendo por ahí, la historia de la familia Harmon y de su casa encantada no podía aguantar más allá del episodio 13. Había mucha curiosidad por ver qué planes tenían Murphy y Falchuk para la segunda temporada cuando se supo que FX renovaba la serie,y el caso es que han demostrado saber lo que se traen entre manos mejor de lo que parecía. No sé si, de repente, se han vuelto conscientes del modo en el que construyen sus títulos porque lo que han confirmado es que "American Horror Story" va a ser más una antología de una historia por temporada (en lugar de una historia por episodio), con nuevas casas endemoniadas, nuevos fantasmas y monstruos y nuevas víctimas que los sufran. Eso no impide que la serie vaya a ser un desastre igualmente, pero tener un nuevo comienzo en cada temporada parece ser lo que mejor se adapta al "método Murphy", que empieza con muchas ganas y luego pierde enseguida el interés.

Los dos creadores han apuntado, además, que van a contar con unos cuantos de los actores de la primera temporada, que interpretarán a personajes diferentes, y que ésta será la táctica que seguirán de aquí en adelante si "American Horror Story" continúa siendo el éxito que ha sido este año.  No deja de ser curioso que el título vaya a convertirse en una antología del terror cuando ya en cada episodio "roba" elementos, escenas y hasta fragmentos de la banda sonora de un montón de películas del género, desde "Amytiville" a "El resplandor" y "La semilla del diablo", por citar sólo tres. Quizás en este reseteo completo puede estar la clave para la serie aguante mucho más de lo que suelen sobrevivir los proyectos de Ryan Murphy, y hasta puede animar a otros showrunners a hacer lo mismo cuando sus series parece que ya no dan más de sí.

22 diciembre 2011

11 películas en 2011



Con la listas, ya se sabe lo que pasa. Las haces tú eligiendo lo que a tí te gusta, pero es inevitable que te dejes fuera cosas que no te convencieron, que no has visto o que disfrutaste pero no lo suficiente para incluir en tu lista. Con esta colección de películas pasa algo así; no son las mejores del año y, seguramente, muchas de las que vosotros consideráis como tales brillarán por su ausencia, con toda probabilidad porque no he podido verlas todavía. Además, aquí figuran las que yo he visto en 2011, incluyendo unas cuantas de los Oscars que nunca llegan a España hasta los meses de enero o febrero (o hasta marzo). Pero dejémonos de explicaciones; vamos a lo que importa:

- "Winter's bone": Fría, austera y con una gran atmósfera, ésta es la película que descubrió a Jennifer Lawrence (preparada para saltar al estrellato definitivo gracias a "Los juegos del hambre" el año que viene). Su retrato de esa comunidad que vive casi a salto de mata en las montañas, siguiendo sus propios códigos de honor, es lo más destacado de la cinta.

- "Valor de ley": De aquellos divertimentos estilísticos como "Arizona Baby", los hermanos Coen pasan a un western clásico como este remake de la película por la que John Wayne consiguió su único Oscar. También descubren a otra joven actriz, Hailee Steinfeld, y manejan con buen pulso una historia de venganzas y castigos.

- "Cisne negro": La explicación que daba Darren Aronofsky sobre la película, diciendo que es una historia sobre el hombre lobo, da la clave para entender el modo en el que está narrada. Natalie Portman se ganó a pulso su Oscar metiéndose en la frágil y trastornada mente de esta bailarina.

- "Midnight in Paris": La primera secuencia es tan carta de amor a París como lo era a Nueva York el principio de "Manhattan", y a partir de ahí, Woody Allen se mete de nuevo en el bolsillo al público y la crítica estadounidenses (lo que hacía tiempo que no lograba) con esta comedia simpática sobre los peligros de la nostalgia.

- "Beginners": Cualquier momento de la vida es bueno para empezar algo que siempre quisiste hacer, pero que te daba miedo, y siguiendo el ejemplo de su padre, que le confiesa su homosexualidad cuando ya tiene 70 años, el protagonista de esta película se abre poco a poco a las posibilidades que ofrece no abandonar algo a las primeras de cambio.

- "La boda de mi mejor amiga": Pocas comedias ha habido más divertidas que "Bridesmaids", y pocas han conseguido que su centro emocional vaya, en realidad, de la amistad entre dos mujeres disfrazándolo todo de comedia romántica repleta de gags hilarantes y semiimprovisados.

 - "Jane Eyre": La enésima adaptación de la obra de Charlotte Brontë abraza por completo el tono gótico de buena parte de lo que ocurre en Thornfield Hall y logra que, como en toda obra romántica, la naturaleza se muestre acorde con los sentimientos de sus personajes. Michael Fassbender es, además, un gran señor Rochester.

- "Otra Tierra": Ésta puede ser la inclusión un poco peculiar de la lista (y a cuya banda sonora pertenece el vídeo de arriba). El concepto de una Tierra paralela sirve perfectamente como metáfora de la historia de redención de Rhoda y su búsqueda de una segunda oportunidad.

- "Mientras duermes": La película de Jaume Balagueró es el retrato de un psicópata, pero uno que no se dedica a matar, sino a algo aún más inquietante. El gran hallazgo es, por supuesto, un inmenso Luis Tosar y cambiar el punto de vista típico de estas cintas de acosadores y víctimas.

- "The Artist": Derrocha encanto y carisma por todas partes y es un estupendo homenaje al Hollywood clásico. Su protagonista, Jean Dujardin, echa toda la carne en el asador ganándose al público con sus sonrisas de galán, y la película hasta se permite unas pequeñas experimentaciones aquí y allá. Y sí, es casi muda y en blanco y negro.

- "El árbol de la vida": Esto es más un poema o una sinfonía que una película, y aunque tiene momentos en los que es demasiado pretenciosa y hasta está a punto de ser totalmente ridícula, logra transmitir potentes emociones.

Menciones especiales: Los actores de "Un dios salvaje" y "Criadas y señoras", la nostalgia ochentera de "Super 8", Alan Rickman en la segunda parte de "Harry Potter y las reliquias de la muerte", los momentos de Magneto a lo James Bond en "X-Men: Primera generación", el tono melancólico de "Nunca me abandones" y la matriarca de "Animal Kingdom".

21 diciembre 2011

El reloj de Artie

ALERTA SPOILERS: Sé que los seguidores de "Warehouse 13" no son demasiados en la blogosfera, pero aún asi prefiero avisar de que se van a desvelar algunos asuntos importantes del final de la tercera temporada de la serie.

Cuando uno ve series como "Warehouse 13", tiene que ser muy consciente de lo que está viendo. Lo que quiere decir que, por muy impresionante que sea que se atrevan a destruir hasta sus mismísimos cimientos el Almacén en el final de la tercera temporada, sabemos que eso no va a ser permanente. No lo fue la muerte de Artie al final de la primera y no lo va a ser esta situación. No en vano, las últimas escenas del capítulo pertenecen a Artie, sujetando en la mano el reloj de su ex compañero MacPherson, que creo que tiene la potestad de regresar unos minutos atrás en el tiempo (corregidme si estoy equivocada). Eso permitirá corregir la desaparición del Almacén y, posiblemente, la muerte de la señora Frederics (a CCH Pounder que no nos la toquen), ¿pero qué más? Estos capítulos han presentado, por primera vez, unos riesgos más palpables y con mayores visos de producirse para Pete y Myka, y aunque está claro que el status quo se mantendrá más o menos igual en la cuarta entrega, estaría bien que los personajes sufrieran algún tuvo de repercusión real por todo lo que Sykes (Anthony Michael Hall, especializado en villanos) desata.

