31 mayo 2011

Nueve meses de series

Esto va camino de convertirse en una tradición de final de temporada, porque aquí está de nuevo el meme resumen de "Hablando de series", que busca despedir haciendo balance estos nueve meses de televisión. Sin embargo, creo que voy a hacer un poco de trampa y lo voy a extender al periodo de elegibilidad de las Emmys, desde junio del año pasado hasta mayo de éste.

La novata que nunca debió existir: "Law & Order: LA". Quien pensó que trasladar la franquicia a Los Ángeles bastaba para revigorizarla se equivocó de cabo a rabo. Ahí sólo merecía la pena Corey Stoll (que, por cierto, tiene un agradecido papel en "Midnight in Paris", la última película de Woody Allen). Y justo hay otra serie de esta saga que, por comparación, destaca más sus fallos (y que se menciona más adelante).

La que ha perdido fuelle: Mencionar "Bones" va a sonar a disco rallado (aunque terminaron la sexta temporada de un modo que ha espoleado mi curiosidad por ver cómo regresarán), así que tengo que decantarme por "House" y el miedo a cambiar de verdad, y con todas sus consecuencias, de sus guionistas, que desmerecen una serie que, de todos modos, ha tenido buenos momentos este año.

All the same, one different: Desde aquí quiero romper una lanza a favor de "Law & Order UK". Sí, es un remake de los guiones de los primeros capítulos de "Ley y orden", pero no sé cómo han conseguido un grupo de personajes que hace muy entretenido ver esos casos, y hasta le dan un poco de aire nuevo a una franquicia de la que, la próxima temporada, sólo sobrevivirá una "Ley y orden: UVE" que ya está en las últimas.

La que sigues con más pasión: "Justified". Su segunda temporada ha sido como atrapar un relámpago en una botella, que dicen los anglos; una conjunción de elementos que han funcionado a la perfección. Y "The good wife", que ha demostrado que es mejor cuando es más "traviesa" y las cosas se descontrolan.

La gran decepción: "Outcasts". No es que esperara una nueva "Battlestar Galactica", pero esta miniserie de ciencia ficción de la BBC estaba completamente desaprovechada.

La que te ha sorprendido gratamente: Por el nivel de enganche que consigue, "Downton Abbey", porque en todo lo demás (ambientación e interpretaciones, por ejemplo) está a la altura de lo que esperamos de una producción inglesa de época.

La que te llamaba mucho pero no seguiste con ella: La empecé, se me acumularon los capítulos, la retomé y la he vuelto a dejar a la mitad. No sé qué me pasa con "Terriers" que no consigo acabarla, y es una lástima porque me parece estupenda.

La cansina: El final de temporada habrá sido todo lo espectacular que queráis, pero "El mentalista" estaba abusando de la superiodidad de Patrick Jane para resolver todos los casos. Tampoco hace falta que tome a todo el mundo (y a nosotros, de paso) por tontos. Sin malos que lo obliguen a esforzarse de verdad, Jane es demasiado arrogante.

La miniserie: "The crimson petal and the white". No digo nada más.

La que no pensabas que te gustaría: No tenía demasiadas esperanzas puestas en el remake de Showtime de "Shameless", pero lo cierto es que los tres hermanos mayores de los Gallagher me han entretenido mucho.

La nueva serie que recomiendas: Aunque fuera cancelada, "Rubicon" merece una oportunidad. Y teniendo en cuenta la elevada mortalidad de series nuevas que ha habido este año, creo que es mejor jugar sobre seguro y apostar por "The Killing", cuya renovación pinta bien, de momento, y aunque tiene sus problemas, especialmente en el desarrollo de la trama central, cuenta con un par de elementos realmente interesantes.

Me gustaría formar parte de esta familia: Cualquiera de las tres familias de "Modern family" vale, pero está claro que con los Dunphy no te aburrirías nunca.

La que sigue en forma: Es una pena que no vayamos a tener más temporadas de "United States of Tara", que en las tres que nos ha entregado se las ha arreglado para evolucionar y mejorar siempre.Y no me digáis que tres temporadas son pocas, que hay muchas series que se las apañan para tirarlo todo por la borda antes de que termine la primera (¿alguien dijo "Héroes"?).

La que dejaste y ahora te arrepientes: Igual tendría que haber tenido más paciencia con "In plain sight". Mary y Marshall me divertían mucho, pero que en la tercera temporada casi no trabajaran juntos hizo que descendiera mi interés por la serie.

Una nueva con buena pinta: "Awake" y su policía con una doble vida, literalmente, apunta a ser algo interesante. Pero hasta midseason no podremos verla.

La cancelación que has maldecido: Esta temporada ha habido varias cancelaciones por las que tampoco se podía sufrir mucho porque sus pobres audiencias ya anunciaban con antelación lo que estaba por venir (como "Lone Star", mismamente), pero no era ése exactamente el caso de "The Chicago Code". Si Fox hubiera tenido más huecos la próxima temporada, no me habría extrañado que la historia hubiera sido diferente.

La renovación cansina: ¿Pero qué pasa con "One Tree Hill"? ¿Aguien sabe si su creador tiene secuestrado a algún familiar del presidente de The CW para que la renovación de esa serie sea su rescate?

Ese cliffhanger malo para tu manicura: Ay, "Fringe", cómo te gusta dejarnos sin palabras cada vez que acabas temporada.

Un momento para llorar: El final de "Friday Night Lights" no fue para andar gastando un kleenex detrás de otro, pero sí fue muy emocionante.

Un momento para reír: Cualquiera en el que Liz y Jack estuvieran involucrados en "30 Rock".

#yoconfieso: De vez en cuando, suelo dedicarme a buscar por YouTube algunas entrevistas de los programas de late night en Estados Unidos, y no sé por qué he acabado viendo un montón de vídeos de "López Tonight".

Tú sobras: Algunos de los malos que introducen en "Burn notice" para toda la temporada acaban siendo más un lastre que un elemento para dar más interés a los intentos de Michael por recuperar su vida.

La que has abandonado: Unas cuantas, la verdad, y creo que la más notable es "The big C", que no terminaba de convencerme.

#Túantesmolabas: Sue Sylvester es un caso muy claro de "barneyzación" de una serie. Lo de "Glee" es sobredosis de todo.

This is reality television: Yo también lo reconozco, los realities de MTV España son mi punto débil y, últimamente, "America's best dance crew", aunque sus episodios estén repetidísimos y tengan ya unos tres años, o así. Por otro lado, este año he descubierto "Top Chef".


La nueva serie que no veré ni loca: Pues más de la mitad de las comedias, empezando por la de Tim Allen, "Last man standing".

And I will always love you: Como va a empezar su última temporada, tengo que recordar los grandes momentos que paso siempre con "The Closer". Se echará de menos a Brenda Leigh Johnson.

30 mayo 2011

De los Dunphy a líneas difusas

Casi todo lo que tenía que decir sobre la segunda temporada de "Modern family" está recogido aquí, pero no quería que algunos de los personajes que más se han afianzado en estos nuevos 24 capítulos se quedaran sin su recordatorio. Porque Manny ha seguido en su línea, Gloria se ha convertido en la revelación que fue Cam en la primera temporada y hemos conocido nuevas facetas de Jay, pero los que han conseguido dar un paso adelante y mostrar un retrato más conjuntado entre todos, y con el resto de familias, son los Dunphy. Phil ya había sido otra de las revelaciones en el estreno de la serie, y justo por eso a veces eclipsaba un poco a Claire, que tiene el poco agradecido papel del straight man, y a sus hijos. Sin embargo, en esta segunda temporada, los cinco han adquirido mayor peso y, especialmente, los guionistas han desarrollado más a Hayley y a Luke.

La primera ha formado con su hermana Alex un dúo muy divertido (los intentos de Alex por volverse popular fueron tronchantes), y sus elaborados engaños para salirse con la suya ante su madre le han ofrecido una buena oportunidad de lucimiento. Luke, por su parte, se ha salido del estereotipo del tontito para mostrar, además de lo que se parece a su padre, que lo que tiene en realidad es su propia lógica e inocencia, pero que con una pistola de agua en ristre puede hacer que hasta Gloria aprenda a montar en bicicleta, o que Hayley se ponga a estudiar en serio. Algunas tramas no han funcionado tan bien como podría y otras han sido muy efectivas a pesar de, o quizás justo por, su sencillez (como la de la publicidad en la furgoneta), pero los Dunphy ejemplifican lo que ha sido "Modern family" esta temporada. Saben perfectamente cómo hacer una comedia familiar efectiva y divertida, y eso no es tan fácil como parece.

En el otro lado del espectro encontramos una de las múltiples series que la BBC va a emitir en este segundo semestre del año, "The shadow line", que no es por el humor por lo que destaca precisamente. Lo suyo, en realidad, es la creación de una atmósfera un poco inquietante para envolver la investigación de un asesinato por parte de la policía y de los criminales compañeros del muerto. Ambas se muestran de modo paralelo sin llegar tocarse, al menos en los dos primeros episodios, y las dos las dirigen tipos más bien introspectivos, cada uno con su particular cruz a cuestas. En el caso del policía, es un pasado que de momento se insinúa, pero del que no tenemos pistas concretas, y en el del criminal... Ése es mejor que lo descubramos por nosotros mismos porque, de momento, es uno de los personajes más interesantes de lo que llevo visto de serie.

