30 noviembre 2010

Antes de los créditos



En muchas series (en casi todas, diría yo), antes de que empiecen los títulos de crédito (o nos pongan sólo la careta con el título), se incluye una pequeña secuencia que se conoce como cold opening. Su cometido es introducirnos en el episodio que vamos a ver, a veces sirviendo un poco como prólogo, en otras presentando una escena que, en principio, parece desconectada del resto de la trama (hasta que nos damos cuenta de su importancia casi al final) y, en otros casos, hasta sacándose de la manga un pequeño cliffhanger que no se resuelve hasta después de los créditos. Series de misterio más o menos sobrenatural como "Expediente X" y "Fringe" son expertas en empezar con un cold opening impactante que presenta, en una pincelada, el caso que se va a resolver a continuación, y en los procedimentales se utiliza para mostrarnos el asesinato o elmomento en el que se encuentra el cadáver que centrará el capítulo.

Las secuencias pre-créditos de "A dos metros bajo tierra", por ejemplo, y al menos al principio, nos enseñaban cómo moría la persona que los Fisher tenían que enterrar, y tampoco es extraño que el cold opening se cierre con alguna frase ingeniosa de algún personaje. Son célebres, como podéis ver en el vídeo de arriba, las terribles frases de Horatio en "CSI: Miami", una serie cuyos créditos no comienzan hasta que "H" no se ha puesto sus infames Gafas de Sol de la Justicia. Últimamente, me resulta curioso que algunas series alargan este "arranque en frío" hasta casi los 10 minutos, supongo que para incluir un corte publicitario justo después de los créditos y que les haya dado tiempo a contar algo, pero lo más normal es que estas secuencias duren bastante menos.

Pero las series no son los únicos programas con cold opening. "Saturday Night Live" siempre tiene un sketch inicial que termina con ese famoso "Live from New York, it's Saturday night!" que da paso a la sintonía del show, y los late night suelen tenerlos también. Por lo menos, "Late, late show with Craig Ferguson" los aprovecha para sacar a pasear a sus marionetas, presentarle a la audiencia estadounidense a los daleks o montarse números musicales de toda clase y condición. Pocas veces guardan relación con el resto del programa, pero sí te permiten hacerte una idea de una de sus tónicas generales; su total imprevisibilidad.

29 noviembre 2010

De Invernalia al teatro Kodak

1.- Hace ya bastante tiempo comentamos que el buzz interneteril es un arma de doble filo. Que las redes sociales y los blogs bullan de expectación y comentarios sobre determinada obra no garantiza que vaya a tener éxito después. Y los dioses de Kobol saben que no hace falta más un trailer de un minuto para lanzar la bola de nieve del buzz hasta la estratosfera. Una vez estrenada "The Walking Dead", la serie que se encuentra ahora en esa tesitura es "Game of thrones", la esperadísima adaptación de la HBO de la saga fantástica (en todos los sentidos) escrita por George R.R. Martin. La fecha de estreno aún no se conoce, aunque se sabe que será en el primer trimestre del año que viene, pero la cadena ya ha lanzado unas pocas fotos y el mencionado trailer de un minuto (que podéis ver aquí, junto con una interesante reflexión sobre el fandom de la saga). Si no se puede juzgar una serie entera por su piloto, mucho menos por un trailer, pero he de decir que, al menos, luce bastante bien y que mi curiosidad por el proyecto se mantiene intacta. Pero retengamos nuestros juicios hasta que hayamos visto, al menos, el primer episodio.

2.- La comidilla cinéfila de esta tarde (aparte de recordar a los recientemente fallecidos Leslie Nielsen e Irvin Kershner) ha sido la elección de James Franco y Anne Hathaway como presentadores de la próxima gala de entrega de los Oscars, que se celebrará el próximo 27 de febrero. La Academia explica su decisión diciendo que representan "la nueva generación de iconos de Hollywood: frescos, excitantes y con múltiples talentos", y hay quien señala que parece continuar la tendencia de buscar actores que se desenvuelven bien en la comedia (como Alec Baldwin y Steve Martin, o el añorado Hugh Jackman, y hasta Whoopi Goldberg) antes que cómicos tipo Chris Rock, Jon Stewart o David Letterman (que en las ceremonias de los Oscars es casi como Voldemort, el que no debe ser nombrado). Franco y Hathaway son, desde luego, unas elecciones que nadie se esperaba, y con las que es casi imposible aventurar cómo puede ser el show. Sí, los dos han presentado con mucho éxito "Saturday Night Live", pero no sé si eso cuenta como experiencia previa. Lo que sí puede ocurrir es que ambos acaben también nominados (por "127 hours" y "Love & other drugs"), y eso puede deparar más de una situación interesante.

3.- Dentro del departamento de noticias curiosas, figura una de las series que la productora de Eva Longoria está desarrollando. Se trata de "Sendera", algo así como un culebrón sobre la rivalidad de dos ricas familias en la frontera entre Estados Unidos y México, con lo que es de suponer que cada una estará a un lado del río Grande. Lo curioso de verdad es que Kathryn Morris, protagonista de "Caso abierto", está también desarrollando la serie junto con la productora de Longoria y no sería raro que entrara en el reparto. Lo dicho, curioso.

4.- Ya que hemos mencionado antes la muerte de Irvin Kershner, ya es casualidad que haya ocurrido el año en el que "El Imperio contraataca" alcanza su 30º aniversario, celebrado con un libro sobre su realización (del que aquí se recogen algunos momentos escogidos). George Lucas lo escogió para dirigir la continuación de "La guerra de las galaxias" porque él quería dedicarse a producir, una tarea que le absorbía casi todo su tiempo, y conocía bien a Kershner por haber sido su profesor en la Universidad del Sur de California y por haber apoyado el estreno de su debut, "THX-1130". Era el tipo de director hollywoodiense al que se suele llamar un "artesano", un tipo profesional que conocía perfectamente su oficio. O, como le dijo Lucas, que sabía cómo funcionaba Hollywood sin ser del todo parte de Hollywood. En su honor, el tema de Han Solo y Leia de la banda sonora de la película.

P.D.: En cuanto a Leslie Nielsen, era el rey de la comedia absurda hecha con total seriedad, pero la película suya que de verdad merece la pena es "Planeta prohibido".

28 noviembre 2010

10 dúos de 2010

De dos en dos como los Donuts. Y no es necesario que haya tensión sexual de ningún tipo para que en algunas series se formen parejas que resultan a veces más entretenidas de ver que el resto del show, y que pueden convertirse fácilmente en una de las principales razones para volver semana a semana. A lo largo de este año, ha habido unas cuantas que me han hecho pasar algunos de los mejores ratos televisivos de estos meses. No todas son románticas; de hecho, yo diría que son las menos, y aunque serán más típicas que las de hace dos años, eso no quiere decir que no merezcan un pequeño reconocimiento por haber sido muy divertidas o interesantes, o por tener entre ellos una historia que convierte cualquier interacción entre ellos en algo que no hay que perderse.

- Matt Devlin y Ron Brooks ("Law & Order UK")

Estos dos policías londinenses de la franquicia británica de "Ley y orden" podrían protagonizar su propia serie sin problema. Teóricamente, siguen el cliché del joven aún idealista y el veterano que las ha visto de todos los colores, pero consiguen funcionar como un equipo y mostrar, en una sola escena, cómo de estrecha es su colaboración laboral. Y hasta pueden ser bastante divertidos.

- Sam Axe y Fiona Glennane ("Burn notice")

Como a estos dos peculiares "justicieros" ya les dediqué una entrada para ellos solos hace poco, no voy a añadir más, excepto que nunca me canso de ver a sus alter ego Chuck Finley y cualquier rica tonta que Fi se saque de la manga.

- Liz Lemon y Jack Donaghy ("30 Rock")

Cuando las cosas en "30 Rock" se salen de madre, volver a centrarlo todo en la relación de mentoría-amistad-extraña codependencia de Liz y Jack siempre las devuelve a su cauce. Sólo verlos en la foto, cada uno en su ventana de las miradas reflexivas, ya es una muestra de porqué funcionan tan bien juntos. No hace falta explicarlo en más palabras.