La aparición de la madre de Pete nos ha permitido saber algo más de los Regentes, aunque sigan siendo bastante misteriosos, y aprender que Lattimer no fue elegido como agente del Almacén de casualidad. Ninguno lo es, por lo que se da a entender. Y también hemos sabido más sobre la historia de H.G. Wells como agente en el Almacén 12. Wells es un personaje que da mucho juego (y no sólo por esa relación con Myka que tiene sus propios shippers y que la propia Joanne Kelly confirma) y se hacía raro que fueran a descartarlo así como así.Ya no es meramente la villana de la función, sino algo más complejo y, desde luego, mucho más divertido en sus interacciones con el resto de personajes. Se llegó a rumorear que Syfy estudiaba la posibilidad de darle su propio spin-off (¿Con Ianto o sin él?), pero no ha vuelto a saberse más del tema.

La serie ha tenido un tono un poco más serio siempre de fondo, con las maniobras en la sombra de Sykes por destruir el Almacén y una Myka que siempre es mucho más consciente del peligro que conlleva ser agente que Pete o Claudia. El añadido de Steve Jinks prácticamente ha servido sólo para reforzar esa idea de que no todo es recuperar artefactos que pueden hacer cosas molonas; también hay situaciones de vida o muerte. Por supuesto, el tono de "Warehouse 13" no es, de repente, el que pretendía alcanzar "Stargate Universe", sino que lo suyo es una cosa ligera, veraniega y que sigue sin tomarse a sí misma demasiado en serio. Los diálogos se han trufado de más referencias pop y bromas entre sus personajes, que siempre dan la sensación de disfrutar hasta el último minuto del tiempo que pasan en el Almacén. No por nada regresa Myka al principio de la temporada.

Y lo que sigue siendo muy entretenido de ver es la relación de amistad y compañerismo entre Myka y Pete. Sin forzar la tensión romántica (que siempre ha sido el gran fallo de "Castle"), la serie ha conseguido una de las parejas con mejor química de la televisión.

20 diciembre 2011

Lo genial y lo frágil

ALERTA SPOILERS: Por si quedáis algunos que no hayais visto el final de la primera temporada de "Homeland", lo mejor es que no leais absolutamente nada sobre la serie y volvais cuando hayáis visto en acción al sargento Brody, a Saul Berenson y a Carrie Mathison.

Puede decirse que hay una tradición de genios muy frágiles; gente muy inteligente y sensible en determinados campos, capaz de reinventar el modo en el que se toca Bach y de huir al mismo tiempo de todo contacto humano, o de sufrir delirios paranoides y realizar los trabajos definitivos sobre la teoría matemática de los juegos. Los Bobby Fischer, Isaac Newton (del que se cree que sufría algún tipo de trastorno bipolar) o Vincent Van Gogh alcanzan grandes cimas intelectuales y artísticas, pero es como si sus mentes no pudieran manejar toda esa inteligencia y se rompieran. No es un caso como el de Alice Morgan en "Luther", en el que su extrema inteligencia acaba llevándola a distanciarse del resto del género humano; en estos genios conviven la brillantez y la locura y, muchas veces, llevan a que nos preguntemos si la primera podría sobrevivir sin la segunda.

En el último tramo de la primera temporada de "Homeland" termina sucediendo lo que llevamos casi esperando desde el principio; que Carrie acabe descendiendo por una espiral de autodestrucción llena de momentos de clarividencia que le permiten descifrar todo el plan de Abu Nazir y el papel de Brody en él. Pero lo triste, y lo interesante de todo, es que ella no sabe que lleva razón, que siempre tuvo razón. La detonación de la bomba en medio del parque desata un episodio de euforia y su consiguiente depresión profunda que, unido a la "traición" de Brody, la empujan al borde mismo del abismo, a tomar la decisión de someterse a la terapia de electroshock para poder recuperar su vida. La cuestión es si podrá recuperarla y si los efectos secundarios del tratamiento no la dañarán más. Está muy claro que el recuerdo de a quién se refería Brody por Issa terminará regresando a ella a lo largo de la segunda temporada, y también que ver cómo Carrie vuelve lentamente a ser quien era (o la versión mejorada que cree que quiere ser) va a ser de lo más interesante de los nuevos episodios, que no veremos hasta el próximo otoño.

Como ya comentamos no hace mucho, en "Homeland" casi da igual que el chaleco explosivo de Brody falle porque lo que importa es ver cómo toda la seguridad en sí mismo que ha ido acumulando hasta ese momento en el búnker, hasta el momento en el que debe accionar el detonador, se va diluyendo y termina desapareciendo por completo al ver que la bomba no está bien armada. Es la sensación de agobio y determinación de Brody, y también su expresión casi dolida al ver a Carrie después de haberla delatado a Estes, lo que hace que el sargento siga siendo un enigma. Sabemos las acciones que ha emprendido y creemos saber las motivaciones tras ellas, pero no podemos estar seguros de ninguna porque ni siquiera Brody lo está. ¿De verdad pretende ejercer alguna influencia política en su nueva posición o sólo es una huida hacia delante para justificar su fracaso delante de Nazir? ¿Y de verdad Nazir se lo tragó?

Inteligentemente, la serie va a cambiar en su segunda temporada y, de hecho, este último capítulo de la primera era más preparación de lo que está por venir que cierre de lo que ya hemos visto. Las posibilidades son enormes, y no sólo porque Saul (la tercera pata sobre la que se sustenta todo) ahora conoce ya todo el puzzle. Los personajes han crecido y evolucionado, hemos llegado a conocerlos todo lo bien que podemos hacerlo, y van a empezar la segunda entrega cambiados de algún modo, en lugares emocionales distintos de donde empezaron la serie. "Homeland" estará construida siguiendo una trama de espionaje y thriller político, pero eso no es más que la cobertura exterior; los paralelismos entre las mentes y los corazones dañados y solitarios de Brody y Carrie son lo que la impulsa hacia delante. Los dos están rotos e intentan "repararse" por sus propios medios, y lo triste para ellos es que, quizás, el único modo de hacerlo es retomando el camino que emprendieron en aquel fin de semana en la cabaña junto al lago, un camino por el que ya no pueden volver.

P.D.: Uno de los que explica con más claridad lo que es padecer de síndrome bipolar es Stephen Fry. Él mismo reconoce que lo suyo no es la variedad más grave, pero las entrevistas que da sobre el tema (como ésta, en la que hace una interesante comparación con la climatología) ayudan a hacerse una idea de cómo debe ser convivir con esta enfermedad.

