22 junio 2015

"Orphan Black" vuelve al principio

ALERTA SPOILERS: ¿Habéis visto el final de la tercera temporada de "Orphan Black"? Volved cuando lo hayáis hecho.

Durante la primera temporada de "Orphan Black", se nos presentó a un grupo llamado Neolution (Neolución), que parecían unos tipos raros y un poco trastornados que creían que la evolución debía ser dirigida para conseguir, entre otras cosas, pequeñas colas al final de la espalda. Aldous Leekie, una de las primeras personas de DYAD que conocemos en la serie, era un neolucionista, y es a través de él como Cosima y Delphine entran en contacto con esa teoría que, en un principio, les suena un poco más a charlatanería que a otra cosa. Pero por esos juegos del destino a los que es aficionada "Orphan Black", resulta que hicimos mal en descartar a los neolucionistas como pirados, porque son los que han estado manejando el cotarro desde la sombra durante todo este tiempo.

Esa revelación final abre un nuevo campo para la cuarta temporada, un campo que lleva la serie un poco de vuelta a sus orígenes, a la lucha de las clones por no ser tratadas como cobayas, como propiedad industrial con la que se puede experimentar. La Neolución pinta ser un villano mucho más peligroso que DYAD o los clones de Castor porque sus defensores parecen verse a sí mismos casi como enviados divinos, trabajadores sacrificados en aras de esa evolución dirigida y acelerada que mejore la especie humana según los dictados de la profesora Duncan, madre adoptiva de Rachel y creadora de los clones originales junto con su marido, al que conocimos en la segunda temporada. La revelación de que todavía está viva es lo más destacado de un final de tercera entrega que ha cerrado unas tramas que no han funcionado igual de bien en todos los frentes.

Por ejemplo, la introducción del proyecto Castor y sus clones masculinos era, sobre el papel, una buena idea porque ofrecía un cambio con respecto a lo que sabíamos de las clones de Leda. Los chicos se habían criado todos juntos, en un ambiente de disciplina militar y siendo conscientes desde el principio de lo que eran, mientras las chicas fueron desperdigadas por todo el mundo, creciendo con la asunción de que eran iguales que el resto de gente de su entorno. El enfrentamiento entre una y otra facción ha sido menos interesante de lo previsto, aunque sí ha permitido que por fin conociéramos al donante original y, de rebote, le dio la oportunidad a Maria Doyle Kennedy de cantar en la serie como si estuviera otra vez en "The Commitments". Que esa donante fuera la madre de la señora S fue un giro bastante inesperado que, por otro lado, refuerza que la serie está tratando sobre diferentes conceptos de lazos familiares, y cómo su fortaleza no siempre viene dada por la sangre.

La hermandad entre las clones, Felix y S es el mejor ejemplo de ello, puntualizada con esa cena que cierra sus tramas por este año. Esa cena representa, además, cómo "Orphan Black" se ha replegado un poco sobre sí misma después de amenazar con complicar y expandir su trama más allá de lo humanamente manejable. Los sacrificios por las clones de Paul y Delphine han puesto el toque más emocional, nos han recordado de que el peligro que rodea a Sarah y sus hermanas es real y puede cobrarse las vidas de las personas más cercanas a ellas, además de poner punto y final a los arcos de dos personajes que parecían haber llegado al final de su utilidad en la serie, sobre todo Paul. Delphine, sin embargo, deja abierta la posibilidad del regreso de Shay, de quien no está muy claro que no vaya a ser alguien diferente de quien pensamos, aunque no ha estado mal su empleo como ejemplo de la paranoia y el nivel de desconfianza que llegó a sentir Delphine.

"Orphan Black" ha terminado la tercera temporada recuperando el pulso de sus giros de guión y manteniendo algo que siempre ha sabido manejar muy bien, que es la evolución de sus clones. Esa especie de "Weeds" en la que estaban Alison y Donnie ha sido uno de los grandes momentos del año, del mismo modo que Helena se ha afianzado como la heroína más improbable, e improbablemente entrañable, de todas. Hasta Krystal, ese nuevo clon introducido a mitad de la temporada, ha funcionado bastante bien con su personalidad choni y su total ignorancia del lío en el que está metida. Como siempre, las chicas de Leda le dan su razón de ser a "Orphan Black".

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