- Eric y Tami Taylor ("Friday Night Lights")

Hay que ver cómo una serie que empezaba pareciendo más centrada en los jóvenes ha terminado girando alrededor de este matrimonio, que es una roca que resiste todos los embates (incluso los de la temporada que nunca existió). La serie está llegando a su fin, y lo que yo más echaré de menos será verlos discutir o comunicarse casi sin hablar, y hasta hacer algún que otro chiste. Ver a Eric diciendo que ellos no eran de jóvenes como los alumnos de East Dillon, y la cara de Tami como respuesta, fue uno de sus momentos más divertidos.

- Kalinda Sharma y Alicia Florrick ("The good wife")

Cualquier caso que implique que estas dos tengan que trabajar juntas siempre deja buenos momentos porque han llegado a establecer un modo de pensar entre ellas que les permite saber qué está pasando antes de que haya que explicarlo. En esta temporada, además, será interesante ver cómo lidian con todo el desastre que está avanzando en su dirección a toda velocidad. La confianza y el apoyo que siempre se dan, sin tener que ofrecer demasiadas explicaciones, seguro que acabarán puestos a prueba.

- El Doctor y Amy Pond ("Doctor Who")

La relación entre el Undécimo Doctor y su acompañante es una de las más complejas de la recuperación de esta veteranísima serie. Han jugado con la atracción sexual, la curiosidad intelectual, el rollo Batman-Robin, las memorias infantiles y las obsesiones tipo fan, y han creado un dúo divertido y muy vivo. Ahora que Amy ya sabe de qué va esto de viajar con el Doctor a través del tiempo y hasta los confines del Universo, veremos qué nueva capa se añade a su relación.

- Walter Bishop y Olivia Dunham ("Fringe")

Que experimenten contigo cuando eras una niña no puede hacer que quieras especialmente a quienes dirigían esos experimentos. Sin embargo, la relación entre Walter y Olivia, sin haber sido demasiado explorada a fondo (estos dos siempre se mueven más con relación a Peter que entre ellos) va más allá de eso, aunque siempre está ahí, latiendo bajo la superficie. Walter se preocupa por ella casi como si fuera hija suya, y está claro que Olivia no es capaz de odiar a ese hombre torturado por lo que hizo en el pasado.

- Gloria Delgado-Pritchett y Manny Delgado ("Modern family")

Si hay un dúo infalible en "Modern family", ese es el combo formado por esta madre y su hijo. Él fue la revelación de la primera temporada, con esa actitud de un señor de 50 años encerrada en el cuerpo de un crío de 11 años, y en la segunda temporada es ella la que está robando limpiamente el show. Y no necesita para ello una pistola de aire comprimido.

- John Luther y Alice Morgan ("Luther")

Uno puede tener sus reticencias con la serie en conjunto, pero muy pocas de ellas se refieren a esa extraña relación entre el policía siempre al borde del abismo y la inteligente y misteriosa (y peligrosa) Alice. ¿Quién utiliza a quién? ¿Hay algo más aparte de curiosidad intelectual? ¿Se parecen entre sí más de lo que uno podría imaginarse, o justo son sus diferencias los que los hacen interesantes? Lo seguro es que se convierten en la mejor razón para darle una oportunidad a la serie.

- Rachel Berry y Kurt Hummel ("Glee")

Esto es más un deseo para el año que viene que otra cosa, que puede hacerse realidad sin dificultad conociendo la locura y el sinsentido de tramas que se traen en "Glee". Porque es muy cierto que Rachel y Kurt se parecen mucho entre sí, y están pidiendo una trama compartida a gritos, aparte de diva offs y homenajes a Barbra Streisand y Judy Garland.

Música de la semana: Después de ver "Rumores y mentiras", y cierto número musical que se marcan al final, la elección hoy va a ser un clásico como "Knock on wood", del que se han hecho multitud de versiones. La original, sin embargo, es de Eddie Floyd.

27 noviembre 2010

Dame una A

Creo que fue la revista "Empire" la que hacía hace un par de meses una curiosa línea temporal de películas de instituto, intentando establecer algo así como un patrón. Empezaba en 1995 y "Fuera de onda", que se inspiraba en "Emma" y lanzó brevemente al estrellato a Alicia Silverstone. Cuatro años más tarde (1999) llegaba "10 razones para odiarte", basada libremente en "La fierecilla domada", que hizo famosos sobre todo a Heath Ledger y a Julia Stiles. En 2004, siete años después, "Chicas malas" confirmaba en su trono a Lindsay Lohan (sólo para verla caer) y, seis años más tarde, otra pelirroja de voz grave se hace conocida gracias a una comedia de instituto menos convencional; Emma Stone en "Rumores y mentiras", inspirada también por un clásico literario (en este caso, "La letra escarlata").

Un patrón claro no hay en esa línea, pero lo que une a todas esas cintas es que son comedias juveniles de instituto que intentan darle una vuelta de tuerca al género o salirse un poco de sus márgenes. En el caso de "Rumores y mentiras", es más la sensación de que la película no se toma a sí misma demasiado en serio y que sólo quiere divertirse y hacernos pasar un buen rato, además de inspirarse en todas las comedias adolescentes que John Hughes dirigió en los 80 y homenajearlas explícitamente. Aunque el título español es muy claro, porque todo el conflicto central se monta por las ganas de una chica normal de ser popular y de sentirse un poco más integrada en el instituto, lo que lleva a una cadena de rumores a cada cual más loco, el título original de "Easy A" le da como una capa más, jugando con la A de adulterio que tiene que llevar la protagonista de "La letra escarlata", la calificación A (que es algo así como un sobresaliente), y el adjetivo "fácil", que lo mismo hace referencia a lo sencillo que es destruir una reputación como a que Olive termina adquiriendo imagen de chica fácil, y sin que ella tenga que esforzarse demasiado por ello.

Las películas de instituto no tienen que ser profundas ni diseccionar nuestra sociedad para estar bien. Con que sean coherentes con su propuesta, no nos tomen por idiotas y tengan unos personajes bien definidos y un reparto competente al frente, ya es suficiente. Y lo cierto es que "Rumores y mentiras" lo tiene. Sólo por ver a Emma Stone repartiendo ironías ya merece la pena echarle un vistazo, y si luego sus padres son unos geniales (aunque poco aprovechados) Stanley Tucci y Patricia Clarkson, qué más podemos pedir. Es realmente divertida y lleva bastante bien el inevitable giro que debe llevar al inevitable final feliz, y está llena de referencias por todas partes (y de un montón de caras conocidas por la televisión). Incluso suena en un momento de fondo una versión de "Let's get together", de "Tú a Boston y yo a California".

Podríamos lanzarnos aquí a una disertación sobre nuestra imagen pública, lo fácil que es creer un rumor aunque no revista ni el más mínimo signo de veracidad, lo todavía más fácil que es tergiversarlo conforme se cuenta a más gente, el poder de las apariencias entre los adolescentes, bla, bla, bla. Lo que importa de verdad es que pasas un buen rato.

25 noviembre 2010

Cry me a river

¿Quién no ha llorado alguna vez viendo una película, o una serie? O, por lo menos, se ha emocionado hasta tal punto, que le da un poco de vergüenza que alguien pueda verlo en ese estado por una escena en un capítulo de televisión. Pero a veces no podemos remediarlo. Y desde "Day Zero" nos proponen que, si nos atrevemos, reconozcamos aquí cinco series con las que hemos llorado o nos han dejado emocionalmente para el arrastre. Creo que esta lista será de cinco más un bonus que, si te pilló en su momento en la edad adecuada, tenía la capacidad de traumatizarte de por vida. Y no, no es la muerte de Chanquete en "Verano azul".

5.- The Walking Dead: Perdonad que empiece con esta trampa tan flagrante porque, al fin y al cabo, prácticamente se acaba de estrenar, pero pocos finales de capítulo he visto tan devastadores como el del 4º episodio de esta serie. No tanto por todo lo que pasa de repente, como por la reacción de uno de los personajes, que además se nos muestra en un plano corto bastante más largo de lo que podríamos esperar, o de lo que yo esperaba. Ahora que lo pienso, más que de llorar, es de dejarte hundido.

4.- Torchwood: Ya sabemos que, cuando se pone, Russell T. Davies puede darnos unos hachazos emocionales que ríete tú de Shonda Rhimes y sus finales de temporada en "Anatomía de Grey". Es cierto que, en la tercera temporada, hay una muerte que duele especialmente, pero es el final de la segunda el que de verdad tiene la capacidad de dejarnos los ojos anegados en lágrimas. Esa conversación entre esos dos personajes... Y, encima, veníamos de un capítulo tan sombrío como "Adrift" para dejarnos aún más tocados.