19 diciembre 2011

Rockeros y salvajes

El principal obstáculo que tiene que superar "Un dios salvaje" es su teatralidad. La adaptación de la obra de Yasmina Reza tiene cuatro personajes que nunca salen de un piso y, en realidad, casi ni siquiera del salón, y todo el andamiaje debe sostenerse únicamente con la presencia de los actores y con el diálogo. Roman Polanski se esfuerza por buscar encuadres que no sean teatrales, desplaza a los actores también por la cocina y el cuarto de baño y hasta juega con los intentos de marcharse del matrimonio interpretado por Christoph Waltz y Kate Winslet como si estuvieran en una suerte de "El ángel exterminador", y a veces consigue que nos olvidemos un poco de que su punto de partida es una obra de teatro.

El atractivo principal es ver la interpretación de Winslet, Waltz (que está tremendo), John C. Reilly y Jodie Foster. Los cuatro no sólo están divertidos (Reza escribe comedias que buscan hacer pensar, al fin y al cabo), sino que contribuyen a que, con la dirección de Polanski, se vaya acumulando la tensión y se note perfectamente que, bajo sus educadas fachadas, los cuatro están deseando gritarse y echarse unos a otros la culpa porque el hijo de uno ha pegado al del otro. La dicotomía entre salvajismo y civilización que discuten es en teoría el tema central de la película, pero lo que interesa es ver las fachadas resquebrajarse, ver sus imposturas de gente teóricamente con clase y educación, pero que se escuda en sus buenos modales para comportarse igual que dos supuestos bárbaron que se atizan con un palo para arreglar sus diferencias. Después de todo lo que vemos, el final (ligeramente diferente del de la obra) pone el broche irónico al asunto.


Este año ha sido, un poco, el de los documentales sobre músicos. Entre Martin Scorsese con "George Harrison: Living in the material world" y Cameron Crowe con "Pearl Jam Twenty", llega Davis Guggenheim y se lanza a contar cómo fue la gestación del disco "Achtung Baby" de U2, de cuya publicación se han cumplido 20 años. "From the sky down" muestra al grupo al borde de la separación, y utilizando la marcha a Berlín para preparar y grabar el álbum como una forma de ver qué camino debían tomar en aquella encrucijada; marcharse cada uno por su lado o abrir una nueva etapa para U2.

Sí, hay entrevistas a los músicos, a sus productores, un recordatorio a la larga sombra de "The Joshua tree" y comentarios sobre cómo estar en Berlín justo cuando cayó el muro tuvo su relevancia en todo el proceso, pero lo más interesante es el vistazo al proceso creativo detrás de las canciones. Guggenheim utiliza material inédito y las cintas de las primeras sesiones de grabación para enseñarnos cómo, por ejemplo, lo que era el esquema básico de "Mysterious ways" terminó dando pie a "One", cómo Bono y The Edge componen primero la melodía antes de escribir la letra y, en general, cómo U2 funciona creativamente por dentro.

18 diciembre 2011

Teleadicciones de 2011 (y II)



A la fuerza, el repaso de este año televisivo que iniciamos la semana pasada va a estar incompleto. Entre las series que no sigo (no busquéis "Breaking Bad"), las que no he tenido tiempo de retomar aún (como la segunda temporada de "Boardwalk Empire" o la quinta de "Burn notice") y las que he abandonado (adiós, "Castle"), seguro que habrá unas cuantas ausencias. Pero, como ya comentamos, esto no es una lista de "lo mejor de 2011", sino sólo de los títulos que más he disfrutado. Y sí, "Medium" fue uno de ellos, y la despedida de todos sus actores tras el final (que no fue especialmente destacable) fue uno de los momentos del año.

- La  ¿nueva? "Fringe":  Concedemos que lo mejor de "Fringe" se emitió a finales de 2010, pero en 2011 no dejó de buscar otros modos de contar su historia ni más facetas que mostrar de sus personajes. Ver a Olivia y Walter interactuar juntos ha sido de lo más interesante de este año.

- Los policías cancelados: No sabemos si fue la cadena (NBC), la noche (jueves) o un título que remite a su origen como remake de otra serie, pero "Prime Suspect" no ha encontrado su público a pesar de haber encontrado enseguida lo que hacía especial (la interacción entre los detectives) y de tener un centro tan eficaz como Maria Bello. A "The Chicago code" le pasó algo similar; ni aprovechar los escenarios naturales de la ciudad, tener a un gran Delroy Lindo y apuntar cosas muy interesantes en la lucha de Wysocki y Colvin contra la corrupción la salvó de la guadaña.

- Los Gallagher sin vergüenza: "Shameless" es más un drama familiar que una comedia negra, y es en el primer aspecto donde mejor ha jugado sus cartas, sobre todo con los tres hermanos mayores de la familia Gallagher. Fiona, Lip e Ian intentan salir de la sombra de su padre alcohólico, pero los lazos de la familia siempre pueden más que ellos.

- Los sueños de Nueva Orleans: Puede no parecerlo, pero es cierto que "Treme" tiene un punto de vista más positivo que "The Wire". Sus protagonistas no pueden dejar de perseguir sueños por mejorar y, a veces, hasta los hacen realidad, y cualquier serie que tenga a Antoine Baptiste y sus Soul Apostles merece estar siempre entre lo mejor del año.



- El invierno ya está aquí: "Juego de tronos" tenía la tarea imposible de adaptar, de un modo inteligible y entretenido, el inicio de la saga de libros de George R.R. Martin, y ha cumplido esa tarea con creces. Los grandes personajes de los libros siguen siendo grandes (como Tyrion) y los que podían suscitar más reparos en las páginas, en la serie han recibido un retrato fascinante (como Cersei y, sobre todo, Daenerys).

- Los campeones de Dillon: La elipsis en medio del vuelo del balón durante el último partido de los East Dillon Lions es uno de los momentos televisivos del año, un momento que encapsula toda "Friday Night Lights" y todas las emociones de sus últimos capítulos. No vamos a decir que su cierre fue perfecto, pero sí lo fue su último plano sobre Eric y Tami Taylor.

- Liz Lemon es "centenaria": Pocos episodios ha habido esta temporada tan divertidos y tan acertados en su parodia como "Queen of Jordan", el capítulo de "30 Rock" que se ríe y homenajea al mismo tiempo a la saga de realities de "The real housewives". La comedia pasó la barrera de los 100 episodios con la misma locura y el mismo orden caótico de siempre.

- La sangre de Harlan: El salto cualitativo que "Justified" dio de la primera a la segunda temporada es digno de estudio. Pero ese "estudio" puede apartarnos de lo que realmente importa de la serie, y es que es, simplemente, muy entretenida de ver y proporciona gran diversión. Ese es su principal objetivo y, por el camino, lo construye con grandes personajes y una sensacional atmósfera.

- El dilema de Brenda:  "The Closer" se aproxima a su final poniendo a Brenda cada vez más cerca de una decisión dolorosa que no va a poder aplazar. Y mientras tanto, el grupo de Crímenes Prioritarios cimenta más su estatus entre los policías más divertidos de la televisión.

Menciones especiales: Ava en "Up all night", las pequeñas tontunas de Jess en "New Girl", el sorprendente final de temporada de "Warehouse 13", el retrato de Brennan en "Bones", el modo en el que se entrecruzan las tres historias de "Marchlands", la sensación de calor y agobio de "Mad dogs", Shane en "The walking dead" (a pesar de todos los pesares), el baile de Mary y Matthew en "Downton Abbey", la "a-mah-zing" Penny de "Happy endings", los sueños cinéfilos de "House" y Gwen disparando, mientras sujeta a su hija en el otro brazo, en "Torchwood: Miracle day".