La línea a la que hace referencia el título puede muy bien ser la borrosa y difusa delimitación entre los "buenos" y los "malos", entre lo legal y lo ético, y entre las decisiones difíciles que van a tener que tomar sus protagonistas más adelante casi con total seguridad. La fotografía y los escenarios (aunque tienen unos referentes muy clásicos de los policiacos británicos) le confieren a "The shadow line" un toque distinto, y cierto enigmático personaje, además, aporta un toque de intriga que engancha. El terreno que pisan los dos investigadores, uno a cada lado de la ley, parece más movedizo y lleno de trampas de lo que ellos creen. Tengo curiosidad por ver adónde llega todo en su séptimo y final episodio.

29 mayo 2011

El potencial de Chicago

Con muchas series canceladas en su primera temporada, suele darse la circunstancia de que nos enteramos de la noticia de su final justo cuando empiezan a entregar sus mejores episodios. No es una casualidad que nos sorprenda. Todas las series necesitan unos episodios de toma de contacto para encontrar su voz, su camino, la mejor mezcla de todos sus ingredientes para lograr transformar el plomo en oro; algunas lo hacen en el cuarto o el quinto, otras necesitan casi diez para hacerlo, y estrenándose en midseason y con sólo 13 capítulos, a veces ya es demasiado tarde. Eso no quiere decir que "The Chicago Code" no fuera una serie estimable al principio, que lo era, sino que necesita gran parte de su primera (y única) temporada para mostrar cómo podía haber sido si Fox la hubiera renovado.

Porque había mucho potencial en la serie de Shawn Ryan, que no se acaba de desarrollar pero que se ve de un modo muy claro. Es muy probable que, con una segunda tanda de capítulos, "The Chicago Code" hubiera dado un salto cualitativo interesante, pero claro, esto ya no son más que especulaciones. El enfrentamiento entre Teresa Colvin y Gibbons dejó los mejores momentos de la serie, incluso cuando no estaba más que de fondo de los casos que investigaban Wysocki y Evers, sobre todo porque Gibbons es un gran personaje, un tipo que merece su propia serie (y Delroy Lindo, una nominación al Emmy que tiene imposible), y la tensión siempre se palpaba cada vez que Colvin y él se reunían, incluso para hablar de cosas en las que estaban de acuerdo.

Sin embargo, la parte autoconclusiva no siempre se mantuvo al mismo nivel. Había algunos personajes demasiado desconectados de la trama, como la sobrina de Wysocki y su compañero, y la velocidad a la que se movían las historias dejaba desdibujado a Evers, que al principio apuntaba a tener una divertida relación de contrastes con Wysocki. De éste, es su relación con Teresa la que despierta más interés porque está construida sobre la historia que tienen juntos por haber sido compañeros, y hasta habría sido entretenido verlos solos a ellos dos investigando homicidios, sin nadie más alrededor. Se estaban apuntando cosas interesantes sobre el funcionamiento de la ciudad, sobre los compromisos éticos que todos sus personajes acaban haciendo para conseguir sus objetivos, y hasta algunos casos resultaban no ser exactamente lo que parecían.

Como decíamos al principio, era más que probable que la segunda habría sido la temporada en la que "The Chicago Code" conjuntaba mejor todas sus piezas, pero ya no podremos verlo. En su participación en el podcast "Talking TV with Ryan & Ryan", Shawn Ryan comentaba que, entre las razones para su cancelación, no sólo figuraba una audiencia menor de la que Fox esperaba (recordemos que promocionaron su estreno durante la Super Bowl, que ellos retransmitían), sino que la serie no había logrado adquirir suficiente visibilidad ni convertirse en una cita ineludible para los espectadores, en algo que tenían que ver para no quedarse fuera de las conversaciones con los amigos o por Internet a la mañana siguiente. "The Chicago Code" terminó pasando casi desapercibida, y eso puede hacer mucho más daño que tener unas audiencias del montón.

Música de la semana: La que parece que sí está cerca de conseguir su renovación por una segunda temporada es "The Killing", en la que yo me declaro fan de los detectives Linden y Holder, aunque el caso de Rosie Larsen a veces parece que da para 8 ó 9 capítulos, y no para trece. Además de esa atmósfera tan bien lograda, la serie tiene a veces unas peculiares elecciones musicales, como la de hace dos o tres semanas, cuando se ambienta un viaje en coche de Stan Larsen bajo la lluvia, y con propósitos poco claros, al ritmo de Neko Case y "Hold on, hold on".

28 mayo 2011

Los apóstoles del soul



¿No hay personajes en algunas series de los que veríais un spin-off que tratara sólo sobre ellos, de los que nunca te cansas de ver nuevas peripecias? Hace tiempo que a mí me pasaba eso con Antoine Batiste en "Treme", pero desde que ha montado su grupo, Antoine Batiste and The Soul Apostles, no me importaría que HBO hiciera unos webisodios de 15-20 minutos que siguieran las evoluciones del grupo en sus ensayos y durante los conciertos. A pesar de que también se ven afectados por las dificultades para conseguir trabajo, para reconstruir sus vidas y para sortear la elevada criminalidad que asoló Nueva Orleans un año después de que lo hiciera el huracán Katrina, la música sigue siendo para ellos su forma de vida, el lugar en el que sienten felices y donde dan lo mejor que tienen de sí mismos.

Además, en una serie que toca temas tan serios (en esta segunda temporada ha entrado en el sistema educativo, lo que trae inevitables reminiscencias de "The Wire"), se agradecen el humor y la ligereza que los Apóstoles del Soul introducen de vez en cuando en las tramas. Las pullas que le lanzan a Antoine cada vez que preparan alguna canción, los comentarios sarcásticos de la cantante, Wanda Rouzan, o las frases ingeniosas del batería nos ofrecen un respiro de tranquilidad. Y eso que, al mismo tiempo, también pintan un retrato de lo complicada que puede ser la vida de un músico que no tenga una banda propia. Lo vimos el año pasado con Antoine dando tumbos de bolo en bolo, buscando ganarse un poco de dinero de bar en bar, y continuamos descubriéndolo este año.

Los músicos son una parte integral de "Treme". Aunque se toquen otros aspectos de la sociedad y la cultura de Nueva Orleans (desde su cocina a la política local), la música es el impulso principal detrás de casi todas las tramas. Los personajes que no son músicos, llevan negocios relacionados con la música o se relacionan con alguien metido en ese mundo, y además podemos ver desde los jazzmen más modernos a soulmen clásicos, tradicionalistas de canciones de Carnaval, cantautores folk, algún rockero de vez en cuando y cantantes de hip-hop. Aunque el panorama se haya abierto un poco más en la segunda temporada, el sector de población que da fama a Nueva Orleans es todavía el centro de la serie.

Y aunque Davis es realmente divertido (y por fin estamos viendo de lo que Annie es capaz con el violín), The Soul Apostles son mis favoritos justo por lo que me hacen reír. Pero yo ya estaba en el Team Antoine desde el principio, me divertía mucho ver sus estratagemas de rata de alcantarilla para dar sablazos a los colegas para ir tirando, así que sus esfuerzos por montar el grupo y mantenerlo unido aún me han ganado más para su causa. Y cuando tocan cosas como la del fugaz vídeo de arriba (una canción cantada originalmente por Solomon Burke), aún más.

27 mayo 2011

Las tendencias de 2010/11

Las webs estadounidenses dedicadas a la televisión y a la parte de industria y negocio de Hollywood ya están tratando a pleno rendimiento los próximos Emmy, aunque hasta julio no se conocerán las candidaturas. Empiezan a las disecciones de los posibles favoritos, se desvelan quiénes van a presentarse a qué categorías. Además, y teniendo en cuenta que, con el final de "American Idol" se declara oficialmente terminada la temporada, surgen por todas partes los análisis de lo que han dado de sí estos nueve meses de televisión.. "The Daily Beast" lo hace en forma de ganadores, perdedores, y otros cuya situación es más de empate, extrayendo algunas cosas interesantes.

Por ejemplo, ha sido la temporada en la que, mientras los estrenos de las networks casi no han funcionado (con la excepción de "Blue Bloods" y "Hawaii Five-0", que son los únicos con audiencias más que decentes), en el cable ha habido unos cuantos que han resultado grandes éxitos, como "The Walking Dead", "Hot in Cleveland" (que ha puesto en el mapa a una cadena dedicada hasta ahora sólo a reposiciones como TV Land) o, últimamente, "Juego de tronos", que va ganando espectadores cada semana. Y a pesar de todos infundados temores sobre su futuro más allá de la segunda temporada, incluyen como "ganadora" a "The good wife", que encima es lo único que permite a CBS colarse en los premios. También destacan el éxito sorpresa de "The Voice", que puede ser la tabla de salvación de la NBC, y cómo ha aguantado en audiencia "American Idol", que creo que tuvo uno de sus finales más vistos en bastante tiempo.

En una campaña en la que casi todas las series ha perdido espectadores, "Modern family" se ha salido de la tendencia aumentándolos, alcanzando su cima con los más de 13 millones de espectadores del capítulo de Halloween, pero la serie que ha tomado Internet al asalto es "The vampire diaries", la única de verdad exitosa sin paliativos de The CW. Y se acuerdan de "Harry's Law" y cómo teniendo unas demos no muy allá para algo más de siete millones de espectadores totales, es decir, con una audiencia más bien envejecida, la NBC la ha renovado para una segunda temporada y es de lo poco que se ha salvado en midseason.

