20 noviembre 2014

El año que prestamos atención a The CW


El año 2014, televisivamente hablando, y desde el punto de vista de Estados Unidos, ha tenido una protagonista bastante inesperada: The CW. La hermana pequeña, y pobre, de CBS y Showtime, aquella que los críticos sólo incluían en sus artículos para preguntarse si no estaría mejor en el cable básico, ha resultado la ganadora de la temporada de otoño entre las networks, y durante todo este año ha visto cómo la percepción crítica de sus series iba variando desde esa mirada por encima del hombro tan habitual en sus inicios, a un reconocimiento algo más de igual a igual. No habría que extrañarse si “Jane the virgin” y “Los 100” se cuelan en algunas listas de los mejores estrenos del año, porque son dos series a las que algunos críticos han puesto de ejemplo de cómo pueden hacerse títulos para todos públicos dignos, sin más pretensiones que entretener y que tienen las ideas mucho más claras que algunas de las novedades más publicitadas del otoño.

Las comparaciones entre “Gotham” y “The Flash” son recurrentes también, señalando las cosas en las que una se esfuerza enormemente por que funcionen, mientras a la otra le resultan mucho mejor sin complicarse tanto la vida. Es sumamente curioso que The CW, de la que siempre hubo dudas sobre cómo podía sobrevivir con esas audiencias paupérrimas, sea de las cadenas en abierto que mejor está aprovechando la nueva situación industrial de la televisión estadounidense, en la que los visionados en diferido, los derechos para la emisión en streaming y las ventas en el mercado internacional pueden pesar tanto en el futuro de una serie como su audiencia en directo. Vio el filón del género fantástico y de ciencia ficción en abierto antes que las demás, y aunque no todas sus propuestas han funcionado, es cierto que las que lo hacen tienen, creativamente, una idea mucho más clara de lo que son y de lo que quieren hacer.

The CW, además, se ha encontrado con su propia Shonda en la figura de Greg Berlanti, productor y guionista muy asociado con The WB por “Everwood” y su breve paso por “Dawson crece”, y que se ha convertido en el salvador de la cadena, como quien dice, gracias a su labor en “Arrow”, primero, y después en “The Flash”. Ha sucedido, en el puesto de productor favorito del canal, a Josh Schwartz, que desde “Gossip girl” parecía estar involucrado en todas las nuevas series de The CW, y su estrella no para de crecer. Da la sensación de que DC/Warner lo ha colocado como el equivalente de Joss Whedon y las películas de Marvel para que supervise el universo televisivo del estudio (excepto en “Gotham”), y ganarse al mismo tiempo el favor del público y el de la crítica (que en Estados Unidos es menos snob para estas cosas que la española) lo ha situado otra vez en la cresta de la ola.

El culmen de todo este año llegó con el anuncio de quienes iban a formar el equipo de guionistas para Neil Patrick Harris en la próxima gala de los Oscars. Dicho equipo está liderado por el propio Berlanti, con uno de los showrunners de “Arrow”, Andrew Kreisberg, un colaborador suyo en “Everwood” y “Jack y Bobby” (y creador de “Kings”), Michael Green, y Seth Grahame-Smith, el único que no ha trabajado antes con él, y que tiene en su haber los guiones de “Abraham Lincoln, cazador de vampiros”, “Sombras tenebrosas” y fue co-creador de la serie de MTV “Tiempos duros para RJ Berger”.  La prensa especulaba con que Craig Zadan y Neil Meron querían reconocer en la gala el peso cada vez mayor de las películas de superhéroes en Hollywood, pero no dejaba de ser significativo que, en lugar de buscar a los guionistas de los grandes taquillazos del momento, se fueran a por el equipo creativo detrás de “Arrow”. Indirectamente, es otra victoria para The CW en 2014. Quién lo habría dicho en 2007.

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