Música de la semana: Esta semana se estrena en EE.UU. "The girl with the dragon tattoo", o lo que es lo mismo, la versión de David Fincher de "Los hombres que no amaban a las mujeres". Hasta el 13 de enero no la veremos en España, pero podemos ir abriendo boca con la versión que Trent Reznor y Karen O han hecho de "Immigrant song", de Led Zeppelin.

16 diciembre 2011

Siempre quedará la Tardis

AVISO: Sé que hay gente muy sensible con respecto a lo que se comenta de desarrollos futuros de ciertas series, así que, para curarnos en salud, creo que debo avisar que aquí se va a hablar de cierto aspecto fundamental de la séptima temporada de "Doctor Who" que Steven Moffat ha desvelado recientemente en varias entrevistas. Y, por supuesto, quien no haya visto hasta la sexta temporada de la serie, igual se tropieza con algún que otro spoiler.

Una parte muy importante de la trama de cada acompañante del Doctor es su adiós. Hace algún tiempo, en "Den of Geek" tenían una lista de las diez mejores despedidas de acompañantes y, en algunas de ellas, indicaban que dicha despedida había ayudado a cimentar el estatus del personaje. Por ejemplo, para ellos, la marcha de Martha está un puesto por encima de la de Rose, a pesar de que ésta dejó muy tocado al Doctor, porque no sólo elige marcharse en sus propios términos y cuándo ella quiere, sino porque, además, después de inventarse una mala excusa y salir de la Tardis, acaba volviendo para confesarle al Doctor la verdadera razón por la que ya no puede seguir viajando con él. Ese detalle la eleva (in my opinion, que aquí siempre hay mucha polémica) como una de las mejores acompañantes que ha tenido el Doctor en esta nueva etapa; porque le permite ganarse su independencia de él.

Claro que no nos deja a nosotros, los espectadores, tan devastados emocionalmente como el final que tuvo Donna, casi hasta peor que la muerte que parecían preconizar los Ood a lo largo de toda la cuarta temporada. El caso es que, durante buena parte de la sexta entrega de "Doctor Who", no dejaban de sucederse las insinuaciones de que podíamos estar también muy cerca de asistir a la despedida si no de Amy y Rory, al menos de él. Los tres o cuatro últimos episodios sugerían exactamente eso; Amy ya hace tiempo que dejó de ser la chica que esperó y ahora tiene toda una vida fuera de las puertas de la Tardis en la que centrarse. Que Steven Moffat anunciara hace poco que, efectivamente, los Pond dirían adiós en la séptima temporada no hace más que confirmar todas esas pistas e insinuaciones de la sexta, y lo que nos queda por saber es si se marcharán a lo Martha (como ellos quieran) o a lo Rose o Donna (forzados por las circunstancias). ¿Moffat estará planteándose matarlos?

En una serie que cambia tanto de actores como "Doctor Who", es muy normal no sólo que los acompañantes sean distintos cada temporada, o cada dos o tres temporadas; también es normal que el propio intérprete del Doctor cambie. Matt Smith es el 11º actor en darle vida  y si también terminan confirmándose todos los rumores que apuntan que podría dejarlo en esta séptima o en una hipotética octava entrega, no será el fin del mundo. Estas renovaciones le permitieron mantenerse en antena durante casi treinta años en su etapa original, y series como "Ley y orden" y "Urgencias" consiguieron sobrepasar ampliamente la década en emisión (y hasta llegar a las dos décadas) gracias a la renovación casi total de sus repartos, y teniendo fórmulas y estructuras bastante más rígidas que las que gobiernan "Doctor Who".

Ésta es tanto una serie sobre encuentros que sobre despedidas. De hecho, casi es más sobre despedidas porque el Doctor rara vez vuelve a encontrarse con los personajes con los que trata en cada episodio. Y teniendo en cuenta que, como hemos comentado muchas veces, los verdaderos protagonistas son los acompañantes, de éstos hay que contar también el final de sus aventuras con el Doctor, y no sólo el principio. Incluso cuando esos finales pasan décadas más tarde de su marcha  de la Tardis,  porque pocas cosas hubo más emocionantes en el cierre de la sexta temporada que el Doctor descubriendo que su viejo amigo el brigadier había muerto. Que Amy y Rory se marchen es inevitable, todavía más tras los eventos de la temporada pasada y, además, su historia así estará completa y tendrá más peso. Como dice una canción, "un final impresiona más".

15 diciembre 2011

Artistas de oro

Con los Globos de Oro, hay siempre un par de cosas que se tienen claras antes siquiera de que se anuncien sus nominaciones. Una es que, en televisión, les encantan las caras nuevas y las estrellas de cine que hacen televisión. Y en cine, que les encantan los grandes nombres y las modas y que, al reconocer dramas y comedias por separados, siempre hay espacio para que se acuerden de gente que los Oscars olvidarán. Este año, otra vez, los candidatos en cine son los mismos que llevan copando en el último mes todas las listas de los círculos de críticos, y confirman que "The Artist" va directa a hacer mucho ruido en el teatro Kodak en febrero, a no ser que sufra una pájara histórica en las últimas semanas. Para ver las nominaciones completas, echad un ojo por aquí que, como de costumbre, esto es más una quiniela sin visos de hacerse realidad.

PELÍCULAS: No deja de sorprenderme el carrerón que está llevando "La invención de Hugo" en esta temporada de premios, porque ahí está, disputando a dramas teóricamente más dirigidos a dultos el premio a mejor película dramática. "Los descendientes" es la que ha estado haciendo más ruido últimamente, pero hasta "Criadas y señoras" podría ganar. Da la sensación que "Los idus de marzo" y "War Horse" han perdido un poco de fuelle, pero habrá que esperar. Y en cuanto a las comedias, ni "La boda de mi mejor amiga" va a poder desbancar a "The Artist". También encontramos ahí una favorita de la crítica ("50/50") y al oficialmente resucitado por enésima vez en Estados Unidos, Woody Allen, cuya "Midnight in Paris" ha funcionado muy bien tanto en taquilla como entre los críticos.

ACTORES: Tanto en comedia como en drama, la colección de nombres es tremenda. George Clooney ("Los descendientes"), Michael Fassbender ("Shame") y hasta Brad Pitt "Moneyball") podrían ganar, y es una lástima que la crítica no haya sido demasiado entusiasta con "J. Edgar" porque parecía que era el papel para que Leonardo DiCaprio fuera inundado de premios. Ryan Gosling repite candidatura en comedia ("Los idus de marzo" y "Crazy stupid love"), pero el favoruto parece ser Jean Dujardin. La película también está nominada a mejor director y mejor guión, y ni Joseph Gordon-Leavitt de paciente de cáncer en "50/50" parece que puedan arrebatarle el trofeo.