En el apartado de los empates, de showsde los que se reservan juicio hasta ver cómo funcionan la próxima temporada (siempre a nivel de audiencia), encontramos "Conan", "Nikita", "Glee" (de la que se preguntan si no va a aseguir el camino de una serie supernova como "Ugly Betty"), "Happy Endings", "The Chicago code" (aunque esté cancelada, más que nada porque Fox no tenía más huecos en su parrilla del próximo otoño), "Raising Hope" y "Body of proof". Y entre los perdedores, las opciones son muy obvias. Tenemos "Lone Star", cancelada tras sólo dos capítulos, todos los estrenos del otoño de la ABC (que ha tenido una temporada para olvidar) y los experimentos de la CBS con "$#*! my dad says" o "Live to dance", un programa hecho para Paula Abdul que fue un batacazo, o las comedias no animadas de Fox. Por supuesto, hacer sangre de The CW ya ni es divertido, y casi tampoco de la NBC y desastres como "Law & Order: LA".

26 mayo 2011

Los años dorados

Antes de "Midnight in Paris", Woody Allen ya había rodado en la capital francesa; el final de "Todos dicen 'I love you'" transcurre, precisamente, en una celebración de Nochevieja allí, con dos de sus protagonistas bailando a orillas del Sena. En esa película (que creo que fue la primera vez que Allen rodó fuera de Estados Unidos), también había chistes clarísimos sobre los republicanos, pero menos nostalgia por tiempos pasados y por mundos idealizados que nos permiten evadirnos de los problemas de nuestro presente. En el valor de la nostalgia, o su falta de él, se centra "Midnight in Paris", de la que resulta muy difícil hablar sin desvelar más de la cuenta y, por tanto, estropear la diversión de ir descubriendo con Gil, su protagonista, lo que París puede ofrecerle (justo ese estropicio, por cierto, lo hizo el 90% de las críticas que se escribieron en su pase en el festival de Cannes. Y luego nos quejamos de que anunciar que un actor se va de una serie es spoiler).

Obviando el giro a mitad de la película, que lleva a un montón de referencias y homenajes igual demasiado cultos para un público medio, sí se puede decir que es cierto, Allen rueda una postal y una carta que declara su fascinación por esa ciudad, y que consigue que la cinta se pase de un modo ligero y simpático. Owen Wilson es un alter-ego del director muy efectivo sin ser tan neurótico ni histriónico como otros (Kenneth Branagh en "Celebrity", por ejemplo), y nos lleva sin esfuerzo con él por su paseo por la noche parisina y por su decisión de si prefiere perseguir sus sueños o centrarse en lo que le reporta más dinero. También Rachel McAdams y Michael Sheen están muy bien en sus papeles de la novia pija y el profesor pedante y pagado de sí mismo, y hay una lista muy larga de actores en pequeños papeles que resultan realmente simpáticos. Hay quien la ha comparado con "La rosa púrpura de El Cairo", más por el tono, pero no hay que crearse esas expectativas.

Cuando uno acude a la cita anual con Allen en el cine, ya sabe lo que va a encontrar. Las quejas de que sus películas a partir de finales de los 90 son obras menores ya están pasadas de moda, francamente, y de hecho parecen vivir justo del cariño por la nostalgia que "Midnight in Paris" critica y abraza al mismo tiempo. A veces son más divertidas, otras veces, más dramáticas, o más ingeniosas, o encuentran todavía cosas originales tras casi cuatro décadas dedicado al cine, o resultan más aburridas; es el precio de que Allen no quiera descansar y siga su ritmo de una película al año, rodada allá donde le dén el dinero (la próxima es en Roma). Es un poco un vestigio de un cine que cada vez se hace menos, basado en los diálogos, los personajes y el trabajo de los actores, y que confía en que no necesitamos que nos estén explicando cada cinco minutos qué pasa para seguir la trama.

Será un "Allen menor" (qué pereza da esa expresión), mostrará un París de turistas (como el Nueva York de "Manhattan", mismamente, y no me digáis que no, porque sus personajes se mueven por todos sus lugares más emblemáticos) y se le podrán poner todas las pegas que queráis a la historia; consigue que salgas del cine con una sonrisa. A veces, puede valer con eso (si buscas otra cosa, mejor te dedicas a ver películas de Theo Angelopoulos).

25 mayo 2011

Tu lugar feliz

Hace algún tiempo, escuchando el podcast "Talking TV with Ryan & Ryan", hablaban sobre "Cougar Town" y explicaban cómo, a lo largo de su segunda temporada, se había convertido en la serie que, simplemente, les hacía sentirse más felices mientras la veían, aquella que los transportada a su "happy place", su lugar feliz. No es que pensaran que era la mejor serie en antena, o que lloraran de la risa en todos los capítulos, o que les pareciera una monumento a la televisión de calidad; era, simplemente, que ver las peripecias de Jules y sus vecinos les hacía sentir bien.

A veces, olvidamos que uno de los propósitos de la televisión es, simplemente, entretener y hacernos pasar un buen rato. Y para ello sirve cualquier serie, no sólo las etiquetadas como "ligeras". No es que "Justified" nos vaya a convertir en mejores personas, pero es una de las que más se disfrutan simplemente a ese nivel, el de la mera diversión y el entretenimiento (otro crítico estadounidense, ahora no recuerdo cuál, decía que su segunda temporada era "a lot of fun", además de apuntar su calidad en otros aspectos). Nunca hay que subestimar la diversión como factor de enganche a una serie. "Burn notice" me resulta sumamente entretenida, por ejemplo, y por muchos baches que atraviese, "Bones" me proporciona la misma diversión. Algunos de los títulos que suelo ver antes que cualquier otro son, precisamente, los que de algún modo me llevan a mi "lugar feliz". Incluso en su tercera temporada, en la que se notaron los intentos por atraer nuevos espectadores que la libraran de la cancelación, "Verónica Mars" era de esas series, y muchas veces casi sólo por ver a Verónica soltando borderías y tirando de ingenio para desfacer entuertos por doquier.

"Pushing daisies", ese musical sin canciones, es el caso más claro, para mí, de todo esto. No todo el mundo estaba dispuesto a entrar en su juego (era muy fácil quedarte en el exterior falsamente "empalagoso"), pero si lo hacías, te atrapaba por completo, y no tanto por el colorido de sus escenarios como por sus diálogos ingeniosos y sus personajes, que iban desvelando capas más melancólicas e interesantes conforme pasaban los episodios. Muchos años después de que se terminara, "Las chicas de oro" aún mantiene ese encanto, y lo mismo "Las chicas Gilmore", que era de ésas que, como dicen las ByTheGirls, te hacen ser mejor persona. "Doctor Who" puede muy bien ser, de entre las que están en emisión, la que reúne más características para convertirse en un "lugar feliz" y proporcionar diversión sin más además de sus juegos temporales y sus monstruos imaginativos. Que los capítulos de una serie te pongan continuamente una sonrisa en la boca es algo que no se debe pasar por alto.

24 mayo 2011

Balas de fogueo


ALERTA SPOILERS: Otra que ha optado por lanzar una bola curva en sus últimos minutos de la temporada ha sido "Castle". Si no habéis visto la tercera entrega hasta el final, mejor volved cuando lo hayáis hecho.

Cuando una serie decide terminar la temporada haciéndonos creer que acaba de "matar" a uno de sus personajes principales, es realmente difícil tomárselo en serio emocionalmente. A muy pocas series no les tiembla el pulso a la hora de despachar personajes sin mirar atrás, y las del tipo de "Castle" no son de ésas. Que el villano detrás de la conspiración que acarreó la muerte de su madre disparara a Beckett era coherente con lo que nos habían contado hasta ahora de aquello, cierto, pero todos sabemos que Beckett no va a morir, así que no puede tener el mismo impacto que la muerte del capitán Montgomery minutos antes. Es la excusa perfecta para que Castle por fin le confiese lo que siente por ella, pero más allá de curiosidad por ver por dónde saldrán en la cuarta temporada, no ha conseguido mucho más. Eso de decir que es su final de temporada más devastador, como se descolgó "Entertainment Weekly", me parece un poco exagerado.

También es que, posiblemente, mi relación con la serie nunca pasará de la distancia con la que me tomo muchos de sus arcos dramáticos, que me dan más miedo que el de Gormogón en la tercera temporada de "Bones". Siempre me da la sensación de que abarcan más de lo que pueden y que, muchas veces, bordean el ridículo, porque no es en la grandilocuencia donde la serie funciona. Capítulos como aquél en el que Castle termina comprando un bar dan la muestra de que es tirando por lo juguetón y el humor que no se toma a sí mismo demasiado en serio cuando la serie es más entretenida y se disfruta más, y cuando la unidimensionalidad de los secundarios pasa más desapercibida. Es comprensible que quieran introducir más drama de vez en cuando para hacer avanzar la relación entre Castle y Beckett, pero no es eso lo que me divierte a mí (que el caso del asesinato de la madre de Beckett acabe siendo una conspiración que ni en "Prison Break" es, otra vez, un ejemplo de que "they bite more than they can chew").

El sacrificio de Roy Montgomery sí tuvo su resonancia emocional, y eso que casi estaba telegrafiado que él era el tercer policía misterioso en la trama de los secuestros de mafiosos. Hasta su discurso a Beckett de que no hay victorias, sino sólo una continua batalla, resultó efectivo y nos ayudó a preocuparnos aún más por lo que podría pasarle. Sin él, Andrew W. Marlowe y el resto de guionistas tienen campo libre para introducir un nuevo jefe y cambiar la dinámica con los detectives, porque es evidente que quieren entrar en la cuarta temporada sacudiendo un poco la serie para mantenerla en marcha. Veremos cómo afrontan Castle y Beckett la confesión del primero y cómo le afecta a ella haber recibido un disparo. E intentaré dejar de quejarme de la falta de chispa romántica entre los dos. Ya sueno como un disco rallado, y no necesitáis sufrirlo más.