3.- Urgencias: No sé si esto puede considerarse un spoiler, dados todos los años que han pasado desde su emisión original, pero ahí lo dejo por si acaso. A los que habéis visto al menos hasta su novena temporada, os tengo que preguntar una cosa. ¿Cuántos lograsteis no llorar cuando muere el doctor Mark Greene? Mira que los médicos del County General sufrieron penalidades y, en las últimas temporadas, aquello parecía el rosario de la aurora, pero lo de Greene fue especialmente duro.

2.- Friday Night Lights: Ésta es otra serie en la que a muchos de sus personajes parece que los haya mirado un tuerto, pero se las apaña para que el tema no se deslice hacia la explotación de desgracias. En las cuatro primeras temporadas, Matt Saracen afronta con mayor o menor dignidad todos los obstáculos que le van surgiendo, y le surgen unos cuantos, hasta que llega uno que sí es superior a sus fuerzas. El momento más emocionante, para mí, no es "The son", el estupendo episodio que lidia con ese obstáculo, sino el final del anterior, cuando descubrimos lo que pasa antes de que nadie tenga que decirlo.

1.- Battlestar Galactica: La sorpresa de que el final de "Perdidos" lograra emocionarme me reconcilió con su sexta temporada y con algunos de sus personajes, pero no es nada comparable al final de esta serie y, muy especialmente, el destino de Roslin. Las sucesivas despedidas entre algunos personajes, la música, el último plano de Adama...

Bonus: Todo esto, de todos modos, se queda corto ante el final de "David, el gnomo". En mi descargo, diré que aún ni había cumplido los 10 años, pero reto a cualquiera que lo viera siendo niño a que diga que no se le escaparon unas lagrimillas. Ni con la muerte de la madre de "Bambi".

P.D.: Por cierto, que el título de la entrada no es debido a cierta canción de Justin Timberlake, sino a un standard de jazz muy popular. Igual alguno lo recordais, en la versión de Julie London, de esta escena de "V de Vendetta".

24 noviembre 2010

Canceladas, pero no olvidadas

Cuando se supo que AMC cancelaba finalmente "Rubicon", me sorprendió la cantidad de gente que preguntaba exactamente lo mismo: si está cancelada, aunque todos la recomendéis y tenga curiosidad, ¿merece la pena verla? ¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra? Más allá de aseguraros si la serie se queda abierta en plan cliffhanger o tiene un cierre que puede considerarse como tal, no termino de entender que una serie, por estar cancelada, ya no merezca una oportunidad de visionado.

Las hay que hasta pueden ser interesantes sin haber pasado del piloto, como "Virtuality", aquella ambiciosa serie de ciencia ficción que Ron Moore y Michael Taylor crearon para Fox y que nunca tuvo la posibilidad de producir más que un episodio. Y no hay más que fijarse en la cantidad de fans, muchos a posteriori, que tiene "Firefly" a pesar de que sólo se emitieron 11 de los 14 episodios rodados. Como bien recuerdan en esta entrada, la calidad por sí sola no es suficiente para mantener en antena una serie que no funciona en audiencia, por lo que algunos de estos títulos de corta existencia tienen en ocasiones el suficiente interés para que gocen de una segunda vida después de su muerte en directo.

Si "Terriers" no es renovada por FX, no quiere decir que no sea un buen producto, sino que no ha conseguido encontrar su público, pero seguirá mereciendo que le echemos un vistazo. The CW pudo cancelar "Verónica Mars" al cabo de tres temporadas, pero no por eso dejamos de recomendarla. O "Popular", liquidada al cabo de sólo dos entregas, o hasta "Arrested Development", a la que haber sido cancelada no le impide figurar siempre en las listas de las mejores comedias de la década. Es cierto que ver ahora "Reunión" puede ser una tortura psicológica porque fue cercenada al cabo de sólo nueve capítulos, lo que es fatal para una serie con un misterio central a resolver durante toda la temporada, pero si nos pica la curiosidad, ¿por qué no darle una oportunidad? Ya vamos avisados de que fue cancelada de mala manera y, por tanto, podemos quedarnos a medias en muchos aspectos, pero no creo que sea un obstáculo para que las condenemos al ostracismo. ¿Qué pasaría si (Dios no lo quiera) "Fringe" no fuera renovada por una cuarta temporada? ¿No se la recomendaríais a nadie? Yo sé que sí, aunque acabara en un cliffhanger que ni el final de "El Imperio contraataca". Justo en estos casos, el final es lo que menos importa.

23 noviembre 2010

Un trabajo para Sam y Fiona

En las series de acción con un protagonista en plan héroe, que se dedica a desfacer entuertos por ahí, sus amigos y sidekicks son casi tan importantes como él. A veces no pasan de poner el toque cómico y, si son mujeres, apenas hacen algo más que lucir palmito, pero en ocasiones esas series se acuerdan de ellos y se preocupan por desarrollarlos y concederles de verdad la importancia que tienen para el héroe, hasta que el punto que la serie acaba teniendo tres o cuatro protagonistas casi en el mismo nivel de relevancia. Afortunadamente, en "Burn notice" se dieron cuenta con relativa rapidez de que los secundarios que se movían alrededor de Michael podían dar mucho más juego aparte de mostrar otras aristas de su personalidad, y en parte, el salto adelante que la serie dio en su segunda temporada se debió a que Sam y, sobre todo, Fiona adquirieron más peso como entes independientes de Michael.

¿Qué es lo que sabemos en un principio de ellos? Sam es un ex militar de las Fuerzas Especiales (fue un SEAL de la Marina), con contactos en diversas agencias de inteligencia, que espía a Michael para el FBI. Fiona es una ex terrorista del IRA que, además, es ex novia de Michael, al que conoció mientras él estaba realizando una misión infiltrado en Irlanda. Cuando empieza la serie, ellos y su madre son las únicas personas en las que Michael puede confiar en Miami, y no está muy convencido de que de verdad pueda hacerlo. Lógicamente, conforme pasan los episodios, las explosiones, los espías malvados que intentan matarlo y los "clientes" a los que ayudan a salir de situaciones complicadas, Michael se da cuenta de que, al final, lo que se ha formado entre los cuatro es una especie de familia adoptiva.

En las dos últimas temporadas, no obstante, mientras la mitología alrededor de la orden de despido de Michael se hacía más complicada, hasta el punto de que empieza a interesarme muy poco, Sam y Fiona han ido trabajando más juntos y se han revelado como una pareja sumamente efectiva y muy divertida. La dinámica entre Bruce Campbell y Gabrielle Anwar tardó en ser explotada, y ahora los guionistas no pierden la oportunidad de utilizarlos infiltrados como una millonaria ociosa y su amante cazafortunas, o como agentes muy serios y eficientes de alguna empresa de seguridad. Se las arreglan para aderezar esos trabajos conjuntos con pullitas entre ellos, sarcasmos y un lenguaje corporal muy divertido sin necesidad de ser exagerado. Además, ya sólo resulta gracioso ver los 1,85 m. de Campbell al lado del 1,60 y la delgadez de Anwar. Y son insuperables logrando que diálogos sobre qué armas llevar a una cita con un matón resulten humorísticos.

22 noviembre 2010

Nostalgia de "Lo + Plus"

No pensaba dedicar más esfuerzo a la polémica que ha surgido este fin de semana alrededor de "El hormiguero" que el que le dedico comentando el asunto por Twitter, pero parece que no termina de agotarse. Para quienes no hayáis estado al tanto, resumamos. Hace unos meses, Jesse Eisenberg, Justin Timberlake y Andrew Garfield fueron a "El hormiguero" como parte de la promoción del estreno de "La red social" en España. En Internet, a este programa de Cuatro, presentado por Pablo Motos, es habitual que le lluevan todo tipo de críticas por sus entrevistas a los invitados, sobre todo extranjeros, siendo lo más suave que se les dice que dichas entrevistas dan vergüenza ajena. No hace falta remontarse a la primera que hicieron, la de Matt Dallas cuando Cuatro aún emitía "Kyle XY", porque por la de Jorge García recibieron casi más palos.