ACTRICES: Da la sensación que la cosa está entre Glenn Close ("Albert Nobbs") y Meryl Streep ("La dama de hierro"), aunque sus películas luego desaparecen del resto de categorías, lo que va a dejar a Viola Davis ("Criadas y señoras") otra vez a verlas venir. Sorprende un poco Rooney Mara, principalmente porque "Los hombres que no amaban a las mujeres" no parece que haya recibido demasiado amor por parte de otros premios. Y en comedia, se diría que Michelle Williams es la favorita por "My week with Marilyn" (yo tampoco la descartaría para los Oscars), a no ser que Kristen Wiig sorprenda o que el dúo de "Un dios salvaje", Kate Winslet y Jodie Foster, hagan valer sus galones.

SECUNDARIOS: Desde que "Beginners" se estrenó, en junio, todos los críticos daban a Christopher Plummer por seguro en los próximos Oscars. Desde luego, podría decirse que es el hombre a batir, aunque en la industria aprecian mucho a Albert Brooks ("Drive") y no sé si alguien se atreve a descartar a Kenneth Branagh por hacer de su ídolo, Laurence Olivier, en "My week with Marilyn". Del mismo modo, casi se diría que Octavia Spencer es la gran favorita, pero Janet McTeer ha gustado mucho en "Albert Nobbs" y el fenómeno "The Artist" igual ayuda a Berenice Bejo.

OTRAS CATEGORÍAS: "In the land of blood and honey", el debut en la dirección de Angelina Jolie, está nominada a mejor película en habla no inglesa junto con "La piel que habito" (y "Nadier y Simin. Una separación", que viene pisando muy fuerte). Y "W.E.", la película de Madonna sobre Wallis Simpson, tiene dos candidaturas; a mejor banda sonora y mejor canción.

SERIES: Los premios del SAG se olvidaron de "Homeland" y de "Boss", pero los Globos se han acordado de ellas. Quizás puedan desbancar a "Boardwalk Empire", ya que "Breaking Bad" se ha quedado fuera en favor de "American Horror Story". Y en las comedias, tres estrenos intentarán vencer a "Modern family", lo que es complicado: "New Girl", "Episodes" y "Enlightened".

ACTORES: Tanto en drama como en comedia, los candidatos suenan un poco a "esto ya lo hemos visto", aunque a Bryan Cranston no iban a dejarlo fuera ni locos y Damian Lewis se merece estar ahí por "Homeland" (y hasta ganar). Ojito con Kelsey Grammer, que Starz ha hecho "Boss" casi sólo para ganar premios. Y en comedia, Johnny Galecki releva a Jim Parsons como el nominado de "The Big Bang theory". ¿Ganará Matt LeBlanc por eso del comeback en "Episodes"?

ACTRICES: La categoría de drama es una de las más interesantes de estos premios, si descontamos a Callie Thorne ("Necessary Roughness"). Ni por un momento había dudas de que Claire Danes y Madeleine Stowe no estarían ahí, pero Julianna Margulies y Mireille Enos son duras competidoras. Si gana Stowe por "Revenge", yo voy a divertirme mucho. Y en comedia, Laura Dern ("Enlightened") parece partir con ventaja frente a Zooey Deschanel, por ejemplo. ¿O repetirá triunfo Laura Linney?

SECUNDARIOS Y OTROS: La locura de los Globos de mezclar aquí series y tv movies hace que Peter Dinklage, Eric Stonestreet y Sofía Vergara tengan que competir con Guy Pearce, Maggie Smith y Diane Lane, por ejemplo, así que casi ni merece la pena romperse la cabeza intentando adivinar quién ganará. Y en cuanto a las miniseries, ver ahí "The Hour", con nominaciones incluidas para Dominic West y Romola Garai, es un soplo de aire fresco. Y no, Garai no puede ser candidata por "The crimson petal and the white" porque en Estados Unidos no se ha emitido todavía.

14 diciembre 2011

La soledad de los espías

Una de las mejores cosas que logró "Rubicon" fue centrarse en los analistas de seguridad y en las consecuencias que su trabajo tenía en ellos. Todos eran personajes inteligentes, con gran capacidad de concentración y, en teoría, lo suficientemente equilibradas emocionalmente para poder manejar la presión y la tensión de trabajar con información sensible para la seguridad nacional. Y sí, durante toda la serie, intentaban evitar un ataque terrorista en suelo estadounidense y desvelar una misteriosa conspiración, pero era el retrato de esas personas lo que distinguía a "Rubicon" de otros títulos similares. La idea de que los espías, y los que trabajan para los espías, están abocados a la soledad y a la incapacidad de mantener relaciones normales con otras personas se ha trasladado a "Homeland", que al fin y al cabo, tiene al creador de "Rubicon" entre sus guionistas (todos bastante veteranos del medio).

En Carrie y Saul, principalmente, vemos el precio que deben pagar por dedicarse en cuerpo y alma a un trabajo que no sabe de horarios, ni de fiestas ni de visitas de tu esposa a la que hace meses que no ves. Y un trabajo que aún se cobra un precio más alto en mentes brillantes pero frágiles, para las que obsesionarse con algo no es la mejor receta. Aunque la investigación del complot terrorista de Abu Nazir ha sido muy entretenido de ver, lo más interesante ha sido el retrato tanto de Carrie como de Saul y, sobre todo, cómo ella camina por la cuerda floja, siempre a punto de descender en la locura más absoluta y literal, de dejarse llevar por la fase de euforia de su trastorno bipolar para resolver el puzzle aún sabiendo de sobra que tiene que medicarse y cuidarse urgentemente.

El juego del gato y el ratón entre Carrie y Brody no se ha acabado, incluso aunque ahora ya sabemos mucho más sobre las intenciones del sargento, y que el misterio en algunos aspectos se haya resuelto, no ha hecho descender el interés ni la calidad de lo que estamos viendo. Brody puede tener un propósito o unos principios, pero la duda sobre sus verdaderos pensamientos y emociones sigue ahí (hasta en un capítulo tan meridiano en ese aspecto como el 11º), y la alternancia de Carrie entre la dureza, la vulnerabilidad, lo maquiavélico y el final de ese 11º episodio hace que "Homeland" destaque sobre otros títulos de espías y terroristas. La serie sabe muy bien que son los personajes, y no la mera trama, la clave para conseguir algo que nos impacte, nos obsesione y nos interese.

13 diciembre 2011

Las series del AFI



De todas las listas de lo mejor del año que nos asolan en estas semanas, la del American Film Institute siempre me ha resultado de las más interesantes. No tanto en lo que concierne a las películas, pues casi todos los años están todos los sospechosos habituales de la temporada de premios (teniendo en cuenta que sólo seleccionan títulos estadounidenses), como en la referida a las series. Allí, no es raro que el AFI se salga de la tendencia y que se acuerde de programas que nunca tienen mucha suerte en Emmys y Globos de Oro, aunque sí suelen tener a la crítica de su lado. La composición del jurado que elige el top 10, con los críticos de, entre otras, "Time", "Entertainment Weekly" y "TV Guide" y varios miembros de la industria, facilita a veces esas inclusiones sorprendentes porque no es raro que el AFI sea el único que se acuerde de ellas.