23 mayo 2011

Nunca salimos de la Isla

Como nos han recordado a través de tuits y blogs varios, hoy se cumple un año del final de "Perdidos" (y también del cierre definitivo de "24"). En todo este tiempo, los ánimos entre los detractores y los defensores de dicho final no sólo no se han calmado, sino que parecen seguir igual de enquistados y radicales (e intransigentes) que entonces. Con echar un vistazo rápido a los comentarios de esta entrada, podemos hacernos una idea de que el tiempo no cura las heridas sino que, en este caso concreto, lo que parece es que estamos en el Día de la Marmota, y no hay modo de escapar de ese bucle.

Y el caso es que semejante controversia es, probablemente, lo que habla bien a las claras del legado de la serie y del apasionamiento con el que la seguían sus espectadores, ya fuera para alabarla o para criticarla. Cualquier serie nueva con un mínimo componente de misterio y serialización es comparada enseguida con "Perdidos", y en cuanto en alguna veterana aparecen elementos, aunque sean mínimos, de viajes temporales, la comparación ya hasta deja de ser divertida. Tras su fin, no ha habido otro título que capture del mismo modo la atención de los fans ni que encienda Internet con discusiones de los fotogramas de los episodios, aunque sí hay algunos siguiendo su senda en ese aspecto, y hasta para algunos espectadores parece que, antes de "Perdidos", la ficción televisiva no existía. Es innegable que su mayor influencia está en el modo en el que se ven y se disfrutan las series actualmente, y para saber si se extenderá a más ámbitos, aún hay que esperar un poco más para averiguarlo.

Lo que me resulta curioso es que los que ponen más pasión en sus comentarios sobre la serie y están continuamente sacándola a colación, aunque no venga a cuenta, son aquellos que odiaron el final. Uno pensaría que, en ese caso, ya no volverías a pensar más en ella porque, al fin y al cabo, te decepcionó y te hice sentir que perdiste seis años de tu vida, pero parece que no es así. La segunda temporada de "Prison Break" me hizo sentir un poco así, pero una vez que se acabó y la abandoné, ya no le dediqué más pensamientos. No obstante, es posible que el nivel de obsesión que había con "Perdidos" no pueda compararse con las peripecias de Michael Scofield, por supuesto, lo que conlleva una respuesta mucho más cerval.

Ya se ha hablado tanto de la serie que, la verdad, es difícil aportar algo nuevo. Como mucho, lo que se puede hacer es recomendársela a quien no la haya visto, diciéndole que intente abstraerse de todo el ruido generado a su alrededor y que, simplemente, se deje llevar, que no se preocupe por dónde puede acabar todo lo que está viendo porque el viaje es realmente entretenido. Es el mejor modo de disfrutar una serie, cualquier serie.

22 mayo 2011

Sobredosis de upfronts

Con la semana de los upfronts ya finalizada, se han ido sucediendo los análisis sobre las nuevas tendencias de la ficción para la próxima temporada, sobre la superfluosidad de intentar saber si una serie será interesante o no basándose en cuatro minutos de escenas mostradas fuera de contexto, sobre la sustitución de Charlie Sheen por Ashton Kutcher en "Dos hombres y medio" y sobre cualquier otra cosa que se nos pueda ocurrir. Pero entre los proyectos presentados por las cadenas y las cosas que se dijeron en los sucesivos actos, hubo también algunas notas, cuanto menos, curiosas.

- El número de actores más dedicados al cine que se pasan a la televisión es bastante elevado para la próxdima temporada, y no estamos hablando sólo de gente como Glenn Close. Patrick Wilson ("A gifted man"), Zooey Deschanel ("New girl"), Kat Dennings ("2 broke girls"), Taraji P. Henson y Jim Caviezel ("Person of interest"), Anjelica Huston ("Smash") o el regreso de Sarah Michelle Gellar ("Ringer") no es que representen una tendencia muy marcada, pero es curioso.

- Hablando de la familia Deschanel, Emily (protagonista de "Bones") va a estar bastante rodeada el próximo otoño de gente cercana a ella. Su hermana Zooey tiene serie en Fox y su marido, David Hornsby, es el protagonista (y creo que uno de los responsables, además) de "How to be a gentleman", comedia de la CBS. Sólo falta que que alguna serie utilice profusamente a Death Cab for Cutie (el grupo de Ben Gibbard, casado a su vez con Zooey Deschanel) para que esto sea una invasión en toda regla.

- Hay unos cuantos guionistas y productores con varios estrenos en la misma o en diferentes cadenas. La cómica Whitney Cummings protagoniza "Whitney" en la NBC y es además la creadora de "2 broke girls" en la CBS. El equipo Josh Schwartz-Stephanie Savage verán como a su "Gossip Girl" le sigue en The CW "Hart of Dixie" (y Schwartz sigue teniendo "Chuck" en la NBC), Seth McFarlane, como es habitual, es el dueño y señor de los domingos animados de Fox, la productora de J.J. Abrams tiene "Alcatraz" en Fox y "Person of interest" en la CBS y seguro que me dejó alguno más por ahí. Además, claro, de los guionistas que vuelven a probar suerte tras fracasar anteriormente en el prime time, como Kyle Killen (de "Lone Star" a "Awake") y Michael Green (de "Kings" a "The river").

- Buena parte de las serie que pintan más interesantes o con potencial para ser diferente se han reservado para la midseason. La NBC lo ha hecho con "Awake" y "Smash" (que parece más "A chorus line", o algo así, que "Glee"), Fox reserva "Alcatraz" y la ABC se guarda "The river". Además, uno de los movimientos que ha causado más sorpresa es el de "Rules of engagement" al sábado en CBS, una noche en la que hace años que nadie programa otra cosa que películas y repeticiones.

- El caso de "Ringer" es bastante peculiar. La historia, en la que Sarah Michelle Gellar interpreta a dos gemelas con problemas diversos con la mafia, entre otras cosas, se había desarrollado inicialmente para la CBS, pero esta cadena no tenía hueco en su parrilla para ella, así que se la ofreció a The CW, que forma parte de la misma empresa, y ésa es la que la emitirá. Como nota curiosa, sus dos creadores, Eric C. Carmelo y Nicole Snyder, han trabajado de guionistas en la última temporada de "Sobrenatural".

- Y también es curioso lo de "Napoleon Dynamite", adaptación a comedia animada de 20 minutos de la película del mismo nombre, de 2004, que hizo conocidos en Estados Unidos a Jon Heder y al director, Jared Hess. No es raro que una película dé luego el paso a la pequeña pantalla, pero hace tanto tiempo de ésta, y no pasa de ser un título de culto minoritario, que no deja de resultar peculiar, cuanto menos. Todos los actores del filme, incluidos Heder, Haylie Duff, Efren Ramírez y Tina Majorino, prestan de nuevo sus voces a sus personajes.

- No sólo son los actores los que alternan cada vez sin menos problemas televisión y cine, porque entre los directores se está haciendo muy común encargarse tanto de películas como de pilotos. El de "Awake", por ejemplo, lo dirige David Slade; el de "The river", Jaume Collet-Serra; Jonathan Demme dirige el de "A gifted man" y Peter Berg, el de "Prime suspect". El de "New girl" corre a cargo de Jake Kasdan.

P.D.: La foto de arriba, extraída de "Zona Fringe", muestra los globos gigantes con sus programas que Fox tuvo dando vueltas por los alrededores del teatro donde celebraban su upfront.

Música de la semana: Ya hemos comentado alguna vez que "The good wife" no suele usar canciones muy a menudo en su banda sonora pero, cuando lo hace, están siempre muy bien elegidas. La que se escucha en los últimos minutos de su segunda temporada, "Any other world", de Mika, es un ejemplo de ello.

21 mayo 2011

La leyenda urbana de "Luz de luna"

 ALERTA SPOILERS: Me temo que he de avisar que, aquí, se va a hablar del final de la sexta temporada de "Bones". Quizás hay algunas cosas que podéis leer si no vais al día, pero el giro de los dos últimos minutos igual es mejor verlo sin saber nada con antelación.

Ya sabéis lo que suele decirse de las series con la tensión sexual no resuelta de sus protagonistas en el centro; que deben evitar caer en la maldición de "Luz de luna". En esta serie, las discusiones continuas entre David y Maddie disfrazaban el hecho de que en realidad, se sentían atraídos el uno por el otro, y después de varias temporadas de tira y afloja, cuando finalmente consumaron su relación, la serie saltó el tiburón. Esa amenaza ha pendido sobre "Bones" en los seis años que lleva en antena, pero lo cierto es que Brennan y Booth no se parecen a David y Maddie (cuya TSNR estaba basada en las peleas y las discusiones), sino que, como se decía muy a menudo cuando la serie se estrenó, guardan más similtudes con Mulder y Scully.

Como bien dijo Ángela en el primer capítulo de la sexta temporada, ellos dos ya llevaban tiempo siendo una pareja, con la salvedad de que no se acostaban juntos. Que era, más o menos, la situación en la que estaban Mulder y Scully a estas mismas alturas de "Expediente X". Y sí, no hemos visto el momento de la consumación y nos enteramos cuando Brennan le dice a Booth que está embarazada, pero al menos no han estado engañándonos como Chris Carter con Sculder, a los que tuvo funcionando como una pareja fuera de campo toda la séptima entrega. Del momento de la verdad vemos el principio (cuando Brennan acaba en la cama con Booth, hundida emocionalmente tras la muerte de Nigel-Murray), y la confirmación es la cara de Huesos al contarle a Ángela lo que ha pasado. Las expresiones, las sonrisas y las miradas de Emily Deschanel han estado toda la temporada indicando sin palabras lo que Brennan sentía, y en este tramo final no ha sido una excepción (su cara también cuando Ange da a luz ya es una pista de lo que está a punto de ocurrir).