El caso es que, quien viera la aparición de Timberlake, Eisenberg y Garfield en el show, se daría cuenta por sus caras de que no sabían qué demonios estaba pasando allí ni qué se suponía qué pintaban ellos, aparte de dedicar dos minutos a hablar sobre la película y estar luego de fondo de la sucesión a toda velocidad de los trucos de magia, los experimentos del Quimicefa y las bromas de sal gorda que suelen llenar gran parte del programa. Ninguno de sus colaboradores habla inglés, así que los tres dependían de la traducción simultánea para enterarse de algo, y estaba claro que todo iba demasiado rápido para que les diera tiempo a ello. Pasaron las semanas, "El hormiguero" recibió nuevos invitados y los tres actores continuaron haciendo promoción, y no se habló más del tema. Hasta que Jesse Eisenberg pasó por el nuevo programa de Conan O'Brien creo que la semana pasada y comentó que la experiencia de "El hormiguero" no había sido lo que se dice placentera. Y, como dirían en "Sobrenatural", all hell broke loose (los del programa han publicado una carta de respuesta a todo este jaleo).

El caso es que a mí no me parece que sea para tanto. Lo que se da aquí es un cúmulo de circunstancias que a veces resultan bien y otras, no. Tenemos un programa como "El hormiguero", que no es de entrevistas (sino de otra cosa que yo no soy capaz de definir), haciéndolas a actores de Hollywood que están de gira mundial promocionando sus películas. Es casi el único programa en prime time con hueco para esas labores, por lo que supongo que es la razón de que sigan con esas entrevistas. Dichos actores, en esas giras, van muchas veces a programas de los que no tienen ni idea de qué van ni han oído hablar de ellos en su vida, y en los que a veces se dan situaciones peculiares cuanto menos. Si en el programa en cuestión hay una importante barrera idiomática que la traducción simultánea no es suficiente para subsanar, se está abonando el terreno para el desastre. Luego, no es nada raro que esos actores, cuando participan en los late night de su país al regresar de la gira, vayan contando las peripecias que vivieron en ese tour, aderezadas con el mismo tono jocoso que preside "El hormiguero".

El resultado de todo esto es hacer que eche de menos "Lo + Plus", aquel espacio que sí era de entrevistas (sobre todo en los primeros años de su emisión, en abierto, en Canal+) y que recibía a no pocos de esos actores, escritores, cantantes, diseñadores de moda o lo que se os ocurra que andaban promocionando sus últimas obras cual Phileas Fogg en "La vuelta al mundo en 80 días". La diferencia que tenía ese programa es que a los invitados los dejaban hablar, incluso a pesar de todas las tonterías que hacían (que podían ser muchas) y de que a veces las bromas de Máximo Pradera a costa de la seriedad de Fernando Schwartz empezaban a volverse cansinas. Pero claro, este tipo de programas ya no están prime time, o a las 20, que fue el horario original de "Lo + Plus". Y quizás "Buenafuente" sea mucho más adecuado, pero es a la 1 de la madrugada.

21 noviembre 2010

Reflexiones semanales

1.- Los videojuegos, los cómics, las series de televisión (las sitcom, más concretamente), la música, la rapidez del mundo de Internet... "Scott Pilgrim contra el mundo" va dirigida a un sector de público muy concreto, uno que se pasó muchas tardes jugando al "Street Fighter" en los salones recreativos, que sabe tararear la musiquita de "Super Mario Bros." y en el que el modo en el que ven su vida está muy influenciado por la cultura pop en todas sus vertientes. Quizás ahí esté la clave de su fracaso en taquilla en Estados Unidos, aunque yo creo más bien que, como ocurrió con "Kick-Ass", se pensó que un cómic de culto, pero no masivo, podía convertirse un taquillazo, y no es así. Seguramente, toda su audiencia fue a verla, pero a los demás probablemente les pareció una tontería sólo con ver el póster. Es una pena, porque es una de las películas más entretenidas y divertidas del año. Con un montaje acelerado, muchísimos guiños al cómic original y un reparto muy bien elegido, mezcla todas las referencias arriba citadas para elevar como héroe de acción a un tipo tan poco probable, a priori, como Michael Cera. Pero es muy probable que su público no pueda ser más que el que es.

2.- El otro día, hablando sobre el estreno de la primera parte de "Harry Potter y las reliquias de la muerte", comentaba que me había quedado en la quinta película y ya no había pasado de ahí. Sin embargo, como pretendo ver algún día (o mes) de éstos el principio del final, he terminado viendo "Harry Potter y el príncipe mestizo", que la verdad es que desaprovecha algunas de las tramas más interesantes para quedarse en un punto extraño que no va a ninguna parte. Que la relación de Ron y Hermione es complicada lo muestran Rupert Grint y Emma Watson sólo mirándose, no necesitan media película, y del apartado Harry y Ginny mejor no decimos nada porque en los libros tampoco me convenció nunca. Por continuar incluyendo partidos de quidditch, se pierde la ocasión de aprovechar mejor la trama del Príncipe Mestizo y su influencia en Harry y tampoco termina de transmitirse bien la sensación de que el mundo de Harry está a punto de destruirse por completo. Eso sí, la Bellatrix Lestrange de Helena Bonham-Carter está deliciosamente loca total. Otro aspecto que la saga de películas nunca ha terminado de tratar es el de los "sangre sucia", los magos cuyos padres son muggles, como la propia Hermione. Espero que en la última no se olviden de ello, aunque no tendrá tanta fuerza como si hubiera sido algo recurrente desde la tercera película, que es cuando empieza a mencionarse.

3.- No hace mucho, "Crítico en serie" recordaba la larga influencia que "Expediente X" ha tenido en algunas de las series actualmente en parrilla. Ya hablamos hace tiempo de cómo se notaba eso en "Fringe" (que sí, que también es muy "Alias") y en "Bones", y los homenajes a la serie de Chris Carter no paran de sucederse, a veces en los sitios más insospechados. O no tanto (como el de los créditos de "Sobrenatural"). En "Castle", Rob Bowman, que fue uno de los directores más prolíficos de "Expediente X", es uno de sus productores ejecutivos (tienen también a Bill Roe, uno de sus directores de fotografía), y no es extraño que de vez en cuando cuelen alguna referencia o recuperen a algún actor de entonces, como Mitch Pileggi. Esta semana, sin embargo, han ido un paso más allá al dedicar todo un capítulo a una supuesta abducción extraterrestre que parecía una continuación de "José Chung's From outer space", uno de los capítulos paródicos más divertidos de "Expediente X". Estaba Lyle Lovett haciendo de "hombre de negro", Castle y Beckett adoptan los papeles de Mulder y Scully e incluso los "abducen", y Nathan Fillion no sólo silba la sintonía de "Expediente X", sino que también habla chino como en "Firefly".

4.- No es ninguna sorpresa si os digo que, en esta segunda temporada de "Modern family", Gloria se ha convertido en mi favorita, y ya no sólo por sus mezclas de inglés y español. Verla con la pistola esta semana ha sido uno de los mejores puntos de la temporada, superando su disfraz de "village bruja" de Halloween.

Música de la semana: La banda sonora de "Scott Pilgrim contra el mundo" es realmente curiosa. Además de las canciones que Beck escribió para los Sex Bob-Omb, está una de Metric que en la cinta tocan los Clash at the Demonhead, los archi-rivales de Scott, con la voz de Brie Larson (que sí, además de salir en "United States of Tara" ha sacado ya varios EPs y singles). Esa canción es "Black sheep".

20 noviembre 2010

Los viernes paralelos

Desde hace unos meses, Fox sabe que se encuentra en una encrucijada. En primavera, se anunció que Simon Cowell abandonaría "American Idol" esta temporada para lanzar, en otoño, la versión estadounidense de "X Factor", y las audiencias del concurso musical la pasada midseason experimentaron un descenso que, aunque continuaron dándole a Fox el liderazgo los martes y los miércoles, las situaron en unos niveles más terrenales y menos "Estrella de la Muerte". Por otro lado, de golpe se han encontrado con que los martes (que es el primer día de la semana que suele emitirse "American Idol") ya tienen un ocupante que funciona perfectamente sin necesidad de ninguna ayuda, como es "Glee", y que los movimientos que hizo la CBS en verano le han funcionado a la perfección. Además, los dos nuevos jueces del concurso son Jennifer López y Steven Tyler, que en teoría deberían compensar con su famosez el tirón de las borderías de Cowell, así que Fox ha vuelto a hacer de las suyas y ha presentado un calendario de midseason que vuelve a revolucionar toda su parrilla.