Este año, por ejemplo, a mucha gente le ha sorprendido que estén "Boardwalk Empire" y "Breaking Bad" pero no "Mad Men", que era una fija (quizás la culpa es de todo el tiempo que lleva fuera de antena), y también que "Friday Night Lights, que apareció en varias listas pasadas, no haya entrado en su último año. Pero es que, a cambio, se han acordado de "Justified", "Parks & Recreation", dos de los estrenos más destacados del año como "Juego de tronos" y "Homeland" (¿anticipo de lo que nos traerán los Globos de Oro?) y "The Good Wife", que ya ha alcanzado el estatus de prestigio al que, ahora mismo, parece que sólo pueden aspirar los dramas del cable y las sitcoms del jueves en la NBC. Quizás sea la inclusión más agradable, para mí, de las diez, porque ayuda a reivindicar un poco los dramas de las networks frente a esa ola abrumadora de parabienes y admiración hacia HBO, AMC o Showtime que domina los premios desde hace unos años.

En ediciones anteriores, el AFI se ha acordado de series tan variopintas como "Battlestar Galactica", "Life", "Verónica Mars", "Party down", "The no. 1 ladies' detective agency", "Todo el mundo odia a Chris", "En terapia", "Pushing daisies" y, por supuesto, "The Wire", y aunque también cae en las modas del momento (como le pasó con la primera temporada de "Héroes"), sus elegidas suelen mostrar un panorama algo más variado que si usáramos como referencia sólo las nominaciones a los Emmy. En ese aspecto, más que los Globos de Oro, son los del SAG los que pueden darnos algunas pistas de cuál puede ser la tendencia el próximo mes de septiembre, descontando algún estreno rutilante de midseason. Y además, qué demonios, me gustan los montajes épicos que hacen de las diez elegidas.

12 diciembre 2011

La sinfonía de Malick

Hace ya tiempo que quedó demostrado que Terrence Malick bien puede ser el director más particular de Hollywood (Uwe Boll es particular en otro sentido). Entre 1973 ("Malas tierras") y 2011 sólo había dirigido cinco películas (entre "Días del cielo" y "La delgada línea roja" pasaron 20 años, nada menos) y, de golpe, tiene entre manos hasta cuatro proyectos, según IMDB, de aquí a 2013. Es un tipo capaz de confabularse con el director de fotografía Néstor Almendros para rodar gran parte de "Días del cielo" durante la denominada "hora mágica"; apenas 20-25 minutos cada tarde en los que el sol está ocultándose pero la noche aún no ha caído (la historia del rodaje de esa cinta da para otra película), y es capaz de sacarse de la manga algo como "El árbol de la vida" una película que los críticos describieron en Cannes como "impresionista" o "un poema", pero que en realidad es más sinfonía sobre el origen y el significado no sólo de la vida, sino de todo el Universo, utilizando como referencia (como metáfora, si queréis, una familia de la Texas rural en los 50-60.

Desde luego, no son temas nada fáciles para introducir en una película, por muchas dos horas largas que dure, y no es extraño que una de las historias más comentadas en este año cinenatográfico fuera la cantidad de gente que se marchaba del cine y que hasta pedía que les devolvieran el importe de la entrada, lo que llevó a no pocos locales a colocar anuncios como éste avisando de lo que podía pasar. En su lista de las 10 mejores películas del año, Richard Corliss, crítico de "Time", reflexiona sobre lo que eso quiere decir tanto sobre el estado del cine actual de Hollywood como de los espectadores, pero tampoco hay que ignorar que esos 17 minutos de documental de la BBC sobre el Big Bang, la creación de la Tierra y el origen de la vida en ella (dinosaurios incluidos) se pueden atragantar con mucha facilidad, y casi es mejor ir avisado de que están ahí antes de lanzarse a ver "El árbol de la vida".

Porque esta película no puede verse a medias; o se entra o no entra en ella y, literalmente, hay que lanzarse y dejarse llevar por las imágenes que Malick compone. Sí, a veces es pretenciosa (esa alegoría final) y siempre está bordeando el absoluto ridículo, pero también es una obra que logra transmitir emociones y sensaciones de un modo mucho más directo de lo que parece, y que cai merece sólo la pena por el aspecto visual, realmente impresionante. En ella se nota la voz muy personal de su director y por eso resulta tan divisiva e interesante.

P.D. podcastero: "Yo disparé a J.R." vuelve con fuerzas renovadas tras una semana de descanso, y en él hablamos de temas de lo más variado, incluido el final de la cuarta temporada de "Sons of Anarchy" con Vanessa, de "The TV Slayers" y "Querido bloc". El menú del día es el siguiente, y en el blog tenéis todas las opciones de escucha y descarga.

- 0': "America in Primetime"
- 9': "Polseres vermelles"
- 22': "CSI" y sus cambios de actores.
- 38': "Sons of Anarchy" (spoilers de la cuarta temporada).
- 61': "Cómo conocí a vuestra madre" (spoilers hasta el 7x12).

11 diciembre 2011

Teleadicciones de 2011 (I)

Las listas de resumen de final de año ya están en plena ebullición, así que no iba a quedarse atrás este rincón bloguero. Como ha ocurrido otros años, soy incapaz de hacer una única lista de 10 series, por ejemplo, y también soy incapaz de decir que han sido las mejores de 2011. Lo que veréis hoy y el próximo domingo es una selección de las series que mejor me lo han hecho pasar este año, así que vamos allá.

- "Jenna lives": ¿Quién iba a suponer que una serie veraniega, de instituto, de MTV acabaría convertida en una de las mejores comedias de estreno de este año? Eso ha sido "Awkward"; divertida, con corazón y con grandes referencias pop.

- La nueva Alicia: Ver el complicado entramado de relaciones profesionales, personales, rencillas, ambiciones y muchas más cosas de "The Good Wife" es ya una cita ineludible. La señora Florrick tiene que pagar un precio por su crecimiento como persona. Oh, ¿y podría alguien dar su propia serie a Kalinda y Eli, arreglando desastres de relaciones públicas por doquier?

- Los tres Dunphy: Desde la mitad final de la segunda temporada de "Modern Family" ha quedado muy claro que Hayley, Alex y Luke han crecido hasta ser fuentes infalibles de gags. Los pequeños matices que le han dado a Luke y la mejor construcción de la relación entre Hayley y Alex han ayudado a cimentar aún más el estatus de la familia Dunphy como el auténtico centro de la serie. Siempre que Gloria no empuñe una pistola.

- Los demonios de Carrie y Brody:  Los paralelismos entre Carrie Mathison y el sargento Brody son sólo una de las muchas cosas que hacen que "Homeland" destaque por encima de otros estrenos. Al igual que en "Rubicón", es en el retrato de las personalidades de estos espías y espiados donde se encuentra lo más interesante, gente cuyo trabajo o cuya "llamada" aboca inevitablemente a la soledad total.

- Los X-Men de Syfy: "Héroes" parecía haber arruinado el género de superhéroes para la televisión, pero "Alphas" ha demostrado que puede hacerse algo entretenido y con unas connotaciones muy interesantes. Sí, es casi una adaptación encubierta de "La patrulla X", pero al menos se nota que sus creadores tienen las ideas más claras de lo que las tenía Tim Kring.