Desde luego, es un gran cambio para la serie, pero uno que, probablemente, necesitaban. Siete son muchos años para mantenerse básicamente igual, y da la sensación que los guionistas se van a lanzar por el camino abierto por ese giro sin miras atrás, y manteniendo la coherencia con las personalidades de su pareja principal. Ha sido un cierre que remonta el nivel de una entrega que, excepto por algunos destellos, ha pasado más bien desapercibida, justo cuando los programan detrás de "American Idol" y se puede decir que han tenido parte de la culpa de que, el próximo otoño, "CSI" vaya a verse el miércoles, en lugar del jueves. Tengo mucha curiosidad por ver cómo evoluciona la doble B a partir de esto y, si no es mucho pedir, ¿pueden Buck y Wanda Moosejaw participar como extras en un vídeo de Robin Sparkles?

20 mayo 2011

Las charlas del Paley

Es posible que, de vez en cuando, veais en algunas webs estadounidenses sobre televisión menciones al Paley Fest o a algún acto promocional realizado en el Paley Center for Media. Ese centro, gestionado por la Fundación William S. Paley y con sedes en Los Ángeles y Nueva York, se dedica al estudio de los medios audiovisuales, su historia y su repercusión en Estados Unidos y se dedica especialmente a la televisión. Organiza multitud de eventos relacionados con ella, desde proyecciones a encuentros con actores, guionistas, periodistas, incluido ese famoso Paley Fest. Algunos de esos eventos se venden en DVD a través de su web y otros, a veces, se incluyen como extras en las ediciones en DVD de algunas series, y aunque muchas veces esas charlas no aportan nada nuevo (en todas se habla sobre la génesis de la serie, cómo llegaron a los actores a ella, bla, bla, bla), otras veces dejan momentos muy divertidos y hasta se aprenden cosas nuevas, si eres lo suficientemente friki para que esas cosas te gusten.

Si tenéis algún día una tarde que malgastar, el Screening Room de la web del Paley Center incluye un montón de resúmenes de algunos de esos encuentros, algunos muy interesantes y otros, simplemente, muy divertidos (como el de presentación del remake de Syfy de "Being human"), y me temo que todos en inglés, claro. Aquí sólo voy a dejar unos pocos para que, si nunca habéis visto nada de lo que hacen en ese centro, podáis echarle un vistazo. Por ejemplo, el que se celebró hace poco sobre "Fringe" es curioso, más por lo que cuentan, por ver a John Noble y Anna Torv partidos de la risa la mitad de las veces.



Enla misma línea, los de "Bones" suelen ser muy divertidos, pero en este caso hay algún spoiler sobre el final de la sexta temporada, aunque no son importantes. Con Kyra Sedgwick, sobre "The Closer", ha habido varios, y siempre resulta interesante saber cómo fue gestándose el personaje de Brenda Johnson, y se puede ver además el panel completo de "30 Rock" que se celebró durante su primera temporada, y que merece mucho la pena si os gusta la serie. También el de "Raising Hope" es simpático, especialmente por escuchar las peripecias de Lucas Neff antes de lograr su papel. Lo suyo es curiosear por todo lo que tienen (tengo cierta debilidad por la presentación de "The Dude abides", el documental sobre Jeff Bridges),l y así encontraréis cosas como el especial de "Psych" que homenajeaba a "Twin Peaks" (con spoilers sobre quién mató a Laura Palmer).

19 mayo 2011

Clásico contemporáneo

Los términos que se usan en moda muchas veces escapan a mi entendimiento, y entre ellos, siempre me ha hecho mucha gracia el concepto del "clásico contemporáneo". Yo lo entiendo como algo que nunca pasa de moda, algo de siempre que, sin embargo, tiene también una modernidad acorde con los tiempos. Quizás mi acepción de ese término puede estar equivocada, lo que es más que probable, pero creo que, en lo que a las series se refiere, se le puede aplicar a la perfección a "The good wife". Ya, ya sé qué se pueden leer varias críticas del final de su segunda temporada y toda ella en su conjunto (como ésta, ésta más hiperbólica o ésta otra), y tampoco quiero incidir demasiado en él, sobre todo porque hace muy poco que comentamos la evolución de algunas de las tramas de la serie, pero teniendo en cuenta lo disfrutable y redonda, en general, que ha resultado a lo largo de estos 23 episodios, no podía dejarla pasar de largo.

En especial, algunos críticos estadounidenses han estado destacando, desde hace algunas semanas, la dirección de sus capítulos, como éstos se presentan visualmente de forma elegante y fluida, clásica porque no se buscan planos rompedores, sino aquellos que mejor reflejen lo que está pasando en la pantalla, dejando que la trama y, sobre todo, los personajes respiren y crezcan de un modo natural. En la web "Salon", de hecho, decían que esa secuencia final del último capítulo, con el ascensor y la tarjeta-llave del hotel, es como "un pequeño toque de Wong-Kar Wai en una serie de la CBS" (he aquí el trailer de "In the mood for love" para que os hagáis una idea, a la fuerza incompleta), y lo cierto es que resume en poco menos de tres minutos gran parte de las virtudes de la serie, desde esa realización elegante a unas interpretaciones relajadas y sutiles, en las que las miradas dicen mucho más que las palabras.

"The good wife" es, ya lo hemos dicho más veces, una serie hecha a la vieja usanza pero, probablemente, una de las que mejor refleja el pulso de una sociedad contemporánea en la que la vida privada ya no es tal, y si eres un personaje público, aunque sea de modo indirecto, todavía lo es menos. Todo el mundo puede enterarse de lo que haces si vas dejando pistas de ello en Internet (Kalinda rastrea a un sospechoso a través de sus actualizaciones en Foursquare, por ejemplo), y cualquiera con un teléfono móvil con cámara puede convertirse en paparazzi de la gente que se encuentre por la calle, por muy anónimos que sean. YouTube, Twitter, los blogs y Facebook son herramientas que han trascendido la mera utilización como "comunidad", como modo de conectar y compartir cosas con nuestros amigos, y han pasado a ser usadas como armas en las campañas políticas, por ejemplo, y como medios hasta de subversión.

Y en medio de todo esto nos encontramos una historia no sólo sobre la dificultad de conciliar y compartimentalizar la vida pública y la privada, sino sobre la ambición, el uso del poder en todas sus facetas o la traición y el amor, interpretada por personajes que, conscientes de que muchos ojos les observan, prácticamente nunca bajan la guardia ni dejan escapar sus verdaderas intenciones. Lo notable del gran reparto que ha reunido "The good wife" es que es posible saberlo gracias a pequeños detalles, y hasta grandes dominadores de las caras de póker, como Kalinda y Eli Gold, en realidad son bastante transparentes; la elevación de una ceja o la sombra de una sonrisa los termina delatando.

No es una serie perfecta porque muy pocas, o casi ninguna, pueden serlo, pero su asunción de que los espectadores no somos idiotas y el cuidado que pone en todos los detalles la acercan a ese estándar. Es compleja, con un subtexto soterrado por debajo de muchas de las imágenes que aún la convierte en más entretenida, y aunque a veces es obligado aplicar fanesia en algunas cosas (Hugo Chávez... Ejem), siempre te da otras que lo compensan con creces. Y es, de remate, tremendamente divertida. Todo esto, por supuesto, siempre in my opinion.

P.D.: Ya que "In the mood for love" ha salido mencionada, os dejo la versión de Louis Armstrong de esta canción, simplemente porque sí.

18 mayo 2011

Fantasía y abogados


Todos los años, en los upfronts de las cuatro cadenas mayoritarias estadounidenses suelen verse algunas tendencias de cara a las nuevas series de la próxima temporada. A veces, las cadenas deciden encargar series familiares, ya sean dramas o comedias; otras veces, apuestan por las sitcoms de parejas, o por los seriales de misterio o, por lo que parece ese año, por lo sobrenatural y la magia. No sé si el éxito de la saga de "Crepúsculo" en los cines o de las series de vampiros ha motivado esta tendencia pero, desde luego, es mucho más acusada que otros años, en los que a lo mejor encontrábamos "Pushing daisies" o "Eastwick", pero poco más. El próximo otoño, sin embargo, no sólo va a haber series de intriga paranormal, sino también otras que van a lidiar directamente con la fantasía.

El vídeo de arriba, por ejemplo, corresponde a una de ellas, "Once upon a time", de la ABC, que parece que va a ser la adaptación del cómic "Fábulas" que no salió por cuestiones presupuestarias. Está centrada en un pueblo en el que se entrecruzan el mundo real y el de los cuentos de hadas (y con esas actrices doppelgänger una de otra que son Jennifer Morrison y Ginnifer Goodwin), un punto de partida no muy alejado del de "Grimm", en la NBC, que sigue a un policía capaz de ver a esos seres de leyenda infiltrados en nuestro mundo. En la misma cadena tendremos en midseason "Awake", que coloca a un policía en la clásica trama de "Dos vidas en un instante" o "La vida en un hilo" (que es casi 50 años anterior), y luego en Fox, además de seguir anunciando "Terra Nova" (de la que sólo creeré que existe cuando la estrenen por fin en septiembre), tienen "Alcatraz", una producción de J.J. Abrams en la que unos agentes del FBI investigan a presos de esa cárcel que desaparecieron en los 60 y que empiezan a reaparecer de forma misteriosa (y sí, recuerda a "Los 4.400").

