13 abril 2014

En contexto

En el último número de la revista Fuera de Series, Nacho Gonzalo, de LoQueYoTeDiga, escribe un artículo sobre la victoria de "12 años de esclavitud" en los últimos Oscar y si eso quiere decir que hay algún tipo de "poder negro", o de lobby afroamericano, en Hollywood que impulsó que se llevara el premio a mejor película por delante de "Gravity". Aparte de detallar los años en los que actores de raza negra fueron nominados, o ganadores, de Oscars, Gonzalo apunta también algo muy interesante para comprender la diferente recepción que la película de Steve McQueen recibió en Estados Unidos y en Europa; el contexto histórico y social del público al que va dirigida. Puede no ser fácil situarse en el estado mental del espectador medio estadounidense que se sienta a ver "Criadas y señoras", o "Hermanos de sangre", o hasta "The Americans", pero es un ejercicio que hay que intentar hacer de vez en cuando para comprender algunas de las cosas que vemos en las series, por ejemplo, y que desde esta orilla del Atlántico descartamos como "americanadas".

Tomemos por caso "The Pacific", la segunda de las miniseries sobre la Segunda Guerra Mundial que Tom Hanks y Steven Spielberg produjeron para HBO. Al contrario que "Hermanos de sangre" y el frente europeo, aquellos diez episodios contaban una experiencia bélica muy unida a Estados Unidos. El enfrentamiento en el Pacífico contra Japón estaba bastante desconectado de lo que pasaba en Europa y en el norte de África, y norteamericanos y australianos fueron quienes participaron mayoritariamente en aquellas operaciones; británicos, franceses y rusos estaban muy ocupados con sus propias batallas contra el ejército nazi. Cuando la miniserie se emitió en España, no era extraño leer críticas algo más tibias que las entusiastas que llegaban desde el continente americano, y esa división se debía, en parte, a esa diferencia de referencias sociales y culturales. Es algo similar a lo que ocurre cuando nos enfrentamos a cintas ambientadas en la guerra de Vietnam o en el movimiento pro-derechos civiles de los 60; nos falta el contexto para apreciar lo que están intentando contar.

Esto no es exclusivo de los títulos estadounidenses. Hace algunos meses, se produjo una discusión parecida a raíz de "Hijos del Tercer Reich", miniserie alemana que sigue a un grupo de amigos enrolado en el ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando Canal+ la estrenó en España, surgieron voces que se preguntaban a qué había venido tal revuelo si la serie era bastante convencional, pero esas voces obviaban un aspecto fundamental, implícito en el título original "Unsere Mütter, unsere Vätter"; estaba tratando un tema poco discutido en la sociedad alemana actual, como era la implicación de sus madres y padres en los planes de Hitler. Estaba indicando que aquellos soldados no eran unas personas extrañas, sino que formaban parte de sus propias familias, con todo lo que eso conlleva. La falta de un contexto común a veces es clave en las diferencias de apreciación de determinadas películas o series. Esto no quiere decir que, a veces, no sean simplemente malas, si no que hay ciertas cosas que se pierden en la traducción, como quien dice.

Música de la semana: "Agents of SHIELD" tuvo esta semana el tan promocionado capítulo de integración con la trama de "Capitán América. El soldado de invierno", y para marcar que era un episodio diferente, empezaba con "(Don't fear) The reaper", un tema ya clásico de Blue Öyster Cult que ha sonado en bastantes series con anterioridad, incluidas "Veronica Mars", "Sobrenatural", "Californication", "Medium" y hasta "Parks and recreation".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente texto. A nivel personal, siempre intento contextualizar lo que veo a través de lo que leí, y si es posible, a través de lo vivido, aprendido, y aún así, siempre se pierde algo en la traducción. Es evidente que separarse un tanto de la lengua madre y discernier otros contextos no hace más libres...

Anónimo dijo...

Disculpas: me corrijo: "discernir", en lugar de discernier, y otros contextos "nos" hacen más libres.
Unos dedos demasiado rápidos, sorry.