El principal cambio es, para no estorbar a "Glee", cambiar "American Idol" de su esquema martes-miércoles a miércoles-jueves, un movimiento con el que han coqueteado alguna que otra vez. Los jueves, además, se emitiría a las 8, con lo que el reinado de "The Big Bang theory" y "S*#! my dad says" se ve seriamente amenazado (ése es seguramente el objetivo de Fox). Pero esto tiene un daño colateral evidente y con consecuencias potencialmente desastrosas, que es la mudanza de "Fringe" al tan temido viernes. En las dos últimas temporadas, las cadenas han intentado demostrar que esa noche de la semana les importa más allá que para dejan languidecer series al borde de la cancelación. La CBS estrenó este año "Blue Bloods", por ejemplo, y originalmente, era el horario en el que la ABC iba a situar "Body of proof". Sin embargo, la realidad acabó imponiéndose. Lo único que Fox tiene ese día es "The good guys" y, al igual que "Running Wilde", ni siquiera tiene hueco en el nuevo calendario.

Lógicamente, este destierro al "cementerio" no es precisamente un buen augurio pero, como ocurrió cuando se estrenó "Dollhouse", siempre se le puede buscar el lado positivo (que es lo que hago yo cuando a las series que me gustan les pasan estas cosas). Por un lado, el listón está muy, muy bajo. "The good guys" tuvo la semana pasada menos de tres millones de espectadores y 0,2/2 en las demográficas, mientras los datos de "Fringe" estuvieron por debajo de los cinco millones y creo que 1,9/4. La clave para sobrevivir es mantenerlos. Además, es una de las series más grabadas y vistas en diferido y parece que, sólo por eso, en la cadena aún estarían dispuestos a darle el beneficio de la duda. "Fringe" se muda allí en la tercera temporada y no en la segunda, como "The Sarah Connor chronicles", o como "Dollhouse" que se estrenó allí y, aun así, logró una segunda temporada que hasta pilló con el paso cambiado a Joss Whedon.

Si seguimos buscando el lado optimista, hace dos temporadas, The CW desplazó al viernes a "Smallville" con la idea de dejarla apagarse lentamente y cancelarla, pero sus audiencias se recuperaron y acabó teniendo una décima temporada que, esta vez sí, será la última, y que parece que sigue funcionando bien. "Fringe" es menos escapista que "Supernatural" (que será su competencia directa), pero tiene tras de sí mayor apoyo crítico. No lo va a tener fácil, pero quizá el viernes pueda ser su salvación. Crucemos los dedos y esperemos que Walternate tenga un plan.

19 noviembre 2010

Bestias y ladrones

Después de ver "The Town", es raro que no se escuche a la salida del cine la opinión de que Ben Affleck debería dedicarse a dirigir, porque se le da mucho mejor que actuar. Las pinceladas que mostró en "Adiós, pequeña, adiós" se confirman en esta historia de ladrones de bancos que no puede evitar recordar en algunos momentos a "Heat", pero más ligera. Tiene tensión, escenas de acción muy bien orquestadas y las hechuras de una película para el gran público bien hecha, entretenida y que no nos toma por tontos, aunque las críticas que se le hacen de que igual no es demasiado memorable pueden no ir tan desencaminadas.

Tal vez que Affleck se reserve el papel protagonista de ese atracador que se enamora de quien no debe, aunque está bastante correcto, le reste un poco de fuerza al conjunto, más teniendo a Jeremy Renner en uno de esos papeles de chiflado que se le dan tan bien. Pero resulta interesante ver a esos agentes del FBI sin escrúpulos y ese código de honor entre ladrones instalado entre la gente de Charlestown, el barrio en el que robar bancos es un trabajo que pasa de padres a hijos. No es especialmente original, pero cuenta muy bien lo que quiere contar. Su faceta de director es la mejor resurrección para un Affleck que, como actor, quizás nunca estuvo mejor que en "Persiguiendo a Amy".

Este fin de semana, aprovechando su reedición en DVD y Blu-Ray y que el año que viene celebra su 20º aniversario, se reestrena en cines (en el omnipresente 3D) "La bella y la Bestia", la primera película que logró estar nominada al Oscar a la mejor película (en 1992), y probablemente una de las mejores, sino la mejor, de las que han salido de los estudios de Walt Disney. Contaba con un dibujo limpio, clásico y muy efectivo y una banda sonora (de Alan Menken y Howard Ashman) que complementaba y mejoraba las imágenes en el estilo de los musicales más clásicos de Hollywood. Además, se permitió lo que entonces era el principio de una pequeña revolución, que era incluir una secuencia animada por ordenador.

Aquellas tomas del salón en el que bailan Bella y la Bestia empezaron a cambiar el modo en el que se rodaban las cintas de animación. La técnica luego mejoraría mucho, evidentemente, y en algunos casos hay quien ha permitido que sea más importante que la historia o la emoción ("Final Fantasy", estoy mirándote a ti). "La bella y la Bestia" es modélica en su clasicismo formal y en la historia, poblada de personajes perfectamente trazados y vivos, si me permitís la expresión, desde la primera vez que aparecen en pantalla. Es un cuento y una historia de amor pero que no pasa la línea del sentimentalismo fácil. En realidad, es también un poco un ejemplo de un tipo de películas que ya no se hacen más.

17 noviembre 2010

A las 10 de la noche

En "The Daily Beast" tienen hoy una interesante entrevista a Robert y Michelle King, creadores de "The good wife", que entre otras cosas comentan el tratamiento que están realizando esta temporada del sexo en la serie y cómo emitirse a las 10 de la noche les permite tocar ciertas temáticas que, en otro horario, no podrían tocar o que les costaría muchas discusiones con el departamento de Standards & Practices de la CBS. No quiere decir que los mandamientos de dicho departamento no obliguen a la serie a afrontar ciertos asuntos sólo insinuando, pero su horario le permite un poco más de libertad que si se emitiera a las 9.

A veces podemos no darnos cuenta, pero que un programa se vea a una hora determinada, y no a otra, marca bastante el tipo de programa que es. "Glee", por ejemplo, nunca iría a las 10 tal y como está desarrollada ahora y, del mismo modo, un drama muy característico de esa hora, como "Ley y orden: UVE", lo pasó mal al principio de su mudanza a las 9. En la última hora del prime time los dramas son teóricamente más complejos y afrontan de un modo más adulto los temas, además de que algunos se permiten ser un poco más gráficos o más intensos en algunos asuntos. La propia "Unidad de Víctimas Especiales" se marcaba unas historias bastante deprimentes que parece que no han rebajado tanto al adelantarse una hora, cosa que no puede decirse de "Medium". Creo que era "Crítico en Serie" el que decía que, aunque los sueños de Allison siguen siendo inquietantes, ya no pueden dar tan mal rollo a las 8 como lo hacían a las 10 (que era su horario en la NBC). Las pesadillas que pueden causar tramas como la del psicópata Charles Walker y, muy especialmente, su primera aparición, tienen su hábitat natural al final del prime time.

Cuando la temporada pasada la NBC experimentó colocando "The Jay Leno Show" a las 10, muchos se echaron las manos a la cabeza porque ese horario era sinónimo en la cadena de grandes series, de dramas que marcaron una época, sobre todo los jueves durante su mítica noche del "Must See TV", con ocupantes como "Canción triste de Hill Street", "La ley de Los Ángeles" y "Urgencias". En enero, la NBC va a volver a experimentar al ampliar su bloque de comedias a tres horas y entregar la franja de 10 a 11 a "30 Rock" y la novata "Outsourced" (en un movimiento que ha hecho felices a los fans de "Parks & Recreation" porque su tercera temporada se estrenará el 20 de enero justo después de "The Office"). La cadena no tiene casi nada que perder con este movimiento y, además, evita habladurías sobre el daño que puede hacerle a la audiencia de "30 Rock" renovándola ya para una sexta entrega. Hay un montón más de cambios en midseason y quién sabe si habrá más. Los jefazos de NBC Universal quieren dejar la casa un poco presentable antes de entregar las llaves a Comcast, y para eso la cadena tiene que levantar un poco la cabeza.

P.D.: Cómo pasa el tiempo, hoy este pequeño rincón bloguero cumple cinco años. Para celebrarlo, os agradezco a todos que sigáis por aquí y, de regalo, he aquí lo que la Wikipedia tiene que decir sobre lo que es un macguffin, o mcguffin.

16 noviembre 2010

Seriales

Si os defendéis con el inglés y aún no habéis escuchado ninguno de los podcasts que Maureen Ryan y Ryan McGee graban bajo el título "Talking TV with Ryan and Ryan", no sé a qué estáis esperando. Ya comentamos los que hacen periódicamente entrevistando a diferentes showrunners, pero también se atreven con otros más temáticos como el de la semana pasada, en el que analizan el estado de la serialización en televisión.