El único canal que no se ha decantado por el lado sobrenatural es la CBS (porque "A gifted man", sobre un cirujano que ve cómo regresa su ex-mujer fallecida, no parece que vaya a serlo, o igual resulta ser "Pushing daisies 2.0"), pero de su parrilla prácticamente sólo nos interesaba una cosa; dónde iba a parar "The good wife". Su renovación no estaba puesta en duda porque su prestigio crítico, sus Emmys y su audiencia total (aunque las demos no sean para tirar cohetes) no iban a ser desestimados por el canal así como así, pero lo que sí se rumoreaba con insistencia antes de los upfronts era que no seguiría emitiéndose los martes la temporada que viene. Y efectivamente, así será, porque entre los diversos movimientos que ha hecho el canal (mandando "CSI" al miércoles y "Rules of engagement" al sábado, todo un experimento) figura el de situar a Alicia Florrick el domingo, entre "The amazing race" y "CSI: Miami", y en competencia directa con una serie ya en declive de audiencia hace tiempo como "Mujeres desesperadas".

"The good wife" tenía unos lead-in demasiado fuertes el martes ("NCIS" y su spin-off) y, por el tipo de serie que es, no podía conservar gran parte de la audiencia que heredaba. El domingo, eso no es tanto problema. Aterriza en lo que será su tercera temporada y los jefes de la CBS están convencidos de que sus fieles la seguirán en el cambio de día. " Es el mejor drama en televisión, de largo. Lo creemos. Los espectadores nos lo dicen", comentó Nina Tassler, la jefa de entretenimiento del canal, en su upfront, e insinuó también que va a haber un cambio en el modo en el que se publicita la serie. Da la sensación de que van a apoyarla todo lo que puedan para que se convierta en lo más visto del domingo, y para demostrar que de verdad están detrás de su única serie capaz de lograr una nominación al Emmy al mejor desde que "Joan de Arcadia" lo hizo en 2004. Los rumores que circulan hace tiempo de que "The good wife" puede ser una de las favoritas para derrocar a "Mad Men" son también una inmejorable promoción para serie y cadena. Salvo catástrofe, me da que el domingo puede representar el comienzo de una larga y próspera vida para la serie.

P.D.: No he visto aún el final de temporada de "The good wife". Dejad que me sorprenda cuando lo haga, ¿de acuerdo? Gracias.

16 mayo 2011

Un remake sin el original

Siempre que se presenta un remake ante el público, sus responsables han de responder a las mismas preguntas de si han visto el original, hasta qué punto se basan en él y cuánto van a separarse de esa referencia conforme transcurran los capítulos. A veces hay casos en los que los responsables de la nueva versión siguieron la original y hasta volvieron a ver algún episodio de ella antes de ponerse a escribir, y se quedaron con un esqueleto básico que luego fueron variando desde el principio (caso de Ron Moore con "Battlestar Galactica"), y otras veces encontramos gente que se enfrenta a la realización de ese remake sin haber visto el original.

Los productores ejecutivos de la versión estadounidense de "Being human" apenas habían visto el primer capítulo de la serie de la BBC antes de ponerse a adaptarla para Syfy. Tenían la premisa y los personajes y, a partir de ahí, fueron construyendo su serie. Como no he visto ninguna de las dos, no puedo decir si son dos entes diferenciados e independientes o si ocurre como con "Law & Order UK", que traslada al Reino Unido guiones de las primeras temporadas de "Ley y orden". En el caso de "The Killing", su responsable, Veena Sud, afirma que dejaron que los personajes les fueran guiando y, así, llegaron a una conclusión que parece ser distinta de la que tuvo el original danés.

Todos esos acercamientos al problema son válidos, y todos tienen su lado negativo. Un remake muy fiel al original puede derivar en una fotocopia sin validez y carente de vida (¿Alguien ha mencionado la "Psicosis" de Gus Van Sant?), y algo muy separado de su material de partida puede hacerte cuestionar el motivo primero por el que existe como nueva versión (para eso, ¿no podrían haber hecho algo original?). La fiebre de nuevas "reimaginaciones" en la televisión estadounidense va a seguir la próxima temporada, con "Prime suspect" como el ejemplo que se va a vigilar más de cerca. La serie británica hizo famosa de verdad a Helen Mirren y representó en su momento un soplo de aire fresco en el género policiaco. Como dijimos hace algún tiempo, en la parrilla americana ya puede verse una especie de remake-homenaje a "Principal sospechoso" en "The Closer" (sobre todo en la primera temporada).

15 mayo 2011

Series cuánticas y confesiones de showrunner

 Es probable que muchos de vosotros hayáis oído hablar, o que hayáis leído o estéis en ello, del libro "Teleshakespeare", una colección de ensayos sobre las series estadounidenses actuales y el estado filosófico, diría yo, de la ficción televisiva a cargo de Jorge Carrión. Una de las cosas más curiosas de ese libro es que habla de una "ficción cuántica" al referirse a la narrativa de todas estas series en conjunto, un término que describe casi a la perfección la trama de "Fringe". No es que haga falta un doctorado en mecánica cuántica para seguir la serie, pero es cierto que su mitología está llena de homenajes, si queréis, y de detalles que hacen que esté construida siguiendo un poco sus dictados más básicos. Es probable, además, que la clave de la cuarta temporada esté ahí (además de, ya sabéis, en los cómics de X-Men y en las aventuras literarias de Thursday Next).

¿Y cómo podemos resumir esos dictados básicos de la física cuántica aplicados a "Fringe"? Suponen que el observador es otra variable del sistema estudiado y que, en realidad, por el mero hecho de observarlo, está actuando sobre él. Sostiene que existen varias realidades que se dan al mismo tiempo, y que en el momento en el que el observador las estudia, sólo se muestra una. Seguro que los que veais la serie habéis escuchado al Observador decir algo parecido referido a las líneas temporales, lo que también entra dentro de las teorías de la física cuántica y es una de las historias más clásicas de la ciencia ficción. ¿Qué es el wibbly-wobbly timey-wimey del Doctor si no eso?

En estas semanas en las que se conoce el futuro de las series para la próxima temporada en Estados Unidos, es bastante habitual que nos encontremos entrevistas y declaraciones de los showrunners de las series "en la burbuja", que a veces desvelan cosas interesantes del modo en el que se hace ese negocio que es la televisión. Uno de los que más ha aparecido en los últimos días es Shawn Ryan, que ha visto como le cancelaban en el mismo año "Terriers" en FX y "The Chicago Code" en Fox. Al respecto de esta última, Ryan comentaba que Kevin Reilly, el jefe de entretenimiento de ese canal, le había reconocido que, por la razón que fuera, la serie no había ganado ningún estatus de cita ineludible, de serie que había que ver para luego poder comentarla, y así era complicado que lograra levantar la discreta audiencia que había tenido en su estreno.

En esa misma cadena, uno de los títulos que ya está renovado por una séptima entrega, "Bones", tendrá que lidiar con el embarazo de su actriz protagonista, y todos los periodistas quieren saber cuáles son los planes de su creador, Hart Hanson, al respecto. Lo más curioso de todo lo que Hanson ha comentado es que en Fox se han hecho encuentas y diversos estudios para intentar averiguar si la audiencia de la serie podría verse dañada si Brennan estuviera varios capítulos sin aparecer, lo que llevará a que los guionistas tomen eso en consideración antes de decidir cómo manejan el asunto. Algo de eso habrá habido también en la decisión de que Ashton Kutcher sustituya a Charlie Sheen en la próxima temporada de "Dos hombres y medio". Las empresas no se lanzan a hacer cambios sin antes estar más o menos convencidas de que esos cambios van a funcionar, o hasta donde pueden estarlo en el negocio televisivo.

Música de la semana: Ya que hemos mencionado "Bones", el último episodio (que dejó un par de cosas... interesantes gracias al francotirador) se cerró con una versión de "Coconut", una curiosa canción de Harry Nilsson que yo creo que debe ser más conocida porque Quentin Tarantino la incluyó en la banda sonora de "Reservoir Dogs".

14 mayo 2011

Quemando trama

Cuando se emitió el último capítulo de la primera temporada de "Nikita", sus guionistas no sabían aún si The CW iba a renovar la serie o no. De hecho, parece que han querido cubrirse las espaldas y, desde la mitad de esta entrega, han ido quemando trama a pasos agigantados, como si tuvieran miedo de que no fuera a darles tiempo a contarlo todo. Incluso el último episodio, aunque está diseñado claramente para que haya una segunda temporada, podrías servir como cierre de la serie sin problema. Sería como esas películas de acción que terminan y dejan un fleco para la secuela. Calma, no voy a desvelar si hay cliffhanger, si Nikita tiene éxito en su empresa de acabar con la División o qué pasa con Alex. Para disfrutar de esta serie es mejor no saber nada, porque ellos ya se sacarán giros de guión, peleas imposibles y cualquier locura que se les ocurra para entretenernos un rato.