- Doctor... Who?: Pocas series pueden igualar a "Doctor Who" en la sensación de aventura y diversión que transmite. En su sexta temporada, ha dado mucha más cancha a River Song y ha seguido explorando los efectos colaterales que sufren los acompañantes del Doctor. Todo, con esos puzzles y misterios marca de Steven Moffat.


- Las noticias de la BBC: La segunda temporada de "The Hour" promete grandes cosas después de lo visto en la primera, en la que lo más interesante estuvo en ver la difícil relación de co-dependencia entre los políticos y los periodistas. Fue también una de las muchas series de este año a las que se les colgó el sambenito de "la nueva "Mad Men"", lo que nunca trae nada bueno. Y marcó el re-descubrimiento para muchos espectadores de Romola Garai, que ya causó una gran impresión meses antes con "The crimson petal and the white".

- Las Taras: Varias series terminaron en 2011, aunque "United States of Tara" lo hizo cancelada por Showtime justo en su mejor temporada, una en la que la serie da un giro hacia el lado más oscuro de la psique de la Tara. Acabó mostrando una de sus mejores virtudes, que es la voluntad de evolucionar temporada a temporada.

- Linden y Lund: "The Killing" y "Forbrydelsen" son, literalmente, dos caras de la misma moneda, pues la primera está basada en la segunda y, aunque básicamente viene a contar lo mismo, elige algunos caminos ligeramente diferentes para hacerlo. En las dos destaca su detective protagonista y la madre de la joven asesinada, y en las dos importa poco quién es el asesino. Su interés está en ver cómo el asesinato puede ser también metafórico de la gente relacionada con él.

- El año de Robin:  Que "Cómo conocí a vuestra madre" decidiera centrarse en Robin le ha dado a la séptima temporada un interés renovado. Sus personajes están madurando y enfrentándose a procesos por los que todos terminamos pasando en nuestras vidas, y todo ello se ve mucho mejor si Barney y Robin pasan tiempo juntos.

Música de la semana: Ya que hablábamos de "Cómo conocí a vuestra madre", el despliegue de luces navideñas de Ted a los sones de "Highway to hell", de AC/DC, fue sin duda uno de los mejores momentos del capitulo de esta semana, pero no va a ser ésa nuestra selección. En su lugar, será "Velociraptor!", la canción que da título al último disco de Kasabian y que no sé a qué están esperando para incluirla en algún capítulo de "Terra Nova".

10 diciembre 2011

El año de Penny

El año pasado, parecía que todas las comedias que se estrenaban tenían que estar centradas en grupos de parejas, o en grupos de amigos en los que había parejas. Estaban "Better with you", "Friends with benefits", "Traffic light" y alguna otra más que me dejo en el tintero y ninguna funcionó. La única que sobrevivió, a pesar de una apresurada programación de su corta primera temporada en la ABC, fue "Happy endings", y posiblemente aguantó, y ha terminado convirtiéndose en una de las revelaciones de 2011, porque pasó a centrarse más en la dinámica del grupo de amigos que en las relaciones de pareja que pudieran tener. Y porque superó su punto de partida inicial de la boda que se cancela justo en el altar.

Al menos, esa sensación da en su inicio de la segunda temporada. Lo que importa es cómo estos seis amigos de Chicago se relacionan entre sí, las neuras que tiene cada uno, las tonterías que hacen por culpa de sus inseguridades, y no que Alex plantara a Dave en el altar o los esfuerzos de Max o Penny por encontrar novios. Curiosamente, Max es uno de los personajes que más destacan porque se sale del estereotipo del amigo homosexual que suele haber en estas comedias. Casi siempre es un chico guapo, con éxito, con un gran sentido del estilo y la clase, algo así como una mezcla entre Will y Jack de "Will & Grace". Sin embargo, Max es un bocazas, un cabeza loca, un egoísta y, básicamente, es un tío bastante odioso. Se sale del estereotipo y, por eso, a mí me puede caer mal, pero es una opción interesante.

De todos modos, en esta toma de contacto inicial con esta comedia, los que terminan destacando son Penny y la pareja que forman Jane y Brad. La primera está llena de todas esas excentricidades e inseguridades que tienen muchos personajes femeninos en el género, pero resulta graciosa sin ser cargante (en "TV Squad", de hecho, incluyeron a Casey Wilson entre las actrices cómicas que más habían destacado este año). Y en cuanto a Jane y Brad, siguen un poco la línea de Marshall y Lily en "Cómo conocí a vuestra madre" de mostrar un matrimonio que va bien y cuyos cónyuges tienen las suficientes peculiaridades personales para que sea divertido. Parece que "Happy endings" ha encontrado en la coralidad la solución a los problemas que pudiera tener, un camino que creo que es similar al que siguió "Cougar Town", y de momento hasta está funcionando en audiencia. Sí va a resultar que 2011 es el año de Penny.


08 diciembre 2011

Las dickensianas

El año que viene se celebra el bicentenario del nacimiento de Charles Dickens, así que no es extraño que la BBC haya decidido tirar de una de sus obras más conocidas, "Grandes esperanzas", para empezar los fastos. De hecho, estrenar una miniserie basada en un clásico de la literatura inglesa se ha convertido en los últimos años casi en una tradición, rota el año pasado con la recuperación de "Arriba y abajo". Este género es sobre el que la BBC construyó su imagen de televisión de calidad fuera de las fronteras británicas, y el nuevo brío que ha adquirido en la última década, más o menos, lleva a que ya no sea suficiente tener una adaptación de la vieja escuela. Ya no vale con una ambientación de época modélica o con tener un reparto de alto nivel; ahora hay que arriesgar un poco más en algún otro aspecto, ya sea el modo de narrar o la propia escenografía.

Fue "Bleak House"  la que abrió un poco ese campo, y por lo que se ve en el trailer de "Grandes esperanzas", Gillian Anderson y Dickens no van a ser lo único que tengan en común ambas miniseries. Con los libros de este autor, la BBC no sólo opta por historias que le suenan a casi todo el mundo, historias que van más allá de meros romances o sólo críticas sociales, sino que también les dan la oportunidad de echar el resto en todo lo que las rodea. Desde 2005, la cadena ha convertido en miniserie también "Little Dorrit", "The old curiosity shop" y ese Dickens que no estaba escrito por Dickens, y que lo llevaba hasta extremos insospechados en su época, como es "The crimson petal and the white" (otra con Anderson). En buena parte de ellas, había algún tipo de atrevimiento formal o hasta de programación ("Bleak House" y "Little Dorrit" tienen casi todos los capítulos de 30 minutos y se emitieron en su momento dos veces a la semana) para separarlas de otras adaptaciones e intentar hacer justicia al propio Dickens.

Aunque son las traslaciones a la pantalla de libros de Jane Austen quizás las más conocidas, es cierto que es con las dickensianas con las que la BBC busca dar un pasito extra (y eso sin desmerecer los logros de "Orgullo y prejuicio" o "Emma", brillantes por su energía y jovialidad), aunque tampoco hay que despreciar las que ha hecho de obras de Elisabeth Gaskell. "Cranford" y "Norte y Sur", por ejemplo, también muestran algo más que la vida en un pueblo pequeño de la campiña inglesa o la difícil adaptación de una joven del sur rural al norte industrial. En los casos de ambos títulos, los cambios en la sociedad de la época juegan también importantes papeles. Y si os preguntaís por qué no menciono ninguna de las adaptaciones de los libros de las hermanas Brontë, quizá sea porque nunca han sido santos de mi devoción. Creo que la única que me ha gustado de verdad es la "Jane Eyre" con Michael Fassbender y Mia Wasikowska.

