16 febrero 2015

El norte como género


Sarah Lund es la culpable de que, de repente, todo el mundo quiera tener su serie con atmósfera inquietante, con policías que se ven afectados por la investigación y que presta más atención al entorno de la víctima de lo que suele ser habitual. El enorme éxito que alcanzó "Forbrydelsen", más la repercusión que le dio tener un remake estadounidense, hizo que algo que en Escandinavia tiene una gran tradición literaria (el noir con una atmósfera un poco diferente lo habitual), y que en ese campo había adquirido una enorme popularidad gracias a los libros de Stieg Larsson, saltara a la televisión, y tanto público como industria empezaran a interesarse por las series salidas de las cadenas danesas, suecas y hasta noruegas. El siguiente paso era, claro, que británicos, franceses, estadounidenses y hasta españoles quisieran tener sus propias series al estilo nórdico, ya fuera a través de remakes o probando suerte con ideas originales.

"Fortitude" es un ejemplo muy claro de esta nueva tendencia. Cosas como "The Tunnel" (versión franco-británica de "Bron/Broen") pueden estar muy bien, pero al final, todo el mundo quiere ser original y no depender de que a otro se le ocurra una buena idea que se pueda rehacer. Y eso que "Fortitude" podría haber salido perfectamente de la mente de Asa Larsson y no de un guionista británico, porque no hay norte más septentrional y extremo que el Ártico. La oscuridad ambiental, la cercanía de las comunidades que viven allí (una cercanía que les lleva a tener sus propios secretos y a rechazar a los forasteros), las atmósferas de quietud que apuntan a que algo maligno late bajo su superficie... Todo eso es parte fundamental de estos misterios a la escandinava que se han puesto de moda en los últimos años. ITV tuvo uno de sus mayores éxitos con "Broadchurch", que aplica todas esas cualidades a lo que es, por otro lado, un clásico en las historias detectivescas inglesas: el asesinato en una pequeña comunidad rural.

En España ya se ha intentado otras veces poner en marcha este subgénero. Antena 3 lo intentó hace más de diez años con "El pantano", uno de sus mayores fracasos, en el que se buscaba construir una atmósfera quizás más cercana a la de "Les Revenants", y volverá a probar suerte con su propia serie de aire nórdico, "Bajo sospecha", en la que encontramos unos cuantos de los elementos necesarios para conseguir un título "norteño": comunidad de reducidas dimensiones, la importancia de la familia de la víctima, un niño (niña, en este caso) en el centro de todo, y la preocupación de la serie por construir una atmósfera que atrape al espectador, más que hacerlo a través de revelaciones inesperadas y giros de guión cada dos por tres. Eso es lo que los responsables de la serie, la productora Bambú, ha comentado, y es la sensación que da a través de sus promos, y "Bajo sospecha" puede ser un interesante caso de estudio de esa tendencia de convertir lo nórdico en un género propio, en darle la vuelta al sol de la sierra de Madrid y darle el mismo toque ominoso que tenía la lluvia de Copenhague en "Forbrydelsen".

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