No sé si es condición sine qua non de las series de este canal o que los guionistas son muy conscientes de cuáles son sus puntos fuertes y sus débiles, pero la trama no ha parado de avanzar en todo momento. Entre el plan de Nikita y los intentos de Percy por acabar con ella, y las traiciones y secretos inconfesables que salen a la luz entre casi todos los personajes, no sé qué van a contar en la segunda temporada (si la tienen). Aunque teniendo en cuenta cómo terminan la primera, tienen ante sí casi una serie nueva, por lo que no les debe preocupar demasiado quedarse sin ideas.Y a nosotros no debe preocuparnos buscar motivaciones muy sesudas para algunos personajes. Lo que yo quiero es que Amanda reparta estopa sutilmente, como sólo Lady Heather puede hacer, y que Nikita siga corriendo con esos rifles enormes y dejando KO a cuatro tipos sólo con un lápiz en medio de un pasillo estrecho. La mitad de las veces, la serie es una fantasmada, pero es casi imprescindible cierto punto totalmente increíble en este tipo de programas, y es una fantasmada tremendamente entretenida.

Una cosa curiosa del último episodio es que han recuperado a Alberta Watson, que hacía el papel de Melinda Clarke en la "Nikita" original. También han repescado a Rob Stewart, al que yo no había vuelto a ver desde "Calor tropical" (aquellas camisas hawaianas daban pesadillas) y hasta a Devon Sawa, que de adolescente parecía que iba a ser el nuevo Leonardo DiCaprio. Si consiguen engañar a Jackie Chan para que se reúna con su padawan, Maggie Q, ya puede ser esto muy grande.

'Kalicia'

ALERTA SPOILERS: Cualquiera diría que "The good wife" debería ser impermeable a los spoilers, pero como en estos últimos tres o cuatro capítulos han pasado tantas cosas, mejor os aviso de que, o habéis visto de lo que Alicia es capaz en el penúltimo episodio de la segunda temporada, o mejor que os detengais aquí. En serio, no sigais.

En las últimas semanas, la segunda temporada de "The good wife" ha ido dirigiéndose inexorablemente hacia un punto que veíamos venir desde bastante tiempo atrás; la ruptura, parece que definitiva, del matrimonio Florrick. A ello contribuye que Alicia descubra otra cosa que era otra bomba de relojería esperando el momento de la detonación; que Kalinda se acostó con Peter tres años atrás, probablemente porque él la ayudó a cambiar de identidad. Eso lleva a otra ruptura, la de la amistad entre las dos mujeres, una historia con mucha más resonancia emocional que el posible divorcio de Alicia y Peter.

Algunos críticos estadounidenses expresaron sus dudas hace unas semanas, cuando vimos el capítulo en el que Peter gana las elecciones a fiscal del distrito, de que la subtrama relacionada con él pudiera adoptar la fuerza que necesitaba si la serie no podía contar con Chris Noth tan a menudo como le hiciera falta (Noth está representando en Broadway la obra "That championship season"). Sí, tuvimos una confrontación entre Peter y Alicia cuando ella lo echa del apartamento, pero es verdad que, aunque para los personajes es importante, esa relación no es tan integral para la serie como la amistad de Alicia y Kalinda. Alan Sepinwall, de hecho, decía en su crítica del último episodio emitido que se la está tratando como si fuera una relación de tensión sexual no resuelta y, para él, está mejor manejada y más lograda que la TSNR entre Alicia y Will. Llevamos dos temporadas viendo como se desarrolla su amistad, cómo llegan a confiar la una en la otra de un modo que, probablemente, no puedan hacer con otras personas, y por eso el momento del enfrentamiento final resulta tan hiriente.

Alicia no se deja nada en el tintero, vuelca contra Kalinda todas sus frustraciones, su enfado y su sensación de haber sido traicionada, y las caras de Kalinda dejan ver que todo eso le está doliendo (ya su desmoronamiento final en el ascensor es el gota que colma el vaso). Saber si esa amistad se puede arreglar, si las dos conseguirán trabajar juntas a pesar de que Alicia está dejando salir finalmente el tiburón legal de su interior y la armadura de Kalinda se va a hacer aún más densa, es de lo más interesante de cara no ya al final de temporada, sino a la tercera. Robert y Michelle King, los creadores de la serie, afirman que van a tener la oportunidad de resetear en parte la serie, y con Peter Florrick como fiscal (y Cary ayudándole), está claro que Lockhart & Gardner va a pasarlo peor que con Childs. Estos dos, tres episodios que preceden el último han sido, además, un lucimiento inmejorable para Julianna Margulies y para Archie Panjabi, que ha ido mostrando lentamente, a lo largo de la temporada, como Kalinda iba perdiendo el control.

Es un poco así de esa manera hablar de todo esto cuando este capítulo era sólo la primera parte de la season finale, pero no sé si, emocionalmente, conseguirá superar lo que las confrontaciones entre Alicia y Kalinda y entre Alicia y Jackie (que cada vez es más Emily Gilmore en sus malas épocas) han logrado. Sabiendo que Eli Gold seguirá en la tercera temporada, me pregunto si Peter no pretenderá usar la fiscalía como trampolín para presentarse al Senado, y cómo afectará eso al divorcio de Alicia. Porque sospecho que lo vamos a ver. Lo de la buena esposa se ha acabado.

Aclaración:  Este post se publicó originalmente el jueves, pero cayó víctima de la gran debacle de Blogger de ayer. Gracias a Google Reader he podido recuperaralo y republicarlo.

11 mayo 2011

Y Fox descubrió el otoño

Hasta hace un par de años, a Fox sólo le interesaba la midseason. En cuanto llegaba enero, "American Idol" y "24" arreglaban su media de audiencia del año y le hacían llegar a los sweeps de mayo en una envidiable primera posición. Su parrilla de otoño no era especialmente exitosa en cuanto a audiencias, pero no importaba, porque esos dos programas eran su salvavidas. Sin embargo, las cosas empezaron a cambiar lentamente poco después de que Fox fichara un nuevo jefe de entretenimiento, Kevin Reilly, que había sido despedido de la NBC para dejar hueco a Ben Silverman (la primera de una sucesión de ideas geniales que acabaron con la cadena pasando de General Electric a Comcast), y más o menos a la vez que "24" echaba el cierre tras ocho temporadas en antena.

Después de muchos años casi dejándose llevar de septiembre a enero, de repente, Fox caza un fenómeno popular como "Glee" que la convierte en líder de audiencia en las demográficas entre 18 y 49 años precisamente en esos meses que, para ellos, eran poco más que barbecho. A la vez, "American Idol" empieza a sufrir cambios importantes con la marcha de Paula Abdul y el anuncio de que Simon Cowell, uno de los pilares del programa, lo deja para poner en marcha la versión estadounidense de su "The X Factor", un exitazo en el Reino Unido. "AI" sufre el inevitable desgaste en audiencia de cualquier show con una década a sus espaldas y se impone una renovación, aunque sólo sea en la mesa de los jueces, y además, Fox quiere reforzar su redescubierto otoño, y coloca ahí la emisión de "The X Factor", que se emitirá dos noches a la semana, como el propio "Idol" y otros realities del mismo estilo ("Dancing with the stars" en la ABC, por ejemplo).



Si tenemos en cuenta que Fox tiene ya pedida para el próximo septiembre, desde la temporada pasada, "Terra Nova", y que sólo programa dos horas en el prime time de lunes a viernes, el panorama para todas las series que se encontraban entre la vida y la muerte en la semana antes de los upfronts no era demasiado halagüeño. Y ha terminado cumpliéndose, sin que se haya podido evitar la sorpresa de que, en lugar de quedarse con alguna de esas series en dificultades (una segunda entrega de "The Chicago Code" me habría hecho feliz), la cadena haya optado por cargárselo todo y renovar buena parte de su parrilla. Tras la sorpresa inicial del anuncio, han aparecido análisis que explican la decisión y que la encuentran coherente dentro del modelo de negocio televisivo y de la mala temporada, en general, que han vivido las networks con sus estrenos. Ninguna de esas series (la ya mencionada "The Chicago Code", "Lie to me", "Human target", "Traffic Light" y "Breaking in") congregaba una audiencia buena, y las obras de caridad ya las había hecho Fox renovando con antelación "Raising Hope" y "Fringe" (que igual habrían mordido el polvo si hubieran esperado un par de semanas).

Muchas veces, los canales cancelan más series en la burbuja de las previstas si creen que sus proyectos para la próxima temporada tienen potencial, y está claro que Fox ha debido pensar eso. Hasta el lunes, en su upfront, no tendremos confirmación oficial de todo, pero parece seguro que, entre lo que veremos a partir de septiembre, figurarán "Alcatraz" (otra puesta en marcha por J.J. Abrams), la comedia "The new girl" (con Zooey Deschanel, y como la programen junto con "Bones", las bromas van a ser infinitas) y "The Finder", el pseudo spin-off de "Bones". Lo que sí parece claro es que casi todos los huevos de la cadena están en la cesta de "The X Factor", principalmente, y un poco de "Terra Nova". Van a ser los programas que más promocionen, lo de perfil más alto de todos sus estrenos, y no quiero pensar lo que puede pasar si uno de los dos, o los dos, fracasan (habrá que ver si "The Voice" les hace daño o no).

Sé que Fox tiene muy mala prensa entre los fans por su maltrato de series como "Firefly". Sin embargo, hay que otorgarle cierto crédito a una cadena que aguanta en antena tres temporadas de "Arrested Development" sólo por los Emmys que ganó, que le da dos temporadas a "Dollhouse" o que nos va a dejar ver cuatro temporadas de "Fringe". Sí, a veces hacen cosas incomprensibles y esa manía de trastocar toda la parrilla en enero es exasperante. Pero no sé si alguna de esas tres series habría visto ni siquiera la luz en otro canal. Aparte, siempre me resultará curioso que, con lo ultraconservadores que son sus informativos, emitan al mismo tiempo "Padre de familia" y "Glee". Eso sí es un síndrome bipolar.