Debe ser uno de los debates más viejos, pero que nunca se agotan, del panorama televisivo. ¿Funcionan mejor las historias de casos autoconclusivos o las serializadas? ¿Es más fiel la audiencia de estas últimas? ¿Importa en ellas más la trama o los personajes? Hay que partir del punto de que, sólo por la continuidad en los personajes, todas las series tienen un componente de serialización, aunque sea ligero. "CSI" podrá ser autoconclusiva, pero está claro que la Sara de la 11ª temporada no es la misma que empezó la serie. En el podcast, Mo y Ryan ponen varios ejemplos de series con una trama continuada que no está repleta de misterios y giros de guión, que es lo que parece que es sinónimo de serialización ahora mismo; una de esas series es "Boardwalk Empire". Y no olvidemos que los seriales por antonomasia son los culebrones. ¿O no tiene un componente de continuidad toda la relación entre Meredith y Derek a lo largo de siete temporadas de "Anatomía de Grey"?

Lógicamente, al hablar de serialización nos referimos a cosas más tipo "24" o "Perdidos", y eso que la trama de la primera se reseteaba más o menos al principio de cada nueva temporada. Son títulos que se proponen contar una única historia a lo largo de las temporadas que vayan a estar en antena, casi siempre planteando interrogantes y misterios que se van resolviendo (o no) con el correr de los capítulos. Es un esquema que, teóricamente y según los ejecutivos de las cadenas, está reñido con las audiencias masivas, que prefieren las series que pueden seguir incluso perdiéndose capítulos aquí y allá, pero ejemplos como los dos anteriores prueban que siempre hay excepciones muy destacadas. Pero es que, ¿cómo saber cuál es la fórmula del éxito para una serie, una cualquiera, incluso un procedimental?

En buena lógica, una serie como "Perdidos" no debería haber pasado ni del parón navideño, pero lo hizo. Logró una conjunción entre trama, personajes, misterios e historias sueltas para la que no existe una única receta. Los dos Ryan recuerdan que la mitología puede descontrolarse muy fácilmente, como al final de "Alias", y que otras veces puede ser la salvación creativa de una serie, como le pasó a "Fringe". También recuerdan que, por muy atrayente que sea, no puede estar habitada por personajes sin carisma, porque al final no va a ninguna parte. Todas las series se animan a introducir pequeños elementos serializados dirigidos, sobre todo, a los fans más fieles (como la trama del asesinato del padre de Steve McGarrett en "Hawaii 5-0", o la caza de Red John en "El mentalista"), pero eso no garantiza automáticamente que vayan a ser mejores o a atraer a más espectadores. En realidad, no hay modo de saberlo.

15 noviembre 2010

Harry Potter y el punto final

En los libros, hace ya tres años que Harry Potter inició su camino hacia el atardecer, pero en el cine no empezará a hacerlo hasta este viernes, cuando se estrene en todo el mundo la primera parte de "Harry Potter y las reliquias de la muerte". Quienes han leído el libro saben de los baches de ritmo que tiene y que, muy probablemente, sufrirá también la cinta, pero por mi parte no puedo dejar de sentir cierta curiosidad por ver cómo se trasladará a la gran pantalla la última gran aventura de Harry, Ron y Hermione. Y todavía más porque, en parte, esta crítica de "The Guardian" hacia esta primera parte no deja de ser un punto de vista bastante válido sobre las últimas entregas de esta saga (la de "Empire" es un poco más benévola, pero no mucho, y preparaos para ver un buen montón de comparaciones con "El Señor de los Anillos" y el penoso camino de Frodo y Sam a través de Mordor).

Porque, de algún modo extraño y con una honrosa excepción, las películas de Harry Potter se empeñan en adaptar toda la trama de los libros, a veces con puntos y comas, pero se olvidan de darle un poco de humanidad al asunto. Las dos primeras se hacían eternas justo por ese afán de ser fiel (que otras adaptaciones literarias como "Watchmen" han demostrado que es una táctica destinada al fracaso), la cuarta se quedaba un poco en tierra de nadie, a pesar de que el Torneo de los Tres Magos tenía su aquél, y la quinta tenía que lidiar con el que creo yo que es el peor de todos libros de Potter y, encima, dejaba la sensación de que, aunque en las novelas se sentía de algún modo que los personajes habían ido creciendo con sus lectores, en las películas ese sentimiento brillaba por su ausencia (la sexta, directamente, no la he visto).

Quizás es que la sombra que arroja "Harry Potter y el prisionero de Azkaban" es, para mí, bastante alargada. En esto hay no poca controversia, pero es probablemente la mejor de todas las adaptaciones de los títulos de J.K. Rowling, una película que recoge el espíritu del libro y que consigue hacernos llegar de verdad las emociones de unos protagonistas que están dejando de ser unos niños. Tal vez es cierto que sólo si has leído el libro puedes de verdad apreciarla, pero lo que yo recuerdo es que no está tan preocupada por las grandes batallas y los grandes momentos y realmente se acuerda de que tiene unos personajes de carne y hueso lidiando esas batallas. Por la razón que sea, David Yates no parece que haya sido la opción más adecuada para manejar el tramo final de la saga, aunque muy probablemente podía parecerlo a priori. Siempre nos quedaremos con la duda de qué habría hecho Guillermo del Toro si hubiera aceptado dirigir alguna de las que le ofrecieron (no recuerdo si fue la sexta o ésta última).

Ah, y otra cosa hay que destacar de las versiones que se estrenan en España, y es que el doblaje es bastante terrible. Harry, Ron y Hermione se han quedado atascados en voces de niños que hace tiempo que no les pegan nada.

14 noviembre 2010

Una vuelta de tuerca

ALERTA SPOILERS: A los que aún os importe algo "Cómo conocí a vuestra madre", os informo que deberías dejar de leer si aún no habéis visto el episodio de la semana pasada, "Natural History".

Hay un truco que los guionistas de "Cómo conocí a vuestra madre" dominan con la misma maestría que si escribieran un capítulo de "24", y ése es jugar con nuestras expectativas y lo que creemos que va a pasar a continuación y subvertirlas en cuestión de 10 segundos. Te cuentan una historia que parece que va a ser sólo una trama secundaria, una excusa para sacarse de la manga unos cuantos chistes tontos, la intercalan con la principal en plan detalles simpáticos y de repente, cuando esa trama parece que va a solucionarse de un modo bastante convencional... ¡bum! Meten un giro inesperado y crucial para la historia continua de la temporada. Lo hicieron con el Robingate y la maniobra de distracción del segundo regreso de Robin Sparkles en la tercera temporada, y volvieron a hacerlo esta semana con el reto de Robin y Barney en el Museo de Historia Natural y cómo acaba llevando a que él conozca finalmente la identidad de su padre.

Dejando de lado discusiones sobre si se ha recuperado del bache de la quinta temporada o no, que son estériles y no tienen ya ningún sentido (yo creo que sí, otros muchos creen que no, por lo que seguramente deberían abandonarla), en lo que siempre han dado lecciones a otras sitcoms es en la narrativa que escogen para contar su historia, con una mitología más propia de una serie serializada y realizando todo tipo de saltos temporales, correcciones sobre la marcha y pequeños cliffhangers que pueden tardar temporadas en resolverse (los "more on that later" del Ted del futuro son tan clásicos como los "legen -wait for it- dary" de Barney). Alguna vez comentamos que, al elegir este modo de contar, arriesgan más que una comedia convencional y, de ese modo, son también más propensos al fracaso. En "Tuned In" decían que la línea entre la brillantez y el fracaso total es mucho más fina de lo que parece cuando se intenta buscar la grandeza en lugar de conformarse con una cómoda línea media.

Lo mejor de esa nueva vuelta de tuerca de "Cómo conocí a vuestra madre" es que involucra directamente a los que, muy probablemente, sean mis personajes favoritos de esta serie desde hace mucho, Robin y Barney. La química que despliegan entre ellos se aprovecha a fondo muy pocas veces, desafortunadamente incluso cuando estaban juntos, pero son infalibles cuando los guionistas se acuerdan de lo que tienen ahí. Con Robin, Barney deja ver pequeños retazos de su lado más humano, a la vez que ella resulta mucho más divertida e interesante cuando se dedica a superar los retos que él le pone. Han surgido voces por ahí de que la boda que vemos en el primer capítulo de la sexta temporada puede ser la de Robin y Barney (son los únicos a los que no vemos), pero no lo tengo yo tan claro.

