13 noviembre 2015

No hay milagros en Miracle


ALERTA SPOILERS: ¿Estáis viendo la segunda temporada de "The Leftovers"? ¿Habéis llegado al sexto episodio, "Lens"? Entonces, podéis continuar.

Desde que "The Leftovers" empezó, siempre ha habido dos preguntas alrededor de la Ascensión, de la Partida Repentina: ¿Por qué? ¿Puede ocurrir otra vez? Es habitual ver, en algunos episodios, a los científicos buscando una explicación a la desaparición súbita de 140 millones de personas en todo el mundo, intentando racionalizar un evento que se escapa a cualquier intento de comprensión. Sus investigaciones y teorías se nos presentan al mismo tiempo como algo serio y como palos de ciego, como la hipótesis de las "lentes" que da título al sexto episodio de esta segunda temporada. ¿Realmente es posible que varios millones de personas fueran responsables de la Ascensión de la gente que estuviera a su alrededor? ¿Tan gafe es Nora Durst?

En una entrevista con la web de HBO, Carrie Coon, la intérprete de Nora, decía que lo más interesante de su personaje y de Erika Murphy, el de Regina King, era las diferentes maneras que tenían no tanto de procesar la tragedia y el duelo, sino la rabia. Nora y Erika están enfadadas. La primera está harta de que le persiga la tragedia de perder a su marido y sus dos hijos, harta de que Kevin todavía no confíe en ella para contarle lo que de verdad le pasa, harta de que los científicos sigan buscándola como si tuviera la culpa de la Partida. Erika, por su parte, está cabreada porque pensaba que su vida estaba dominada por la realidad y por la ciencia, y la desaparición de Evie y la historia de su abuela y los pájaros le hace ver que hay más cosas en este mundo que no se pueden explicar racionalmente.

Está enfadada, sobre todo, porque Nora parece querer darle lecciones sobre cómo sobrellevar esa pérdida, y porque su marido John no es de ninguna ayuda. La obsesión casi patológica de él de castigar a todo aquel que intente aprovecharse de las "cualidades mágicas" de Jarden, que intente venderle supercherías variadas a sus habitantes, parece esconder exactamente lo que le dice Erika: les da palizas a esa gente simplemente porque necesita pegar a alguien. Como se entrevía en el primer episodio de la temporada, hay algo fundamentalmente erróneo en ese pueblo. Las supersticiones, la fijación por esa canción de iglesia que recuerda que Jarden fue "perdonado" en la Partida, el control policial de John de todo aquel que intente darles falsas esperanzas a la gente... El parque nacional de Miracle no perdería a nadie aquel 14 de octubre, pero parece que lo que sí perdió fue la cordura.

Y se instaló en el miedo de que vaya a volver a pasar y, esta vez, no se libre, de que todos los peregrinos y los turistas que creen que es un lugar sagrado lo "invadan" y se destruyan lo que le hace especial, que los que llegan de fuera "contaminen" la aparente perfección de Jarden. En Miracle no hay milagros, y tampoco parece haber redención. ¿O sí? ¿Pueden de verdad Kevin, Nora y Jill empezar de nuevo y superar sus traumas? ¿Es la fe de Matt Jamison nada más que el clavo ardiendo al que se agarra un iluso?

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