10 mayo 2011

Canciones poco casuales

Una serie no sólo se construye a través de la trama ideada por sus guionistas, de los actores que interpretan a sus personajes, de los decorados y las localizaciones empleadas para situar la acción o de la fotografía con la que se ruedan las escenas. Cosas como la música pueden resultar también muy interesantes para construir una atmósfera o dar pequeños apuntes sobre como son los personajes, por ejemplo. La banda sonora a lo Hitchcock que Michael Giacchino compuso para "Perdidos" y los ya célebres tambores japoneses que Bear McCreary utilizaba en la de "Galáctica" son dos ejemplos muy notables de series cuyas músicas contribuyeron a hacerlas como eran. De hecho, la elección de un determinado tipo de banda sonora hasta puede expresar la idea que los responsables tienen sobre cómo quieren que sea la serie; ahí está la música de película de espías y de aventura que el propio McCreary compuso para la primera temporada de "Human target".

Una curiosidad de la que me he dado cuenta en los últimos capítulos de "Fringe" es que a sus responsables les encanta el rock de los 70. La elección no es casual; las canciones suelen sonar de fondo en el laboratorio, mientras Walter está trabajando, y teniendo en cuenta que esa década fue su época de esplendor al lado de William Bell, es normal que en varios capítulos suenen cosas como "You make me feel like dancing" (Leo Sayer), "Pale blue eyes" (The Velvet Underground), dos que comentamos hace unos días ("Strange brew", de Cream, y "Riders on the storm", de The Doors) y más temas de Supertramp, Traffic y Yes. A Walter también le gusta el jazz, cierto, pero esas elecciones setenteras son las que más llaman la atención. También resultaba curioso que, en "Perdidos", usaran bastantes canciones de artistas que habían fallecido en accidentes de avión, como Buddy Holly ("Everyday") o Patsy Cline ("Walking after midnight").

Aunque "Friday Night Lights" construía su banda sonora, en su mayoría, con canciones de grupos independientes cuyos derechos resultan más fáciles de conseguir, el estilo de gran parte de ellos solía estar más cercano al folk y, además, gran parte eran del sur de Estados Unidos (de Kentucky han tenido a Heartless Bastards, por ejemplo), o directamente del estado de Texas, como Explosions in the Sky ("From West Texas") o Spoon ("I turn my camera on"). El folk, el country y el bluegrass componen, lógicamente, la mayor parte de la banda sonora de "Justified", y me resultó muy curioso que la "Shameless" estadounidense utilice mucho pop-rock de cierta afinidad británica. Y luego, claro, están cosas como "Treme". Casi toda la música que suena es de compositores de Nueva Orleans, o habla de la ciudad o está interpretada por artistas locales, y lo mismo es jazz que bounce, un estilo de hip-hop que le encanta a Davis.

09 mayo 2011

Los rescatadores

DirecTV la lió buena cuando acordó con la NBC compartir la producción y la emisión de "Friday Night Lights" a partir de su tercera temporada. No porque la serie no mereciera ser salvada, porque habría sido una verdadera lástima que uno de los mejores dramas recientes de la televisión estadounidense se fuera por la puerta de atrás de las audiencias paupérrimas y una segunda temporada cercenada por la huelga de guionistas; sino porque hizo creer a un amplio sector del público que las cadenas de cable, y DirecTV en concreto, eran unas hermanitas de la caridad que iban recogiendo lo que el resto no quería. Cierto que, en su momento, se especuló con que el acuerdo que salvó "Friday Night Lights" podía significar una revolución en el modo de hacer televisión, pero luego la cosa no ha sido para tanto.

Es verdad que la propia DirecTV repescó "Damages" después de que FX la cancelara en la tercera temporada (la cuarta se verá este verano, creo), y TNT salvó de la quema otra serie de la NBC, "Southland", y parece bastante contenta con su funcionamiento hasta ahora, pero esto son excepciones que, no obstante, han ocurrido en un periodo de tiempo muy corto. Si un canal cancela una serie, es por algo, y otro no va a rescatar un producto que en otro sitio no ha funcionado. Cuando ocurre, hay otras razones detrás generalmente; la CBS se quedó con "Medium" tras su cancelación en la NBC porque su estudio la co-producía y le interesaba tener más episodios para la sindicación, y porque pensaron que su audiencia podía resultarles de utilidad en la noche de los viernes. Algunos productores ofrecen sus series canceladas a otras cadenas por si alguna ve oportunidad de negocio, pero lo más habitual es que continúen tan muertas como estaban.

Craig Engler, ejecutivo de Syfy, suele responder a preguntas de los espectadores a través de Twitter, y una de las más habituales hace siempre referencia a si ellos repescarían tal o cual serie en peligro de cancelación. La respuesta de Engler suele ser la misma, invariablemente; resulta demasiado caro. Para que "Southland" pudiera sobrevivir en TNT, los recortes de presupuesto han sido radicales en todos los frentes, y una network se suele gastar más en la producción de sus series que un canal de cable básico. A veces, hace gracis escuchar o leer cosas como las que se dijeron cuando Fox movió "Fringe" al viernes y la sombra de la cancelación empezó a cernerse sobre ella, que abogaban porque Syfy u otro canal de cable prácticamente se la arrebataran a Fox y la emitieran ellos, porque así tendría más posibilidades de sobrevivir. Financieramente, es un movimiento al que ninguna cadena de cable básico vería ningún futuro, porque no podrían aspirar a pagar los costes de una serie en su tercera temporada y de una network grande.

Cuando comentamos noticias sobre renovaciones, cancelaciones o mudanzas de horario, cometemos un error en el que es muy fácil caer, como es creer que la calidad es la principal razón para que una serie tenga éxito o, simplemente, sobreviva. En asuntos de negocios puros y duros, la calidad apenas tiene un hueco. ¿Es muy buena pero no llega al 1 en los demográficos del miércoles a las 9 de la noche? Su destino está sellado. Todos los casos que hemos visto anteriormente no son más que excepciones a la norma, y por eso destacan tanto.

08 mayo 2011

102 capítulos en Rockefeller Plaza

En las reseñas que se han ido publicando del final de la quinta temporada de "30 Rock", casi todas apuntan que esta entrega, a pesar de haber tenido sus altibajos, como en todas las sitcoms, ha sido más consistente y más divertida que la cuarta temporada, que para muchos críticos no fue uno de los mejores momentos de la serie. Cuando se estrenó, comentamos que parecía que haber perdido el Emmy a la mejor comedia ante "Modern family" les había espoleado para lanzarse sin paracaídas a su ritmo endiablado de chistes, referencias y breves gags visuales, y a aprovechar que Liz y Jack tienen, por fin, un poco de cordura en sus vidas privadas para desatar las tontunas más variadas en el trabajo. Además, llegar a la quinta entrega les dio  un poco de cancha para intentar algunos experimentos, como aquel capítulo en directo o "Queen of Jordan", una muy ajustada parodia de los realities de la cadena Bravo, especialmente de la saga de las "Real Housewives" (Tina Fey es una gran fan de esos programas, como reconoce en esta entrevista en "Watch what happens live!").

Cuando una serie alcanza los 100 episodios, como ha hecho "30 Rock" esta temporada, no es raro que a veces se dedique a recordar sus inicios, y lo curioso en este caso es ver lo diferente que era la comedia cuando empezó y, sobre todo en el piloto. Más de una vez hemos señalado que, en el momento en el que se dieron cuenta que Liz y Jack eran el centro de la serie, ésta empezó a despegar, y hasta ese punto resulta chocante ver que el ritmo era más lento, y que Fey desde luego estaba todavía bastante verde para poder llevar el peso de las tramas, o compartirlo, al menos. Pero el modo en el que se ha construido y desarrollado (y mimado) la amistad entre esos dos personajes es tal vez el mejor legado que "30 Rock" ha dejado en estas cinco temporadas, además de todos los realities inventados y los palabros que han ido sacándose de la manga.

En la gira que Fey está haciendo para presentar su libro, "Bossypants", ha estado contando algunas de las cosas de la trastienda de la serie, desde su convencimiento de que, cada vez que Alec Baldwin amenaza con retirarse, ella sabe que es el primer signo que volverá la próxima temporada, o que la inspiración para muchas de las cosas que dice Tracy viene de su hija, sobre todo mientras tenía entre 3 y 4 años. Ha explicado algunos detalles del proceso de creación de los capítulos, detalles que están en el libro, y por supuesto ha seguido bromeando con esa idea de que siguen en antena porque su audiencia es tan pequeña, y ellos son tan minúsculos en comparación con otros programas de la parrilla, que a la NBC, simplemente, se les olvida cancelarlos.

Sea como fuere, el caso es que tendremos un año más de "TGS with Tracy Jordan", un año en el que espero que sigamos viendo unos cameos tan bien integrados como los de esta temporada (el de Aaron Sorkin fue impagable, como el de Tom Hanks, y Elizabeth Banks es simplemente sensacional con Baldwin), y en el que Jack Donaghy siga haciéndome feliz diciendo esos "Good God, Lemon". Hasta Liddy ha aprendido a decirlo también.

Música de la semana: "The good wife" no suele utilizar muchas canciones y, de hecho, su banda sonora muchas veces no pasa de ambiental. Pero esta semana aprovecharon una escena muy importante para Alicia para emplear "Mr. Hurricane", de los canadienses Beast.