Lo que sí es seguro que el Barney mujeriego y estrafalario que tan buenos momentos ha dejado funciona mejor en pequeñas dosis, y que Robin sólo necesita que le den un poco de cancha para demostrar que es uno de los secundarios de comedia que pasan más injustamente desapercibidos de la parrilla actual. La búsqueda del padre de Barney apunta a que va a dejar cosas interesantes, y aunque no estoy muy convencida de que de verdad éstos acaben en boda al final de la temporada, tampoco me extrañaría que volvieran a acercarse. Habrá que confiar en que esto sea legendario.

Música de la semana: Creo que fue este verano cuando Sky 1 emitió en el Reino Unido "Strike back", una serie basada en una novela de Chris Ryan, exmilitar reconvertido a autor de éxito, que sigue a un especial soldado de las Fuerzas Especiales que viaja a Irak para intentar rescatar a una periodista británica secuestrada por un grupo terrorista (me parece que Canal+ la está emitiendo ahora bajo el título "Contraataque"). Sólo he visto el primer episodio, y apunta a ser entretenida, pero lo más curioso es la cantidad de caras conocidas que hay en el reparto. Está Richard Armitage, cambiando los papeles de época por los fusiles de asalto; está Andrew Lincoln, que aquí no tiene que esconder su acento como en "The Walking Dead"; están dos de las protagonistas de "Mistresses", Orla Brady (que sí, es la madre de Peter Bishop en "Fringe") y Shelley Conn; está Colin Salmon, ineludible últimamente en casi cualquier serie británica, y está Jodhi May, a la que a lo mejor recordáis como la hermana de Madeleine Stowe en "El último mohicano" y que el año pasado participó en "Emma". En ese primer episodio, la acción se inicia en 2003, poco antes de que Estados Unidos invada Irak, y los soldados británicos parten a su misión al ritmo de un remix de "19-2000", de Gorillaz.

13 noviembre 2010

Música, trailers y cantantes

1.- Los seguidores de "The good wife" hace unas semanas que conocemos a Wendy Scott Carr, esa aparentemente perfecta ayudante des foscal del distrito que nos depara un par de sorpresas. Su intérprete es una veterana actriz de Broadway llamada Anika Noni Rose, que en los tres papeles quizás más conocidos que ha tenido hasta ahora cambia de look con una facilidad pasmosa. En la foto la podemos ver en "Dreamgirls", en "The good wife" y en el papel quizás más divertido, el de la ayudante de Precious en "The nº1 ladies's detective agency". Oh, y además, canta muy bien, como demostró doblando en la versión original a la protagonista de "Tiana y el sapo".

2.- Esto no es nuevo, pero no deja de resultar curioso que algunos trailers utilicen canciones, que luego no se escuchan en las películas, que dicen mucho más sobre esos títulos de lo que puede parecer. Por ejemplo, que el de la nueva película de "Winnie the Pooh" tenga de fondo "Somewhere only we know", de Keane, ya da un mensaje nostálgico bastante evidente. "Watchmen" optó por "The beginning is the end is the beginning", una especie de cara B que Smashing Pumpkins hicieron de la canción que compusieron para "Batman y Robin", "The end is the beginning is the end", lo que cual no deja de ser interesante. Por su parte, yo ya tengo asociada "Power", de Kanye West, al anuncio para televisión de "La red social", lo mismo que "Wake up", de Arcade Fire, al de "Donde viven los monstruos". En ese caso, es de esas canciones que "hacen" el trailer, lo convierten en realmente efectivo (igual que "The sun ain't gonna shine anymore", de The Walker Brothers, en el de "The Walking Dead"). Aunque no sé si es más peculiar oír a AC/DC en el de "Megamind".

3.- Finalmente, Natalie Portman (que suena en muchas quinielas al Oscar por su trabajo en "Black Swan") ha añadido la escritura a sus talentos y, junto con una amiga de la universidad, ha escrito el guión de una comedia tipo Judd Apatow, titulada "BYO" (Bring your own), y están buscando financiación. ¿Irán por el lado de aquel rap que hizo en "Saturday Night Live"?

12 noviembre 2010

Las razones para la cancelación

Desde anoche, uno de los temas que más conversaciones ha provocado en Twitter y en los blogs estadounidenses ha sido la cancelación, tras sólo una temporada, de "Rubicon". De algún modo, parece haber hecho saltar por los aires la concepción que se tenía de AMC, cadena que, con "Mad Men" y "Breaking Bad", disfruta de prestigio crítico y éxito en los premios, aunque sus audiencias sean bastante minoritarias, y que parecía que mantendría una temporada más una serie con un recibimiento crítico generalmente bueno, pero con una audiencia realmente abismal (0,2 en los demográficos sen sintomático de parada cardiorrespiratoria y muerte segura, hasta en el cable).

Sin embargo, todo tiene sus límites (y la cancelación de "Caprica" a cargo de Syfy los ha mostrado también). Cuando AMC comenzó a estrenar series de ficción propia, tal vez con las buenas críticas le habría bastado para renovar "Rubicon". Desde luego, con "Mad Men" no hicieron daño, pero esta serie contó a su favor con otra circunstancia que, por ejemplo, ha ayudado a que The CW siga renovando "Gossip Girl" a pesar de su baja audiencia, y es su salto a todas las revistas de tendencias, que se convierta en tema de conversación omnipresente aunque no la vea nadie. La visibilidad de "Rubicon" ha sido casi nula, aunque es cierto que su atmósfera más austera y fría y menos sexy y nostálgica que la de "Mad Men" ha sido una desventaja en ese aspecto.

En "Tuned In" apuntan, además, que la supervivencia de la serie ya era casi una quimera después de que "The Walking Dead" se estrenara superando los 5,5 millones de espectadores (y luego retuviera en el segundo episodio a 4,7 millones). ¿Para qué iban a necesitar una serie delicatessen y muy minoritaria como "Rubicon" frente a algo más masivo, y también adorado por la crítica, como "The Walking Dead"? Como dicen los yanquis, es un no brainer, no hay ninguna duda. Quizás en esa falta de atracción hacia el público contó la táctica de preestrenar el piloto en junio, tras el final de temporada de "Breaking Bad", pero guardarse el resto de la serie hasta agosto, y es muy probable que también influyera el tono más lento e intelectual de las tramas, que está reñido con la aceptación masiva. Hacía falta paciencia para dejarse llevar, y no todo el mundo está dispuesto a eso.

P.D.: Si alguno se pregunta si "Rubicon" merece la pena, la merece. Y no os preocupéis, que el final no es tan abierto como podría parecer. De hecho, queda bastante cerrado teniendo en cuenta las circunstancias.

11 noviembre 2010

El autocontrol de Kalinda

ALERTA SPOILERS: Si no habéis visto el sexto episodio de la segunda temporada de "The good wife", quizás es mejor que os detengáis aquí. No diré nada más si no es en presencia de mi abogado.

Pocas cosas hay más divertidas de ver en una serie que a un personaje con gran autocontrol perderlo poco a poco. La máscara cae y nos permite ver en su interior, hacernos una mejor idea de cómo es, de las cosas que lo mueven y las que lo indignan, se termina humanizando un poco. Algunos de los mejores momentos de la primera temporada de "Damages" eran los que mostraban justo cómo se agrietaba la fachada de frío autocontrol de Patty Hewes, lo que a veces podía dar un poco de miedo pensando en cómo iba a reaccionar para conseguir recuperarlo.

En "The good wife" hay unos cuantos personajes que también poseen una notable capacidad para mantener sus emociones a buen recaudo y nunca perder la calma (o casi nunca), pero pocos llevan ese arte a las cotas que alcanza Kalinda. Sus caras de póker y su tono ligeramente sarcástico, sin levantar nunca la voz, la convirtieron en el personaje favorito de muchos seguidores, además de ser uno de los más misteriosos. Sin embargo, no es la persona calmada y perfectamente controladora que parece. Ya al final de la primera temporada vimos pequeños fogonazos de furia que amenazaban con romper la máscara, sin llegar nunca a hacerlo, y es en estos últimos episodios cuando las capas más externas de la señorita Sharma empiezan a hacerse más transparentes por culpa de la competencia de Blake, el investigador traído por Derrick Bond a la firma tras su fusión con Lockhart & Gardner.