P.D.: La señorita Havisham que de verdad mola es la de los libros de Thursday Next. Ni Sydney Bristow podría con ella.

07 diciembre 2011

La maldición de la eterna juventud

Estrenarse con una obra, o un par de obras, que despiertan mucho interés y expectación por ver qué hará su autor después no siempre es bueno. Andrew Niccol llegó a finales de los 90 con "Gattaca" y con el guión de "El show de Truman", y da la sensación que todo lo que haga después (y ya ha hecho unas cuantas cosas) nunca va a lograr medirse en igualdad de condiciones con esas dos películas (y ahora ha caído presa de las adaptaciones de libros de Stephenie Meyer con "The host"). "Gattaca" ha terminado ejerciendo una curiosa influencia sobre buena parte de la ciencia ficción posterior, al menos en el aspecto estético, con su historia de astronautas y ADN perfecto contada en medio de escenarios y vestuarios de los años 40 ("Caprica" le debía mucho, por ejemplo), y su sombra se nota también en "In time", la última cinta de Niccol, que cambia una sociedad obsesionada por la genética por una obsesionada con la juventud y, en concreto, con el tiempo.

De hecho, la metáfora entre el uso del tiempo como moneda de cambio y el sistema capitalista es evidente desde el principio, y también lo son los dejà vús a "La fuga de Logan", en la que la gente disfrutaba de una vida idílica que, sin embargo, se acababa a los 30 años. En este caso, teniendo en cuenta que el tiempo es literalmente dinero, las divisiones en clases sociales están mucho más acentuadas porque la vida puede depender de 30 segundos; todos los habitantes del planeta dejan de envejecer a los 25, pero a partir de entonces, mueren en un año. A no ser que vayan consiguiendo más tiempo. ¿Cómo? De la manera habitual en la que podríamos conseguir dinero: robando, comerciando, comprando y vendiendo, legando... La idea de partida de "In time" es interesante, en especial lo que se insinúa sobre cómo está montado el sistema a nivel global.

Pero lo que en realidad tiene más peso es una historia a lo "Bonnie & Clyde" entre sus protagonistas, un joven del gueto (Justin Timberlake) y una chica rica (Amanda Seyfried) que terminan entrecruzando sus vidas por diversos sucesos, y que también vienen a ejemplificar de algún modo el mensaje de carpe diem de la película. La eterna juventud termina siendo un regalo envenenado tanto para Will Salas como para Logan, una especie de advertencia a lo "cuidado con lo que deseas", y aunque todas esas ideas están en "In time", de algún modo, el conjunto no termina de cuajar. Siendo principalmente una película de acción, y teniendo en cuenta su temática, la cinta avanza a buen ritmo, pero quizás eso impide que todo el concepto distópico gane algo de peso. Al final, no es más que una historia de ricos, pobres, injusticias y Robin Hoods con algunos estilismos y escenarios estupendos, pero quizás demasiado floja. Eso sí, con la excusa de que nadie envejece más allá de los 25, el reparto es un catálogo de jóvenes y guapos (y misteriosos, como Cillian Murphy). Pero aunque Alex Pettyfer pueda entrar en la lista de hombres sexys de "People", su talento actoral aún no está a la misma altura que su físico.

01 diciembre 2011

The Walter Bishop's 70's Playlist



Si pasáis por aquí de vez en cuando, sabréis perfectamente que una de las series preferidas de este rincón bloguero es "Fringe". Independientemente de su mitología, sus cliffhangers de final de temporada o de los matices de sus personajes, una de las cosas más divertidas y mejor logradas es su uso de la música, lo que no deja de ser curioso porque, en su primera temporada, era habitual leer quejas de que era demasiado grandilocuente y hasta intrusiva (a mí también me lo parecía entonces). Sin embargo, luego fue evolucionando hacia algo más sutil y efectivo, de lo que hay otorgar crédito a Chris Tilton, colaborador de Michael Giacchino que "heredó" la serie de él. Pero lo realmente curioso no es su banda sonora, sino las canciones que se eligen para que suenen de fondo en bastantes capítulos.

Que a J.J. Abrams y compañía les gusta la música de los 70 ya quedó claro en "Perdidos", en la que una de las canciones que más se escuchó es "Make your own kind of music", grabada por Mama Cass en 1968. Hasta llegaron a inventarse su propio grupo de la época, Geronimo Jackson, una jugada que han vuelto a repetir en "Fringe" con Violet Sedan Chair, que es justo la banda favorita de Walter. Y es que casi todas esas canciones son las que nuestro científico loco favorito tiene de fondo en el laboratorio mientras trabaja. Lo que le gusta es el jazz (John Coltrane sobre todo), Mozart (en el vídeo de arriba está escuchando el "Introitus" del "Requiem" a todo volumen) y el rock de los 70, aunque habría que puntualizar que sus selecciones abarcan, en realidad, desde finales de los 60 hasta, incluso, principios de los 80. Como se avecina un fin de semana largo y os voy a dejar descansar hasta el martes, probablemente, os dejo una pequeña lista de esas canciones más o menos setenteras que han sonado en "Fringe". No son como "K-Billy's Super Sounds of the Seventies" de "Reservoir Dogs", pero a Walter seguro que le gustaría esa emisora.

1. Manfred Mann: "Mighty Quinn" (4x03 "Alone in the world").

2. Styx: "Too much time on my hands" (4x06 "And those we left behind").

3. The Allman Brothers: "Ain't wastin' time no more" (4x06 "And those we left behind").

4. The Velvet Underground: "Pale blue eyes" (3x14 "6B").

5. Joe Walsh: "Rocky mountain way" (3x20 "6:02 AM EST").

6. The Doors: "Riders on the storm" (3x21 "The last Sam Weiss").

7. Yes: "I've seen all good people" (2x04 "Momentum deferred").

8. Tears for Fears: "Head over heels" (2x19 "Brown Betty").

9. Al Green: "Love and happiness" (1x15 "Inner child").

10. Cream: "Strange brew" (3x16 "Os").

11. Violet Sedan Chair: "Seven suns (Rising)" (4x05 "Novation").

12. Stevie Wonder: "For once in my life" (2x19 "Brown Betty").

De bonus, "Brown Betty suite", o cómo Chris Tilton transforma la banda sonora habitual de "Fringe" en algo más noir y tipo "Chinatown" (salvando muchas distancias, que esa banda sonora de Jerry Goldsmith es un clásico) para ese estupendo episodio más o menos musical (del que uno de sus highlights indiscutibles es Lance Reddick cantando y tocando el piano). Nos leemos el martes.

P.D.: Si preferís otra lista temática referida a una única serie, pasaos por esta entrada de "Kalimero's Zone", de hace ya un tiempo, centrada exclusivamente en "Verónica Mars".