Blake y Bond no son trigo limpio, creo que en eso podemos estar de acuerdo, y da la sensación que, en su desesperación por salvar de la ruina el bufete, Will y Diane han pisado un avispero sin darse cuenta (o sin querer darse cuenta). Pero es Kalinda, con su investigación de Blake para intentar desacreditarlo (y porque él también la ha investigado) la que parece haber dado con la punta del iceberg. Esa mirada al final de su última conversación con Cary trasluce una emoción muy clara que, hasta ahora, casi creíamos que no podía sentir: miedo. Blake husmea en sus secretos, en su vida privada, sabe que ella se reinventó por completo (o a eso imagino que apunta la referencia a Leela) y sólo con averiguarlo todo sobre él no va a servir para contraatacar. "The Wire" ya nos enseñó que en Baltimore no se andan con chiquitas.

Y un daño colateral de esa guerra fría entre Kalinda y Blake (que desde luego no tiene ningún miramiento a la hora de entrar en casas ajenas y conseguir información) es descubrir ese aspecto de su vida privada sobre el que los fans llevaban tanto tiempo discutiendo: ¿quién es Donna? Cuando contestó al móvil de Kalinda en la primera temporada, era bastante evidente imaginar que debía ser su novia, pero no hemos podido confirmarlo hasta ahora, cuando la hemos visto por fin en acción (siempre es bueno reencontrarse de nuevo con Lily Taylor). Y Donna es otro cabo suelto que escapa a su control, principalmente porque Kalinda le rompió el corazón. De repente, todos los hilos de la madeja se escapan de sus manos, con consecuencias potencialmente desastrosas, y ha de tener mucho cuidado con el modo en el que los recupera.

El retrato de esta peculiar mujer sigue siendo fascinante, más aún porque no lo puede todo. Aunque conozcamos más cosas de ella, no deja de ser un misterio. Y aunque pierda el control, tampoco se le escapa una sonrisa de más, o se permite dar un puñetazo en la mesa. Incluso su destrozo del coche de Blake estaba perfectamente calculado. ¿Saldrán los secretos de Kalinda a la luz?

10 noviembre 2010

En busca de respeto

¿Oléis eso? Es el aroma de la tinta y el papel de las listas de lo mejor del año que empiezan a imprimirse para algunas revistas. En cuanto llegue diciembre, empezaremos con las recopilaciones de las mejores series, los capítulos más notables y los actores que se han salido esta temporada y, además, "Entertainment Weekly" volverá con su reunión de los "Entertainers of the Year" (entretenedor es una palabra que suena muy rara, pero existe). Pero este año, para darle un poco de animación, ha propuesto a los lectores que voten también por el entretenedor menos apreciado, aquél que creen que ha sido poco valorado a pesar de haber estado igual o mejor que otros que se suelen llevarse todo el reconocimiento. La revista propone como ejemplo a Dax Shepard, quizá una de las mejores cosas de "Parenthood" (aunque aún no he empezado la segunda temporada), pero que recibe menos atención que otros compañeros de reparto como Lauren Graham, Peter Krause o hasta Erika Christensen.

Las votaciones abarcan tanto televisión como cine y música, y se dirimen en forma de bracket, y es curioso ver algunas de las opciones porque, efectivamente, son de las que no suelen recibir demasiada atención. Algunas son evidentes, como Jesse Plemons ("Friday Night Lights"), cuyo Landry ni siquiera estuvo bien aprovechado del todo por los guionistas, o Vincent Kartheiser ("Mad Men") o dos de los actores más injustamente ignorados por los Emmy, como Katey Sagal ("Sons of Anarchy") o John Noble ("Fringe"). En el caso de "Fringe", no obstante, igual se podría sugerir otra opción menos unánime, porque hay que ver la que se lía en Twitter siempre que alguien comenta sobre el trabajo de Anna Torv a partir de la mitad final de la segunda temporada. Otros "nominados" muy evidentes son Robert Sean Leonard (que siempre ha sido una parte muy importante de "House"), James Roday (que en "Psych" es realmente divertido), Ivette Nicole Brown (la que pasa más desapercibida de "Community", con toda la atención ouesta en Danny Pudi, Allison Brie y Joel McHale, sin olvidar a Chevy Chase), o Tamara Taylor, que tiene que interpretar el poco agradecido papel de straight man en el laboratorio de frikis de "Bones", que es también parte de la razón por la que Julie Bowen no es más alabada por "Modern family".

Los campeones de cada una de las categorías (televisión, realities, música y cine) tendrán su propia Final Four y de ahí saldrá el entretenedor menos apreciado del año, que es de suponer que acompañe al que la revista decida que es el entretenedor más destacado. Todos esos actores (y muchos otros que me dejo por el camino) son un poco como Dennis Rodman en los Bulls campeones de Michael Jordan: hacen el trabajo menos vistoso, pero igualmente importante. ¿Alguien duda que Josh Charles merece tantos elogios como Christine Baranski en "The good wife", por ejemplo? ¿O que Jane Krakowski debe ser la menos reconocida del reparto de "30 Rock"?

09 noviembre 2010

El cliché del cine en la tele

Que levante la mano quien esté ya un poco cansado de leer por todas partes reportajes que hablan de "una nueva edad de oro de la televisión" y declaraciones de expertos, actores, directores y críticos que afirman que "en la televisión se están haciendo mejores cosas que en el cine". No vamos a desmentirlo porque llevan razón, pero de tanto oírlo y leerlo, se ha convertido en un lugar común, lo mismo que centrar en 2004 el año del renacimiento de la ficción televisiva en Estados Unidos y olvidarse de todo lo bueno (y muy influyente en esa generación de 2004) que hubo antes.

Sin embargo, hay que especificar que todo esos reportajes que celebran la calidad de las series que nos llegan desde el otro lado del Atlántico se centran, casi exclusivamente, en las cadenas por cable. Y los títulos que se mencionan son siempre los mismos (incluso con mención obligada a "Los Soprano" y "The Wire", aunque acabaran hace ya tiempo). Es difícil que salgan de "Mad Men" al hablar de los dramas (que algunos añadan "Breaking Bad" y "Damages" ya es una proeza), y de "Curb your enthusiasm" y "Weeds" cuando se mencionan comedias. "True Blood" se incluye sólo porque es HBO, y la única renovación en esas listas es que se incluyan estrenos muy recientes como "Boardwalk Empire" y hasta "The Walking Dead", aunque de ésta apenas hayamos visto dos episodios.

No debería tomarse la parte por el todo. Como ya comentamos hace tiempo, una cosa es el cable y otra diferente las networks, y es muy fácil quedarse sólo con el primero para hablar de ese "cine en la tele" porque, al fin y al cabo, las series forman parte también de la imagen de marca que los canales usan para diferenciarse y atraer a sus abonados. Citar series actuales de calidad y quedarse sólo con "Mad Men" es sufrir de una seria miopía. ¿Qué hacemos entonces con "The good wife"? ¿Con "Fringe"? ¿Con "Friday Night Lights"? ¿Con "30 Rock"? ¿Incluso con las primeras temporadas de "CSI", por ejemplo, cuando la serie fue una total revolución? Muchas de estas listas y reportajes se hacen un poco por inercia. Tu objetivo a lo mejor es hablar de "The Big C", pongamos por caso, pero para darle al tema un poco más de amplitud lo encuadras dentro de "la nueva edad de oro de la televisión", y así podemos otra vez desempolvar a "Los Soprano", "The Wire" y "Sexo en Nueva York", que son muy buenas series, pero que terminaron hace ya tiempo y no tienen mucho sentido en un artículo supuestamente sobre la mejor ficción que está haciéndose ahora.

No, no vamos a negar el trasvase de nombres importantes del cine al cable, en una operación provechosa para todos en la que ellos ganan más libertad creativa y las cadenas, otra arma para su campaña de imagen. Pero vamos a intentar darle un poco más de variedad. Ya sabemos que deberíamos ver "Mad Men", "Breaking Bad" y "Boardwalk Empire", lo leemos en todas partes. Lo interesante es que nos cuenten, además, qué otras series merecen la pena sin que tengan a priori el prestigio que les permite publicitarse en España. Hablar sobre ese mejor momento de la televisión con respecto al cine y citar, por ejemplo, "The good wife" ya sería una novedad, o acordarse de que la renovación en la ficción extranjera no sólo viene de Estados Unidos. El Reino Unido también está emitiendo algunas cosas muy interesantes.